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Infiltrados con bombas molotov y armas trataron de provocar a la autoridad, afirma el gobierno

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El secretario de Gobierno, Humberto Salgado Gómez, declaró que fueron infiltrados en el Movimiento Popular Guerrerense (MPG) los que ayer provocaron daños a las oficinas del PRI, Movimiento Ciudadano y PRD, en la casa de gestoría del senador Sofío Ramírez Hernández y en la contraloría interna de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG).
En una accidentada conferencia de prensa en la residencia Casa Guerrero, el funcionario advirtió que las autoridades estatales ya realizan las investigaciones para aplicar la ley a los responsables.
Dijo que estos infiltrados en el MPG tenían el propósito de provocar un enfrentamiento con la policía y que el gobierno del estado tiene informes de que no solamente llevaban bombas molotov, sino armas de fuego.
Sin embargo, al final, en la etapa de preguntas y respuestas, Salgado Gómez no supo decir qué grupos infiltraron al movimiento y pidió a los reporteros que ayudaran al gobierno a proporcionar datos que permitan identificarlos.
A las cinco y media de la tarde, el secretario de Gobierno, Salgado Gómez, salió a fijar la postura del gobierno del estado respecto a la jornada de protestas que realizaron ayer integrantes del MPG, que incluyó una marcha y un mitin en el zócalo de la capital, después del cual un grupo de los marchistas se trasladó a las oficinas del PAN, MC, PRD, a las oficinas del senador Sofío Ramírez y a la contraloría interna de la SEG, donde provocaron daños y en el caso del PRI incendiaron las oficinas, mientras que en la contraloría quemaron papelería afuera.
El secretario de Gobierno estuvo acompañado en la conferencia de prensa en una sala de Casa Guerrero, por la procuradora de Justicia del estado, Martha Elva Garzón Bernal, y por el secretario de Seguridad Pública y Protección Civil (SSPYPC), Guillermo Jiménez Padilla.
De entrada, el funcionario manifestó que el gobierno estatal no sólo lamenta los hechos de ayer, sino que los condena con toda la fuerza, porque, dijo, “no es posible que hechos como estos vengan a perturbar la vida de la población”, y agregó que “provocaron temor, agravio y el repudio de todos”.
Añadió que ante estos hechos, la pregunta que todo mundo se hace es por qué el gobierno no actuó en el momento, y fue cuando él mismo respondió que: “es claro y evidente de que se trataba de una verdadera provocación para que se diera un enfrentamiento con la policía y hubiera víctimas”.
Salgado Gómez añadió que eso no es permisible y que el gobierno no se iba a prestar, “a pesar de que estos actos que cometieron son una tropelía y actos de barbarie”.
Y después dijo que el gobierno tiene informes de que quienes cometieron estos actos no eran maestros, sino gente que se infiltró en el movimiento “y ya se trabaja para identificar a los responsables de estos hechos”.
“Son gentes que no pertenecen al magisterio, pueden haberse metido como parte del Movimiento Popular Guerrerense”, añadió más adelante el funcionario.
Pero dijo que de su identificación dará cuenta más adelante la investigación que se realiza al respecto.
Salgado Gómez agregó que el gobierno estatal obtuvo a tiempo informes de que ese grupo no sólo llevaba bombas molotov, algunas de ellas arrojadas a instalaciones de los partidos donde provocaron incendios, sino que también llevaban armas de fuego, y subrayó que las autoridades ministeriales ya realizan las investigaciones.
Explicó que desde ayer mismo por la tarde ya estaban recibiendo algunos testimonios “de gente que nos los está haciendo llegar, para proceder en contra de quienes resulten responsables”.
“Estos no sólo son actos que nos agravian, sino que son actos de barbarie y merecerán la aplicación de la ley, no habrá dispensas para nadie, los responsables habrán de pagar por sus actos”, advirtió al terminar su intervención.
Después siguió una accidentada etapa de preguntas y respuestas que se convirtió en un verdadero enfrentamiento verbal entre el funcionario y los reporteros, hasta que los tres funcionarios se pararon de la mesa y huyeron hacia otra sala.
–La omisión también es un delito por parte de las autoridades, durante más de tres horas hubo una ausencia plena de la autoridad, ¿ese es el reflejo de la administración del gobernador Ángel Aguirre, así es como actúan ustedes? –preguntó un reportero.
–Hubiera sido irresponsable que se hubiera actuado en ese momento, sabedores de que no solamente había las bombas molotov que fueron utilizadas en los distintos incendios que se provocaron, sino que teníamos muy claro que había armas de fuego. Cualquier actuación que se hubiera dado por parte de las autoridades hubiera sido para caer en la provocación que se estaba llevando a cabo.
–Secretario, usted habla de impunidad, pero ayer se dio un acto de impunidad. El gobierno liberó a los dos policías ministeriales que presuntamente estaban vinculados con el asesinato de dos estudiantes de Ayotzinapa. Todo eso exacerbó los ánimos en el magisterio, mas la aprobación de la ley por parte de los diputados… –intervino otro reportero.
–Está usted tratando dos cosas muy diferentes; la resolución que usted alude es de orden federal y nada tiene que ver el gobierno del estado, y lo que sucedió hoy aquí es por el problema de una iniciativa de dictamen que se aprobó ayer por parte del Congreso local.
–Usted habla que fue un agravio a la sociedad, al menos yo no vi a nadie que protestara por los actos –reviró el mismo reportero.
–Pregúntelo a la sociedad. Nosotros recibimos llamadas de la sociedad, de todas partes, diciendo que les había causado agravio.
Para estas alturas las intervenciones de los reporteros y del funcionario subían de tono. A veces se llegaba a los gritos.
–Yo se los digo de manera contundente, esto no son conjeturas, son hechos y lo que sucedió no tiene en verdad ningún perdón para que la justicia no se aplique –dijo Salgado Gómez.
–Díganos que grupos se infiltraron –insistieron los reporteros.
–No debemos estarnos cuestionándonos de algo que a ustedes mismos les consta. Lo que aquí sucedió, de verdad, son hechos de barbarie. Repito, no se trata de mentores, no se trata de maestros. Estamos hablando…
–Qué grupos se infiltraron –gritaron al unísono casi todos los reporteros.
–Yo estoy dando mi respuesta, les ruego me permitan, cuando uno habla… Lo estamos diciendo con toda claridad y es respetable. La opinión que nos hemos formado es con base a los testimonios y los datos que nos han allegado.
–Qué grupos se infiltraron, díganos, ¿son de la guerrilla, del crimen organizado, o quiénes son? –volvió a interrumpirlo otro reportero.
–Si ustedes nos dicen, o nos dan elementos, o si ustedes piensan lo contrario, bienvenidos todos los elementos que nos hagan llegar.
Su respuesta provocó ya, de plano, una andanada de reclamos, reproches y expresiones de rechazo.
“Así que, señores, en verdad les agradezco, hemos fijado la posición respecto de estos acontecimientos y cuando tengamos mayores noticias, tengan la seguridad que estaremos nuevamente con ustedes”, dijo Salgado Gómez y se paró, y tras él hicieron lo mismo Garzón Bernal y Jiménez Padilla.
–¿Cuantas averiguaciones previas ya se integraron? –preguntó todavía un reportero, pero para entonces los funcionarios traspasaban una puerta hacia otro salón de la residencia oficial del gobernador.

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