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Caos vial por el cierre de Hurtado de Mendoza y Humboldt por obras del Acabús

Yee Trujillo

Por las obras viales del Acabús en la avenida Cuauhtémoc, desde la noche del miércoles el cruce con las calles Humboldt y Eduardo Mendoza fueron cerrados a la circulación, lo que ayer provocó un caos vehicular en el centro de la ciudad y la molestia de cientos de automovilistas que tardaron hasta más de media hora para lograr salir del embotellamiento.
En un recorrido realizado ayer por la avenida Cuauhtémoc después de la 1 de la tarde se observaron cientos de automovilistas y choferes del transporte público desesperados porque el cierre de estas vialidades y la falta de policías viales empeoraron el tráfico que ocurre en el centro de la ciudad desde enero, por las obras del nuevo sistema de transporte.
“Está pésimo, la verdad, no hay para donde irse, para nada, brillan por su ausencia esos amigos de la Policía Vial, y que movilicen más las obras porque estamos estancados la verdad, tengo como media hora queriendo salir del centro”, criticó el chofer de un taxi azul, Carlos Sarabia mientras trataba de meterse entre los automóviles.
Desde la Vía Rápida hasta el área de la antigua para del Vaquero Norteño, cientos de automovilistas se encontraban completamente detenidos durante lapsos de hasta diez minutos en largas filas de vehículos que después avanzaban lentamente, mientras que choferes de camiones urbanos y taxis se desviaban hacia las calles Francisco Javier Mina, Parián, Del Canal, Cinco de Febrero, Velásquez de León y Belisario Domínguez para tratar de evitar por lo menos un tramo de la Cuauhtémoc. En todo el recorrido por el centro, desde la Vía Rápida hasta la Costera no se observó ningún policía vial.
En uno de los sitios de los taxis colectivos que van hacia Pie de la Cuesta, el chofer Emanuel Pacheco reprochó que los trabajadores del Acabús no solo cerraron la calle Humboldt que los taxistas utilizan para salir de la Cuauhtémoc hacia la calzada Pie de la Cuesta, sino que cerraron el cruce con la calle Eduardo Mendoza, a un costado del Vaquero Norteño, que utilizaban para retornar hacia la zona poniente.
“Nos está afectando demasiado pero no podemos hacer nada, tenemos que adaptarnos, ahora tenemos que ir hasta Woolworth si queremos entrar al sitio y si no pues nos damos la vuelta en otro lado; me imagino que mientras van a avanzando las obras, al ratito van a cerrar allá también y ¿por dónde vamos a entrar?”, reprochó, y agregó que para salir del centro tienen que utilizar la calle Aquiles Serdán en doble sentido para no tener que retornar hasta el Mercado Central.
Uno de los mariachis que diariamente ofertan su servicio cerca de la gasolinería Modelo, Adán Ramírez, lamentó que el tráfico y la obra los han afectado económicamente porque no hay lugar donde sus clientes puedan estacionarse para pedirles informes o contratarlos, y esto se agravó con el cierre de la calle Humboldt, por lo que pidió que las autoridades estatales agilicen la obra.
“Venimos del barrio de Tambuco, vamos para el mercado, según venimos de rápido pero ya teníamos más de 20 minutos en el camión y mire a dónde venimos apenas, mejor nos vamos a ir caminando porque así no vamos a llegar, imagínate, ¿de aquí a allá vamos a hacer otra media hora sentadas?”, señaló molesta una madre de familia que se bajó de un camión de la ruta Caleta-Progreso-Florida en compañía de su hija cuando apenas se encontraban en el mercado de El Parazal.

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