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Es la mejor temporada desde hace 10 años: masajista de la zona Diamante

Karla Galarce Sosa

Con precios que oscilaron entre 100 y hasta 350 pesos por hora, turistas –la mayoría mujeres– que se alojan en la zona Diamante del puerto, se dejan “acariciar” con los tradicionales masajes que ofrecen las masajistas en la franja de arena, casi a ras del agua y el golpe de las olas.
“El sol sale para todos”, fue lo que expresó la señora Griselda Jaimes García, una masajista que ofrece el servicio en camas especiales, instaladas en la playa del hotel Princess, y que al preguntar su opinión sobre la oferta del servicio por personas que van de un lugar a otro y lo ofrecen a precios más bajos acotó: “hay precios para todo tipo de gente que aquí llega mi niña”.
Aseguró que el área donde tiene instaladas cuatro camas para masajes, está concesionada. Celebró que en sólo una semana de la actual temporada vacacional, haya dado el servicio a tanta clientela, unos 10 por día. “Es la mejor temporada que hemos tenido desde hace 10 años, a pesar de todo lo que han dicho de mi Acapulquito, mira”, expresó señalando el tránsito de personas y el paso de vehículos en la zona, la llegada de más turistas que se acercaban a preguntar por los servicios.
Una turista proveniente del Estado de México, quien no proporcionó su nombre, dijo ser clienta desde hace 10 años de Griselda Jaimes, y comentó que hace apenas dos años la afluencia de visitantes decayó muchísimo en este destino de playa. “Yo vengo desde hace 10 años y también vengo a que me den mis masajes, pero hace dos años cuando fui a una gasolinera cerca de aquí, me dijeron que mejor me fuera porque se ponían feas las cosas, por eso nos fuimos con mi familia dos días después de que habíamos llegado”, declaró la mujer de unos 55 años, mientras disfrutaba de la crema y el paso de las manos de una de las muchachas que trabajaba en el masaje.
La mujer aseguró que el ambiente que se genera en esa zona de la playa, no lo había visto en años anteriores.
Cuando se desarrollaba la entrevista, dos de las cuatro camas para masajes que había dentro el toldo, estaban ocupadas y, según se pudo observar, había más camas en otros puntos, bajo la sombra de toldos que los turistas rentaban y, a donde pedían el masaje.
Un segundo toldo en la zona, que también tenía un letrero donde se ofrecían los servicios de masaje recibía más clientes.
“Nosotros vamos a atender a los clientes como vengan, de acuerdo a sus bolsillos, lo que queremos es que vengan a Acapulco, nosotros sabemos que los turistas internacionales nos los pagan mejor, y a todos, no nada más a las masajistas, sino que a los meseros, a los tolderos a todos nos pagan mejor, pero agradecemos que lleguen a buscarnos a esta playa”, expresó la mujer que vestía un atuendo blanco y cubría su cabeza con una gorra del mismo color.
Convocó a los prestadores de otros servicios, a no abusar de los turistas y mantener cobros justos, para garantizar su regreso en otras temporadas vacacionales.
Comentó que con los bloqueos y plantones que encabezaron los maestros disidentes en la autopista del Sol días antes que comenzara la temporada vacacional, los prestadores de servicios turísticos pensaron que no llegarían los turistas al puerto.
“Gracias a Dios que sí llegaron los turistas, estamos sorprendidas, y nos alegra que la gente llegue, la playa tome vida y que también haya seguridad por todos lados, yo he visto a mucha gente muy importante que disfruta de la playa”, anotó.
Aunque se negó a decir quiénes llegaban a disfrutar de los masajes, comentó que eran empresarios que venían del Estado de México, de Puebla, de Querétaro, Guanajuato y otras partes del país. “Son clientes que tengo que cuidar, pero son empresarios muy importantes”, finalizó.

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