En Mártir de Cuilapan y la Simón Bolívar, pruebas piloto de la Cruzada contra el hambre

Agencia Reforma

Ciudad de México

Abril será impulsado por la Secretaría de Desarrollo Social como “el mes de la Cruzada Nacional Contra el Hambre”, con sólo hacer pruebas “pilotos” en dos de los 400 municipios considerados como prioritarios y sin concluir los acuerdos de colaboración con los estados.
Aunque el 21 de enero se dio el banderazo inicial a la estrategia en Las Margaritas, Chiapas, y durante estas diez semanas se echaron a andar los primero mecanismos de coordinación para la aplicación de programas sociales, la Sedesol pretende concentrar en este mes los esfuerzos y, sobre todo, la difusión de la estrategia para atraer la participación social.
En abril, jóvenes brigadistas, reclutados en acuerdo con universidades, recorrerán el país para replicar lo que se hizo desde mediados de febrero en la prueba “piloto” en dos demarcaciones de Guerrero.
Para probar las necesidades tanto en lo rural como en lo urbano, se escogió Mártir de Cuilapan, en la zona centro del estado, y la colonia Simón Bolívar, de Acapulco, donde realizaron un “barrido” casa por casa para detectar a las personas que viven con carencia de alimentación.
Además, se instalaron comisiones intersecretariales locales, integradas por las dependencias que estarán involucradas en la Cruzada, y comisiones de trabajo con organizaciones de la sociedad civil, principalmente el Grupo Toronjil.
La penúltima semana de marzo, el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol) indicó que se habían reunido 13 organizaciones y se realizó una asamblea comunitaria en Apango, cabecera municipal de Mártir de Cuilapan, donde alrededor de 50 pobladores, en su mayoría mujeres y adultos mayores, expresaron lo que consideran que necesitan para superar la pobreza.
Yunuel Cruz, coordinadora de monitoreo y evaluación de la asociación The Hunger Project, confirmó que el trabajo en campo sólo se ha hecho en Guerrero.
A nivel nacional, dijo, al menos 30 organizaciones han tenido reuniones semanales o quincenales para analizar los avances del programa piloto y diseñar su aplicación en el resto de municipios.
“La primera acción ha sido la instalación de mesas interinstitucionales, intersectoriales con organizaciones locales. Creo que eso sí marca una diferencia de como generalmente se hacía el trabajo, ¿no?”, expresó en entrevista.
“Lo primero fue hacer un diagnóstico. La organización Toronjil trabaja con la metodología PESA (Proyecto Estratégico de Seguridad Alimentaria, de la FAO), que es una metodología de desarrollo rural ya muy probada alrededor del mundo, donde se identifican prioridades para las comunidades, qué es lo más estratégico y lo más urgente. Se identifican en diferentes rubros, es vivienda, acceso al agua, el proceso que tiene que ver con producción-abastecimiento-distribución de alimentos”.

Acuerdos

En el resto del país se han instalado también las comisiones intersecretariales, a semejanza de la federal que sesionó por primera vez el 15 de febrero, en Palacio Nacional, con la participación de las 16 Secretarías de Estado más la Comisión de Pueblos Indígenas, el InMujeres y el DIF.
La Sedesol ha negociado estado por estado un Acuerdo Integral para el Desarrollo Social Incluyente, que define acciones a tomar y montos totales, tanto de aportaciones locales como federales mediante el Ramo 20, de Desarrollo Social, y una vertiente específica de la Cruzada.
Sin embargo, de las 32 entidades, Sedesol apenas ha firmado 10 y se ha negado a revelar el contenido.
En total, se reorientarán 71 programas federales de las diferentes dependencias que acumulan un presupuesto de alrededor de 290 mil millones de pesos.
Esta primera semana de abril tendrá que instalarse y sesionar el Consejo Nacional del SinHambre.