Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Por Julio César Ocaña

¡Paraíso bloqueado!

Instantáneas leves de un Estado fallido… y de una sociedad atolondarda

Luego de sobrevivir, ufanos y victoriosos, a los 41 grados Celsius que cual invisible valla se mantuvieron incólumes durante el trayecto de la Autopista del Sol entre Puente de Ixtla y la capital suriana, decidimos hacer un merecido picnic en lo que apareció a nuestros ojos como un verdadero oasis. Hicimos alto pues en el famoso Tecuán para la cervecita y el pozole de rigor, blanco y verde, y, ¿cómo no? para las crujientes, imperdonables botanitas chilapeñas, sin sacarle la vuelta tampoco a un retador caballito de mezcal tiernito de Tixtla.
Después de comer, beber y orinar como Dios manda, enfilamos satisfechos y apaciguados en cuerpo y alma hacia el negro ardiente asfalto para retomar el último tramo hacia la paradisiaca bahía que prometía recibirnos, rebosante de sensualidad, con brazos y piernas abiertas, en menos de 69 minutos.
Llegaríamos a tiempo para bañarnos y ponernos guapos. Eran las 3 de la tarde apenas y la boda tendría lugar hasta las 7 de la noche. Alcanzaría el tiempo hasta para un plácido coyotito en la deshilada hamaca de costumbre, allá por el rumbo de Mozimba. Mas, de pronto, el tráfico sobre Vicente Guerrero se puso pesado. “Debe ser por el inicio de las vacaciones, o tal vez algún accidente allá adelante”… Después de 30 minutos de avance a vuelta de rueda y ¡stop!, vuelta de rueda y ¡stop!, vuelta de rueda y ¡stop! comenzamos a inquietarnos. Se acabó la vuelta de rueda y sólo nos quedó el ¡stop!
Los carriles contrarios de la vialidad estaban completamente vacios. De cuando en cuando pasaba, raudo, uno que otro vehículo, pero no era el tráfico habitual para semejante vía. “No es un accidente, entonces”, pensaba. Por supuesto, ninguna autoridad apareció para informar algo, lo que fuera, mucho menos para poner alguito de orden en lo que se estaba convirtiendo ya en un soberano galimatías vehicular y peatonal…Y nos dieron las cuatro y las cinco y las seis y las siete y las ocho y las nueve y las diez y las once… Finalmente, luego de ocho eternas horas, una jornada completita y su pilón, aparecía, por fin, un fugaz indicio de “autoridad”. Un megáfono motorizado nos gritaba: “Enciendan sus motores y avancen despacio, el bloqueo ha sido levantado”. Sí, gracias por la inútil información, pendejo, desde hacía mucho sabíamos de lo que se trataba, y ordenarnos encender motores no era necesario, todos estábamos prestos a ello. ¿Que avanzáramos despacio? ¿Podíamos hacerlo de otra manera, amontonados como estábamos? ¡Estúpidos! Aparecieron cuando nadie los necesitaba para nada. ¿Por qué no lo hicieron antes, al menos para ofrecerle agua a la gente? ¿Para ayudar a mujeres y niños a brincar la cerca y acudir a los baños de los centros comerciales del otro lado de la avenida? ¿Para evitar algún accidente?
Mas, como dicen: “No hay malos soldados…”
Por supuesto, también ¡estúpidos! los líderes del movimiento magisterial que para “presionar al gobierno”, para protestar, para luchar por sus causas, no encuentran medio más eficaz que atentar contra la libertad y el derecho de libre tránsito de otra fracción de pueblo que, también como ellos, es víctima de un Estado fallido que a todos nos agravia.
Sin dejar de lado que es al Estado mexicano a quien debemos hacer responsable del descontento popular en todos los gremios de trabajadores del país, debo reconocer, con pena ajena, que los liderazgos de “izquierda” en México carecen del más elemental sentido de solidaridad para con quienes no forman parte de su “club de Tobi”, y que también son pueblo, tan pueblo como ellos…
¿Son tan torpes y tan limitadas en creatividad sus cabecitas “magisteriales” que no les permiten vislumbrar formas de protesta, de presión y de lucha que no atenten contra el resto de la población? ¿O acaso hay otra intención, más allá de la de ejercer presión sobre un gobierno a todas luces insensible, parcial, inepto, en suma fallido? ¿Buscan, quizá, más allá de ello, la confrontación social? ¿Cómo quieren que el resto de la población se solidarice con sus causas, si proceden con la misma mezquindad de la cual son víctimas también? ¿Si agreden a la sociedad de la forma más burda y vil? ¿Si la agravian, si la perjudican? ¿Hasta dónde llega su sensibilidad social, su inteligencia política, su visión histórica incluso?
