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Recibe Acapulco a miles de turistas con montones de tierra, basura y mal iluminado

Yee Trujillo

Con montones de tierra y escombro, tramos viales cerrados o aún en construcción por las obras del Acabús, polvaredas, basura en accesos a playas, vendedores ambulantes y lámparas del alumbrado público apagadas, recibió ayer la Costera a miles de turistas que llegaron al puerto para pasar la Semana Santa.
A pesar de que el gobierno del estado se comprometió a suspender las labores en las obras viales del Acabús por la temporada vacacional, ayer empleados de la empresa Cemex Concretos, maquinaria pesada y camiones de volteo continuaban trabajando en el tramo ubicado entre el acceso principal de las playas Caleta y Caletilla y el mercado de artesanías de la zona turística. Responsables de la obra aseguraron que esperan reabrir el tramo a la circulación vehicular hasta el lunes.
“Está terrible, anoche que llegamos nos hicimos más de media hora en el tráfico, todavía pasamos al Zócalo porque no sabíamos que estaba así, la verdad nos afecta porque uno viene pensando en descansar, en pasar un rato agradable, y luego aquí no hallábamos como entrar, el chofer (del autobús) tuvo que andar preguntando cómo le hacíamos porque no había paso hasta acá”, comentó el turista Freddy Zarza proveniente de Cuernavaca.
En el área del Zócalo, trabajadores de la obra también continuaban trabajando a marchas forzadas en la calle Ignacio de la Llave, a un costado del edificio Oviedo, mientras otro grupo de empleados trataba de terminar de colocar las tapaderas de registros entre el Jardín del Puerto y el área del hotel Las Hamacas, cerca de la estatua de Tin Tan, del fraccionamiento Las Playas, otros trabajadores construían tramos de banquetas, mientras en el área de la playa Manzanillo la maquinaria seguía operando sobre la terracería.
El principal acceso hacia La Quebrada por la avenida Las Palmas y la playa La Angosta continúa cerrado por las obras, y desde la gasolinería de Manzanillo hasta el hotel Verano Beat los carriles en dirección Zócalo-Caleta permanecen cerrados a la circulación.
“Ya tenía mucho que no veníamos, está mal porque ahorita viene uno a querer ver el puerto bonito, a pasársela bien y encuentra el desmadre del Distrito Federal”, opinó el turista proveniente de la ciudad de México, Francisco Duarte, mientras observaba un montón de tierra y escombro de más de un metro de altura que dejaron los trabajadores del Acabús debajo el puente peatonal del Fuerte de San Diego, ocupando más de 10 metros de largo en un carril de la Costera.
Hasta después de la 1 de la tarde, en los accesos hacia la tradicional playa Condesa se observaron varios montones de basura que de acuerdo con meseros de restaurantes cercanos no habían sido retirados desde la noche del viernes; “No, por ahí no ha de ser, está muy feo”, comentó una turista mientras buscaba la forma de llegar a la playa en compañía de dos niños.
En el Barrio de la Bodega, dos contenedores de basura se encontraban repletos de desechos al mediodía en la esquina de la Costera con la calle Gran Vía Tropical, mientras que en la zona de las playas Hornitos y Dominguillo había varias bolsas de basura tiradas en la banqueta.
De acuerdo con empleados de tiendas, prestadores de servicios turísticos y vecinos, el alumbrado público de la Costera continúa sin funcionar entre la avenida La Suiza y la Gran Vía Tropical, y en la calle Adolfo López Mateos –que es la vía principal para llegar hasta Caleta por la obra del Acabús–, solamente una de las lámparas funciona en más de 450 metros de la Costera al mercado de artesanías.
Además, la mitad del Parque de la Reina se encuentra a oscuras desde hace aproximadamente una semana, y varias lámparas del alumbrado público se encuentran apagadas en el entronque de la Costera con la Vía Rápida, entre el Asta Bandera y el ex Golfito Carabalí, y en el área del Centro de Convenciones.
Gran parte los camellones principales de la Costera se encuentran en malas condiciones porque en ellos fueron depositados montones de tierra y escombro de la obra, desde la playa Tamarindos hasta Caleta, donde las áreas verdes y el pasto son casi inexistentes. En el camellón frente al Zócalo las banquetas siguen sin ser reparadas desde la temporada vacacional decembrina y aún se observan varillas expuestas que podrían provocar un accidente.
Decenas de vendedores ambulantes se observaron en el recorrido realizado ayer por la mañana, e inclusive frente al Parque Papagayo había sombrillas y cajas de madera apartando parte de la banqueta. En el acceso a playa ubicado a un costado del condominio Torre de Acapulco, montones de sillas de plástico y mobiliario de playa se encontraban obstruyendo gran parte de las escalinatas.

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