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Oficia el papa Francisco su primera Vigilia Pascual en San Pedro ante miles de fieles

DPA / EFE

Roma / Vaticano

El papa Francisco encabezó ayer por primera vez como pontífice la tradicional Vigilia Pascual en la Basílica de San Pedro ante miles de fieles que se congregaron en el Vaticano.
La Vigilia Pascual, que conmemora la resurrección de Jesús, es uno de los ritos más antiguos de la liturgia y la de mayor carga simbólica durante la Semana Santa.
La ceremonia comenzó cuando en la Basílica de San Pedro a oscuras ingresó la procesión que lleva el Cirio Pascual, que ilumina el interior de la iglesia.
Durante la celebración el papa bautizó a cuatro jóvenes de nacionalidad albanesa, italiana, estadounidense y rusa.
En su sermón, Francisco instó a los creyentes a recibir en esta “iluminada noche de Pascuas” la novedad que significa la resurrección de Jesús y no cerrarse a lo nuevo.
“Nosotros somos como los apóstoles del Evangelio: con frecuencia preferimos mantener nuestras seguridades”, dijo el sumo pontífice. “Tenemos miedo de las sorpresas de Dios. ¡Él siempre nos sorprende!”
Pero ni la persona cansada, decepcionada o triste debe abandonar la creencia de que Dios puede cambiar cualquier situación, afirmó.
La novedad de Dios se muestra en el triunfo sobre el pecado, el mal y la muerte, añadió el papa argentino. “Las preocupaciones de la vida diaria nos pueden llevar con facilidad de encerarnos en la tristeza, en la amargura”, admitió. Pero allí está la muerte.
Dios resucitó para abrir el corazón a la esperanza en el futuro, para dar paz y fuerza a la vida, añadió.
Pocas horas antes, el papa pronunció un mensaje a través de un video en el que llamó a “tener fe y no perder las esperanzas”.
El video fue emitido por la televisión pública italiana durante un programa especial sobre el controvertido sudario de Turín, la tela que para algunos católicos refleja el rostro de Jesús crucificado antes de ser enterrado, mientras que otros la consideran una falsificación medieval.
El “rostro desfigurado” impreso en la tela “se asemeja a todos los rostros de hombres y mujeres arruinados por una vida que no respeta su dignidad, por guerras y violencias que afligen a los más débiles”, dijo el pontífice argentino.
Sin embargo, destacó el papa, el rostro de Cristo también transmite una “gran sensación de paz y una majestuosidad soberana”, como si quisiera decir: “Tengan fe, no pierdan la esperanza: el poder del amor de Dios, el poder del resucitado supera todo”.
Este domingo el papa celebrará la misa de Pascua y pronunciará la bendición “Urbi et Orbi” (“a la ciudad y al mundo”) desde el balcón de la Basílica de San Pedro.

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