Por lo visto no llega muy lejos.
Es verdad que la “reforma” educativa, al igual que el resto de las “reformas” emprendidas por el gobierno han sido diseñadas en función de los intereses de las ominosas minorías que se han adueñado del país desde hace muchos años, en agravio de la contraparte, ¿cómo más? Sin embargo, no es agrediendo a la población como logrará un gremio, el que sea, el reconocimiento y la solidaridad de otros para sus causas justas o no. No es así como lograrán los maestros en lucha defender exitosamente sus intereses y sus legítimos derechos…
En fin…, la cola varada no tenía fin… ¿Cuántas unidades pueden atascarse a lo largo de ocho, casi nueve largas horas, un viernes, sobre la vía preferida de la urbe chilanga en estampida vacacional? Por fortuna el clima después de las 4 había ayudado mucho, pero no tanto como para aliviar los malestares de mujeres embarazadas y la desesperación de niños pequeños y la de sus impotentes padres…. Los carriles bloqueados se prestaron para mingitorios al amparo del atardecer, mascotas incluidas, y el escenario se llenaría en un santiamén de siluetas y colores y olores mil, con traga fuegos, vendedores de todo lo posible, pandilleros excitados por la ocasión, reporteros trasnochados en busca de “la nota”…
Las trasnacionales de la chatarra hicieron, “of course my friend”, su agosto en marzo… 100 metros adelante moría un anciano de un infarto no atendido a tiempo; un joven desesperado ofrecía mil pesos a quien manejara su coche hasta Acapulco, pues su vista no se lo permitía en la oscuridad; a pocos metros, sobre un puente peatonal, cinco policías federales perseguían y capturaban a un imberbe narco menudista que, para ocultar la evidencia, arrojaba mochila y chamarra desde el puente. Los lugareños ni se inmutaron, acostumbrados estarán…
Personas a punto de ser atropelladas por vehículos en sentido contrario sobre los carriles vacíos de al lado… ¿Y la autoridá municipal y estatal, Apá?
Los anuncios de pronto desalojo “antimotinario”, como a eso de las 7, alegraban a muchos, pero atemorizaban a otros. Afortunadamente no alcanzó el tiempo para ello, una mano No Gubernamental intervino y medió para liberar a un pedazo de pueblo secuestrado por otro pedazo de pueblo… Y, de pronto, de manera intempestiva, cuando ya nos hacíamos a la idea de pasar la noche en tan singular campamento, !fuimos liberados! Los ánimos se excitaron, aunque, ya ni modo, nos habíamos perdido ceremonia nupcial y pachanga… ¡Qué bueno que no me tocaba jugarla de novio!
El trayecto Chilpo-Aca fue “rápido y furioso”. En la empinada bajada de Palo Blanco se habían embarrado más de diez vehículos repletos de gente, un autobús entre ellos. Pasamos a un ladito. Bizarras las imágenes de coches acordeonados, uno arriba o adentro del otro. Lo que quedó de un BMW hacía equilibrio sobre la valla de contención… ¿Y los ocupantes…? ¿Bien, gracias?…
Es evidente a todas luces que el tejido social en México, particularmente en Guerrero, está seriamente desgarrado. El Estado y sus operarios y operadores son ciertamente los responsables principales. Fruto de su parcialidad, su insensibilidad social, sus perniciosos hábitos simuladores, su ineptitud y su degradación política y ética, provocan descontentos mil y están aderezando, incluso, el caldo de cultivo para la incubación de una tan penosa como absurda confrontación social. Del otro lado, los ciudadanos inconformes y en pie de lucha muy bien que podrían optar por acciones de protesta y de presión inteligentes y creativas que no impliquen afectaciones a terceros e incluso les redunden en solidaridad de otros sectores de la población y no en repudios gratuitos (chequen las geniales formas de lucha de los combativos estudiantes chilenos).
Definitivamente, también es un caso claro de liderazgos huecos, miopes y fallidos, cuando no corrompidos y depravados políticamente también…
Después de 13 horas de avatares que en lo personal tomé con optimismo guasón, por fin llegamos a nuestro tórrido destino, aunque esta vez fue más tórrido el trayecto…
Esta vez…

@martioca
E-mail: [email protected]

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