Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Desconcierto entre automovilistas causa el cambios de sentido en calles sin previo aviso

Yee Trujillo

Los sorpresivos cambios de sentido en la circulación vehicular de las calles Gabriel Avilés, Juan Sebastián Elcano en el fraccionamiento Hornos, y la avenida Juan R. Escudero en el centro de la ciudad por las obras del Acabús provocaron ayer desconcierto y molestia entre automovilistas por el complicado tráfico que provocaron.
En un recorrido realizado ayer por la mañana, se observó que tanto automovilistas como choferes del transporte público desconocían la medida puesta en marcha por la Secretaría de Seguridad Pública municipal para desahogar la carga vehicular en la avenida Costera y Cuauhtémoc, y en ninguno de estos lugares se observaron señalamientos viales o letreros que informaran sobre el cambio.
En la calle Gabriel Avilés del fraccionamiento Hornos, ubicada entre el ex golfito Carabalí y la avenida Niños Héroes, aunque el Ayuntamiento anunció que sólo se permitiría el tránsito en dirección Cuauhtémoc-Costera, decenas de vehículos circulaban en un carril en sentido contrario. Sobre esto, uno de los tres policías viales que vigilaban el cruce con la Costera aseguró que el cambio se aplicaría dependiendo de la carga vehicular acumulada durante el transcurso del día.
En la siguiente cuadra, en la calle Juan Sebastián Elcano, ubicada a un costado del Parque Papagayo, la circulación en sentido Costera-Cuauhtémoc fluía con lentitud, pero allí no había ningún policía vial agilizando el tránsito de todos los camiones del transporte público que se incorporaban a Cuauhtémoc, mientras algunos automovilistas continuaron circulando hacia la Costera porque nadie les indicó lo contrario.
En tanto, en el centro de la ciudad, automovilistas y choferes se quejaron porque desde el lunes la avenida Juan R. Escudero fue cerrada a la circulación en los carriles con dirección Centro-Costera, entre la Costera y la avenida Cinco de Mayo, y todos los vehículos deben circular en ambos sentidos por los otros dos carriles.
“Está muy mal, la verdad es que se ha vuelto un martirio venir al centro y ahora con esto más, uno tarda 20, 30 minutos en entrar, y para salir está peor, no hay para dónde darle”, criticó la señora Maricela mientras esperaba para avanzar hacia la Costera en su automóvil.
Por su parte, Tomás Bernal, chofer de un camión del transporte urbano, consideró que el cambio de sentido en las vialidades solamente provoca más tráfico al concentrar los vehículos en ciertas calles y se quejó porque las obras del Acabús han provocado que la duración de su recorrido de la colonia Emiliano Zapata al Centro aumente de una hora y media a más de tres horas, mientras que el consumo de combustible aumentó de 800 a mil cien pesos diarios.

468 ad