Aplaude el arzobispo la tregua de cetegistas para no afectar la Semana Santa en el puerto

Mariana Labastida

El arzobispo Carlos Garfias Merlos se congratuló de la sensibilidad de los integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) para hacer una tregua y no manifestarse en plena temporada vacacional en el puerto, y con ello pensar en el bien de los residentes y visitantes.
Durante la celebración de lavatorio de pies del Jueves Santo, el arzobispo insistió en el llamado a los generadores de la violencia a convertirse y a todos los cristianos a expresar caridad y realizar el servicio con quienes más lo necesitan en “nuestro mundo lleno de violencia e inseguridad”.
Consultado al terminar la celebración en relación a la tregua que hicieron los integrantes de la CETEG por Semana Santa, y aceptar que el Congreso discuta el próximo martes las reformas a la Ley Estatal de Educación, Garfias Merlos se congratuló de que hayan tenido los profesores la sensibilidad.
“Es valioso y digno de reconocer que tengan esa actitud de pensar en el bien del pueblo de Acapulco, de Guerrero y también en los turistas”, dijo el prelado católico.
El miércoles los maestros cancelaron la marcha que tenían planeada para ayer en el puerto, luego de que el Congreso declaró un receso por el periodo vacacional y las actividades como el análisis y aprobación que piden a la Ley Estatal de Educación quedarán en espera, leyes que se contraponen a lo establecido en la recién aprobada Reforma Educativa firmada por el presidente de la república, Enrique Peña Nieto.
Durante la homilía por la celebración del Jueves Santo, en la que se realizó la representación lavatorio de pies a los 12 apóstoles por parte del arzobispo Garfias Merlos, éste convocó a los feligreses a ir y hacer servicio con quien más lo necesite, “en el mundo actual lleno de violencia e inseguridad, de engaños y traiciones, a que se trabaje en el amor y expresen caridad, sobre todo con las víctimas de la violencia”.
También durante las peticiones hubo oración por los “hombres prisioneros del placer y la violencia para que se den cuenta que se ha orado por ellos y tu te haz ofrecido por ellos”.
En declaraciones a los reporteros el arzobispo insistió en el llamado a la conversión de quienes generan la violencia, que se arrepientan, que busquen la reconciliación y paz, porque “lo que más anhela la iglesia es que se conviertan y sean tocados por Dios”.
La celebración del Jueves Santo concluyó con la colocación para adorar al Santísimo Sacramento y las actividades continúan hoy con el Viacrusis a partir de las 10 de la mañana en el Zócalo.