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Desde hace 11 meses Santiago vive en el DIF a causa de un padre que nunca lo reconoció

Yee Trujillo

 

 

Desde hace 11 meses Santiago del Carmen Torres vive en la Villa de los Niños del DIF Acapulco a causa de un juicio de restitución de menor que interpuso su padre biológico de origen estadunidense, Gregory Eugene Hawkins Junior, quien a pesar de no haberlo reconocido durante sus primeros cinco años que vivió en Estados Unidos ni responsabilizarse de sus gastos, reclama la guardia y custodia para quitárselo a su madre mexicana, Wendy Torres Cortázar.

Sin saberlo, Santiago del Carmen cambió de nombre a Santiago Hawkins y fue separado de su madre por el exhorto internacional número 01-2/2012. Actualmente el niño ya tiene 7 años y su madre está en espera de que finalice el juicio.

Del juicio que Hawkins Junior inició para quitarle a su hijo, Wendy Torres nunca supo nada. “Me enteré hasta el día en que llegó aquí Interpol México a detenernos, yo no sabía absolutamente nada, ellos alegan en el proceso del juicio, algo que es muy irónico también, que me buscaron vía Relaciones Exteriores, que supuestamente tenía la obligación de buscarme y pues obviamente no me buscó bien porque no me encontró, cuando él (Hawkins Junior) sabía mi dirección, entonces ¿qué quiere decir?, que ellos omitieron la dirección en un principio para que a mí no se me notificara, que se me notificara ya cuando él ya tuviera la sentencia, ya para quitarme al niño”, subrayó Torres Cortázar.

La mañana del 22 de mayo de 2012, cerca de las 11 de la mañana llegaron a casa de Torres Cortázar agentes de Interpol México y de la Agencia Federal de Investigación (AFI), todos armados, y le exigieron entregara a su hijo porque lo tenía retenido en contra de su voluntad o derrumbarían la puerta.

La mujer contó que por media hora su hijo estuvo se escondido, atemorizado en una habitación, y fue hasta las 12 del día que una actuaria del Juzgado Cuarto llegó a notificarle sobre un requerimiento para que acudiera a la audiencia final de un juicio, audiencia que había ocurrido a las 9:15 de la mañana de ese 22 de mayo de 2012.

Wendy Torres y su hijo fueron trasladados al Juzgado Cuarto, donde después de varias horas y con sólo hacer una llamada telefónica a un juez estadunidense y al representante de Relaciones Exteriores de México, la jueza Adriana Marina Flores Ruano decidió otorgarle la custodia al padre, por lo que tras amparos y recursos legales que interpuso en el Juzgado Sexto Federal con el apoyo de una abogada del DIF estatal, Fabiola Rojas, se resolvió enviar temporalmente al menor a la Villa de los Niños del DIF municipal.

En entrevista en su casa ubicada en la colonia Vicente Guerrero, la madre de otros dos niños y una niña, de 14, 12 y 9 años de edad, explicó que vivió en Estados Unidos por 19 años indocumentada y que hace más de siete años, tras separarse de su esposo Juan Carlos Del Carmen García, sostuvo una relación con Hawkins Junior en Atlanta, Georgia, y procrearon al niño que ahora está en el DIF, pero cuando ella tenía unos tres o cuatro meses de embarazo él se mudó a Arizona con su madre y solamente se comunicaba vía telefónica.

Dijo que después regresó con su esposo quien pagó todos los gastos prenatales, que ha continuado solventando la crianza de Santiago del Carmen y es legalmente su padre ya que lo registró, porque Hawkins Junior nunca quiso reconocerlo como su hijo ni formalizar la relación.

Agregó que llegó a México el 11 de marzo del año 2011, “con toda la documentación oficial legal de Estados Unidos acredité ante las autoridades migratorias mexicanas, con el acta de nacimiento de mi hijo, pasaporte americano, así como autorización notariada del padre legal, Juan Carlos Del Carmen García, para que pudiera ingresar el niño a México”.

Pero el padre biológico promovió un juicio de restitución de menor en Estados Unidos, el cual fue ganado por Hawkins Junior porque Wendy Torres nunca fue notificada por ninguna autoridad de la Secretaría de Relaciones Exteriores, por lo que la madre de Santiago del Carmen fue acusada de secuestro y sacar ilegalmente a su hijo de Estados Unidos, aunque ella argumenta que no fue secuestro porque ha mantenido comunicación telefónica con el padre biológico del niño, que ella le dio su dirección, por lo que supone el padre biológico contó a la justicia estadunidense una historia sin que ella pudiera defenderse.

