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Con barricadas de alambre que quitaron de la autopista, iban a parar a los policías

Luis Blancas

Chilpancingo

“Miedo, coraje e indignación sentí cuando el gobernador Ángel Aguirre Rivero ordenó a los policías antimotines federales y estatales desalojarnos del bloqueo que manteníamos en el bulevar Vicente Guerrero”, declaró una de las maestras de Tlapa, quien omitió su nombre.
Unos mil docentes de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) se congregaron ayer en el museo La Avispa mientras los dirigentes dialogaban con el gobernador y el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda, para dar solución a sus peticiones.
La docente relató que en el bloqueo del viernes en la Autopista del Sol, cuando les informaron del desalojo ordenado por Aguirre Rivero, había un ambiente de psicosis por los helicópteros y las ambulancias de la Cruz Roja que circulaban en el lugar.
“Pensamos que el ejecutivo estatal realizaría la acción contra nosotros porque es un asesino, tuvimos miedo en ese momento, sabemos que Aguirre Rivero es un gobernador sangriento, con lo que pasó sobre el asesinato de los dos normalistas de Ayotzinapa el 12 de diciembre del 2011”, declaró.
Señaló que ante la amenaza del desalojo, la sociedad civil de Tlapa y organizaciones sociales se concentraron en el zócalo de la alcaldía a las 10 de la noche, e informaron a los habitantes sobre lo que pasaba en Chilpancingo y respaldaron a los cetegistas. Dijo que al no tener respuesta a sus demandas, los padres reforzarán el movimiento del magisterio en la capital.
Dijo que para impedir que los antimotines desalojaran a los docentes, un grupo de inconformes desprendieron la valla de la vía federal y la colocaron en los dos carriles de la Autopista del Sol frente a la Contraloría Interna de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) y en Sam’s Club. Colocaron llantas sobre la cinta asfáltica y prendieron fuego.
Por otra parte, una maestra de Cochoapa El Grande, que no dio su nombre, dijo “nos da tristeza que el gobernador ocupe las ambulancias, helicópteros, todo tipo de poder para reprimir al magisterio, mejor que estas acciones las ocupe para acabar con la delincuencia organizada que se vive en la entidad”.
Uno de los docentes de La Montaña, quien tampoco dio su nombre por motivos de seguridad, señaló que el intento de desalojo que realizarían los policías federales y estatales los motivó a permanecer en el bloqueo del viernes, con el fin de presionar al gobierno estatal para que dé solución a sus peticiones.
“Sabemos que el gobierno del estado ha arremetido en contra del magisterio guerrerense, por lo tanto en ese momento que nos avisaron del desalojo no hubo temor, al contrario los ánimos se calentaron y estábamos dispuestos a enfrentamos a las consecuencias sea como sea”, declaró.
Por su parte, el comisionado en oficinas de la SEG en Chilpancingo, Víctor Cesar Cruz Barrera, relató que por medio de las redes sociales y mensajes de celulares que mandaban los familiares de los cetegistas les avisaron de que el gobernador había ordenado la acción en contra de los maestros.
Señaló que se rumoraba que habían policías antimotines en la colonia Galeana que venían de Acapulco para agredir a los docentes, cuando sobrevolaron los tres helicópteros el lugar, lo que causó temor porque pensaban que desde el aire los atacarían.
Cruz Barrera comentó que en la movilización del viernes tenía a sus tres hijas menores de edad y al enterarse del desalojo, lo que hizo fue meterse con su familia dentro de un automóvil para estar seguro de alguna agresión.
El docente de Chilapa informó que cuando les avisaron que el Ejecutivo estatal autorizó la el desalojo “lo que pudimos hacer es darnos valor para defendernos y no doblegarnos de nuestra lucha, pero sí tuvimos temor”.
Dijo que ante la situación realizaron una estrategia, que no tenían la intención de atacar a los policías antimotines federales y estatales, porque “en el movimiento había mujeres participando, pero una comisión de maestros se encargarían de protegerlas de cualquier agresión, para protegernos teníamos palos y piedras”.
Según fuentes de la CETEG, en el bloqueo del viernes de la Autopista del Sol que duró nueve horas participaron más de 6 mil docentes.
Por otro lado, mientras dialogaban dirigentes cetegistas con el gobernador Ángel Aguirre Rivero y el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda, en Casa Guerrero, para dar solución a sus peticiones en el Instituto de Formación y Capacitación Policial (Infocap) por segundo día policías antimotines federales y estatales se encontraban acuartelados, quienes esperaban órdenes para el desalojo de los docentes.
Durante un recorrido por la ciudad se constató que a las 12 del día afuera del Infocap estaban seis autobuses, ocho patrullas de la Policía Federal, cuatro patrullas y un camión de la Policía Estatal.
En la explanada del Infocap se observó a 20 autobuses de Estrella de Oro y Estrella Blanca, además de 30 patrullas y un camión de la Policía Federal, pero no se pudo constatar cuántos policías antimotines de las fuerzas federales estaban en el lugar.
Asimismo, entre las 10 y 12 del día en Chilpancingo dos helicópteros sobrevolaron la capital, lo que ocasionó incertidumbre entre los maestros de que otra vez se realizaría el desalojo, pero no ocurrió.

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