Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Documenta en una cinta la directora Ana Cruz la lucha del sufragio femenino en México

Aurélie Daly

Las sufragistas es el título del documental que se estrenará hoy en Cinépolis Chilpancingo, sobre el paralelismo entre la historia del sufragio femenino en México a lo largo de un siglo de lucha, con documentos de archivos, y el testimonio de las escasas mujeres que lograron alcanzar un cargo político de alto rango en la República, en los 60 años que nos separan del reconocimiento del derecho de las mujeres a votar.
Después de interesarse en el papel de las mujeres durante la Revolución Mexicana, no por medio, como ya se hizo, de las soldaderas, sino a través de maestras, pensadoras y periodistas, en su documental Mujeres de la Revolución Mexicana, la directora Ana Cruz realizó una investigación sobre la baja representatividad de las mujeres en el paisaje político del país.
Explicó en entrevista que estaba trabajando en un proyecto de documental sobre la historia del sufragio femenino en México cuando descubrió la historia de Eufrosina Cruz, una mujer a quien  se le negó su derecho a presentarse a la presidencia de su comunidad de Santa María Quiegolani en el estado de Oaxaca por ser mujer. “Estaba haciendo una investigación sobre el sufragio femenino en la ciudad de México cuando me encontré con Eufrosina. Parecía que estábamos en el siglo pasado”, declaró, por lo que decidió juntar las dos historias, la del combate de esta mujer por participar en la vida política de su comunidad y la historia de un siglo de luchas de las mujeres para acceder al derecho a votar. Así es cómo construyó la trama del documental para destacar, detrás de la lucha por el sufragio, el combate por el poder político. “No quería algo tan convencional, tan frío, quería algo más vivo, más conmovedor. Lo que dio un giro diferente al documental fue la historia de Eufrosina que es una historia muy emotiva, llena de inspiración y de esperanza para muchas mujeres”, comentó.
Explicó que, al investigar sobre el sitio de las mujeres en política se enteró, tristemente, que en 60 años de derecho a votar sólo han habido seis mujeres gobernadoras y una jefa del gobierno del Distrito Federal. Decidió entrevistar a cada una de esas mujeres que lograron alcanzar el rango más alto del poder en México, porque, precisó, todavía no se ha dado que una mujer se convierta en presidenta de la República. La primera en acceder a este cargo fue Griselda Álvarez Ponce de León, gobernadora del estado de Colima, fallecida en 2009 por lo que Ana Cruz se acercó a una periodista, Enriqueta Cabrera, que escribió un libro sobre la ex gobernadora colimense. El documental da la voz a Beatriz Paredes, ex gobernadora de Tlaxcala; Amalia García, ex gobernadora de Zacatecas; Dulce María Sauri e Ivonne Ortega, ex gobernadoras de Yucatán y Rosario Robles, primera mujer al frente del Gobierno en el Distrito Federal.
En cuanto a la dirección de actores, comentó que tenía un cuestionario adaptado a la historia personal de cada una, conforme a la información que tenía de sus temas de predilección, y precisó que “con todas ellas tengo una relación muy estrecha”.
Para contar la historia del sufragio femenino en México, recurrió a imágenes de archivos de la filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México, que brindó un apoyo muy grande a la producción del documental, insistió. “Es una de las investigaciones más importantes que se hizo sobre el tema con muchas imágenes que nunca se proyectaron”, precisó.
Explicó que la historia del sufragio se presenta en el documental de manera cronológica a la que se agrega una historia paralela, la de Eufrosina. El documental se desarrolla desde la historia de Eufrosina en la actualidad, a la que se agregan imágenes de archivos de la lucha de las mujeres en el pasado, para destacar cómo en la actualidad, el caso de Eufrosina y de las demás entrevistadas “se asemeja mucho a otras mujeres que lucharon en el país”.
Consideró que la situación ha cambiado mucho y que cuando la gente escucha el discurso, reproducido en el documental, que pronunció Miguel Alemán Valdés para anunciar la decisión de conferir el derecho de votar a las mujeres, provoca risas. “Toda la gente se ríe porque le parece absurdo, le parece casi increíble, lo que comprueba que las cosas cambiaron en México, pero México es una sociedad que ha estado desganada en participación de las mujeres en política”, declaró, e invitó a comparar la situación de México, uno de los últimos países en otorgar el derecho de voto a las mujeres en el mundo, con otros países de América Latina.
Asimismo explicó que decidió entrevistar a la chilena Michelle Bachelet, no tanto por haber sido la primera presidenta de Chile, sino por su acción en la actualidad, como secretaria de ONU Mujeres, en el seno del que tiene por meta empoderar a las mujeres del mundo, al juzgar que sin una feminización del poder político será muy difícil que cambie el mundo. “La sociedad es muy diversa y no nos sentimos representadas, tiene que ser más incluyente. No es normal que la mitad del planeta dirija a la otra. Yo creo que hay una diferencia en la manera en que las mujeres toman decisiones, cuando tienen los recursos invierten más en la familia, en la educación, a diferencia de los hombres y (creo que pueden existir gracias a las mujeres en política) otras formas de negociar entre los países del mundo y de distribuir las riquezas”. Destacó también el papel importante de la mujeres en caso de crisis o de guerra, ya que siempre son las que se encargan “de la restauración de la paz y la recuperación de la sociedad”, gracias a su trabajo.
Enfatizó el ejemplo de ciertas comunidades de México y en específico en el estado de Oaxaca, donde los hombres se van de braceros y dejan a las mujeres encargarse de la comunidad, que queda en sus manos, pero no tienen, sin embargo, ningún derecho, ni siquiera el de ser propietarias de sus tierras. “Tienen la responsabilidad sin tener el derecho”, resumió.
“Me declaro defensora de los derechos de las mujeres, aunque mis amigas feministas me dicen que sí lo soy (feminista)”, concluyó con el orgullo de ser vista como tal.

468 ad