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Escoge colectivo de Peralvillo a Elba Esther Gordillo para su quema del Judas

Jorge Ricardo / Agencia Reforma

 

 

Ciudad de México

 

“¡Te vamos a quemar, te vamos a quemar!”.

Media docena de hombres sale de Gounod 52, Ex-Hipódromo de Peralvillo, llevando sobre sus cabezas un monigote de tres metros con la figura de Felipe Calderón. Van gritando. Otras 30, niños y adultos, van golpeando botellas de plástico como tambores. El payasito Tepichín apoya: “Felipillo, Felipillo: ¿dónde estás, dónde estás?”.

En el Parque Rotario preguntan: “¿Mexicanos, ¿a dónde llevan a este ciudadano?” “A quemarlo, es un Judas”, contesta la multitud. Luego regresan y sacan la figura de Marcelo Ebrard entre los tambores improvisados. En Tepito le hacen un juicio. “Ahórquenlo primero”, propone alguien. El monigote gira, truena y se incendia. “¿No que no chingabas a tu madre?”, grita un Tepiteño. Eso fue en 2008.

Uno de los hombres apaga la televisión y dice: “Hicimos un desmadre”. Lleva botas cafés, pantalón azul, polo negro, un paliacate amarrado al cuello y un delantal oscuro con manchas de pintura encima. Se llama Everardo Pillado Pacheco y hace dos horas no estaba aquí. Estaba con su tropa Los olvidados de Tepito en la calle el Nopal buscando el carrizo para los judas que se quemarán este sábado.

El colectivo cultural construye desde hace 20 años esos monigotes con cartón y carrizo, para quemarlos en el sábado de gloria. Los elegidos para ser judas este año fueron Elba Esther Gordillo y el diablo.

El martes ya habían avanzado con la estructura y el papel, pero se les acabó el carrizo. A bordo de una camioneta beige Pillado Pacheco El Chino, Julio Tobón, director del colectivo y de la galería, el escritor Primo Mendoza y el músico Gerardo Flores fueron por más material.

Cuando llegaron a la calle el Nopal, donde les regalan el carrizo, Pillado Pacheco, fue a pedir razones. Se le vio explicar a alguien detrás de la ventanita, junto a un altar a la Virgen.”Qué sí”, informó al grupo y entraron.

Pero entonces apareció un hombre y dijo que regresaran luego. De vuelta hacia la Peralvillo, medio tristes, Tobón mira otras plantas de carrizo en una casa junto a las vías del tren y se detienen. Unos vecinos les explican que los dueños no están pero que si quieren que corten lo que haga falta.

“Vámonos tendidos”, dice Primo Mendoza, el conductor, con 10 carrizos atravesados sobre la camioneta. Se ríe Pillado Pacheco. “Acabas de ver el robo del siglo”, dice.

Los olvidados de Tepito (llamados así porque iniciaron en esa colonia y luego se mudaron a Peralvillo) mantiene viva la tradición de la quema del judas. A diferencia de otros colectivos, no venden sus monigotes sino que los regalan al barrio que les permite ocupar un anexo del Deportivo Tabasco donde en el resto del año organizan exposiciones, dan talleres y editan la revista Desde El Zaguán, dirigida por Gerardo Flores.

De regreso en Gounod 52, Pillado dice que la tradición nació con el Sábado de Gloria. Hace muchos años se acostumbraba a colgar a un monigote parecido a Judas Iscariote.”Pero el barrio dice ‘nel, ese no es el que me fregó, el que me fregó fue tal o cual comerciante o político’ y órale a hacer sus figuras de tipos malísimos, malotes, para que se chinguen”.

Así que hoy se juzgará y se quemará a Elba Esther porque traicionó al sindicalismo mexicano, por su enriquecimiento, por traicionar a la educación y por ser la mamá de Choky, explica el grupo. Y también al diablo, que representa a todos los malotes que han traicionado al barrio. Terminan los monigotes les meten cohetes y luces, redactan un juicio sobre los motivos.  “Pum, pum, pum, y órale, vámonos tendidos”.

El músico Gerardo Flores recuerda que en una ocasión les reclamaron porque su judas de Salinas –con sus orejotas de Micky Mouse, su costalote de billetes y su cola– no se parecía a Salinas. “Pues no, si tampoco hacemos homenajes”, dice.

“Al contrario –añade Everardo Pillado– los hacemos ridículos y grandototes para que la gente vea también que esos representan a las instituciones y que no por grandotas son inamovibles y que los políticos no son intocables: ¡Ni madres, también el juicio popular les toca!”.  Luego ponen un dvd con la quema del judas de 2008. “La pura diversión”, dice Pillado.

 

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