El SNTE pone el énfasis en que se respeten derechos laborales y se mejoren las escuelas

Hugo Pacheco León

Chilpancingo

Los maestros institucionales de la Delegación 14 del SNTE pusieron condiciones para su participación en el Pacto Social por la Educación a que se respeteten sus derechos y prestaciones laborales, se mejore la infraestructura y haya una reforma educativa, pero lo firmaron.
En su participación esperada, el líder del SNTE en Guerrero, Emiliano Díaz, acotó el entusiasmo gubernamental, y como si desconociera el contenido del pacto, que minutos más tarde firmaría, dijo al gobernador y a los funcionarios reunidos en el auditorio Sentimientos de la Nación, que no será un verdadero Pacto por la Educación si no contempla el tema de la infraestructura educativa, porque se requieren rehabilitación y construcción de aulas y escuelas.
Añadió que tampoco será un pacto “si no consideran la capacitación y la mejor preparación de los trabajadores de la educación y así no podrá ser efectivo; si no propiciamos el mejor entorno para los alumnos en cualquier nivel educativo, tampoco va a funcionar; si no hablamos de una reforma educativa, tampoco va a funcionar; y si no hablamos de la evaluación de los programas federales y de su aplicación para ver si funcionan o no, tampoco va a funcionar”.
Indicó que entiende que “el acuerdo (pacto) involucra a todos porque no habla de delegar responsabilidades, habla de asumir responsabilidades y hoy estamos contentos por este pacto, porque como organización sindical ratificamos que con esta firma no se trastocan los derechos de los trabajadores de la educación, ni los derechos laborales ni sindicales”.
Con ello logró arrancar el aplauso de los cientos de maestros afiliados al SNTE, que llevó al acto y que llenaron en su totalidad el auditorio.
No obstante su discurso, Emiliano Díaz enseguida firmó el pacto delante de todos y recibió el aplauso de sus agremiados y de los funcionarios.
La secretaria de Educación, Silvia Romero Suárez, organizadora del acto, dijo que el pacto es “es un compromiso colectivo para garantizar que todos los niños y las niñas puedan acceder a una educación de calidad”.
Lo anterior, dijo, es para “afrontar con mayor eficacia los grandes problemas que nos acosan como sector: el rezago, el analfabetismo, las escuelas incompletas, el ausentismo de maestros, la deserción escolar, la búsqueda de nuevas fuentes de financiamiento y mayores índices de seguridad en el entorno escolar”.
Y consideró que el pacto “será el detonante para acelerar las políticas de la mejora educativa que permitirán resultados satisfactorios, y se reflejarán en los estándares de evaluación individual y global de los actores educativos”.