Insistió en que no secuestró a su hijo porque salió legalmente de Estados Unidos con el pasaporte y la autorización de su padre Juan Carlos del Carmen, que los documentos oficiales que ella tiene y con los que acredita la personalidad jurídica del niño fueron validados por Vital Records, la autoridad encargada en Estados Unidos de los registros y de autorizar la doble nacionalidad, que aprobó todos estos documentos como fidedignos para las autoridades mexicanas que a su vez lo registraron, en febrero de este año, cuando hizo trámites para que Santiago del Carmen pudiera asistir a una escuela.

Aseguró que son mentiras las acusaciones de Hawkins Junior de haber extraído al niño de forma ilegal, porque Santiago salió con el permiso de su padre legal que mostró a las autoridades de la frontera, y con conocimiento de Hawkins Junior, a quien inclusive invitaron a lo que en un principio era un viaje de vacaciones pero por motivos de salud decidió quedarse en Acapulco con sus familiares.

Torres Cortázar argumentó que la Interpol llegó a su casa porque el padre biológico sabía la dirección y eso demuestra más irregularidades, porque si la interpol sabía la dirección nunca fue notificada por las autoridades mexicanas del juicio que el padre biológico promovía en su contra, sino que la actuaria llegó a notificarla tres horas después de que se llevó a cabo la audiencia final del caso, lo que evidencia irregularidades en el juicio porque no fue notificada ni pudo presentar las pruebas que acreditaran que su hijo está con sus padres reconocidos por la ley.

Los abogados Hawkins Junior alegan que su cliente obtuvo la custodia en agosto de 2011 y toda la documentación del niño se anuló supuestamente, lo cual, dijo la agraviada, resulta ilógico porque en febrero de este año tramitó el acta de nacimiento mexicana para que su hijo pudiera ir a la escuela y Vital Records los aprobó.

“La juez nunca tomó en cuenta ninguno de las pruebas o documentos, nada de lo que se presentó, yo no sé de materia legal, a mí las personas que me han asesorado me dicen que hubo muchísimas violaciones a los derechos del niño como mis derechos, desde el momento en que nos detienen como si fuéramos viles criminales, y en este momento comienzan las irregularidades y cosas que no tenían que haber sido así, pero si tú no has vivido en el país en el que naciste en los últimos 19 años obviamente que no sabes nada, no sabía ni quién era la AFI”, lamentó.

Torres Cortázar reprochó que la juez se ha inclinado a favor del padre biológico y que en una audiencia posterior, Flores Ruano le dijo que tiene que cumplir con la restitución del niño, con la orden que dictó el juez estadunidense y que ordenaría que Relaciones Exteriores que le consiguiera una visa para pelear por los derechos del niño en Estados Unidos, pero aseguró que en ningún momento los estadunidenses recibirán ordenes de un juez mexicano.

“Él alega que no tenía ningún contacto con su hijo aquí en México cuando es una total mentira, mi familia entera está de testigo que él hablaba aquí, al celular de mi mamá, al celular de mi hijo el mayor, a mi celular, es una total mentira que él no sabíamos dónde estábamos”, aseveró,.

Agregó que inclusive desde que llegaron al país Hawkins Junior le envió a Santiago solo cien dólares en navidad y en su cumpleaños porque el niño se los pidió para un disfraz.

Añadió que inclusive en repetidas ocasiones habló con el padre biológico del niño de que él podría venir a México para ir al Consulado de Estados Unidos y definir cómo compartir la custodia de Santiago y dónde estudiaría, pero nunca le habló sobre el juicio ni se interesó en venir a verlo.

Dijo que inclusive en noviembre volvieron a hablar sobre esto y acordaron que se reunirían a finales de mes para el cumpleaños de Santiago, pero que esto no ocurrió por intervención del abogado del padre biológico quien -aseguró- busca alargar el caso omitiendo información a beneficio propio por los honorarios que recibe.

Torres Cortázar también señaló que Hawkins Junior vino a Acapulco el 22 de mayo de 2012 y vio a Santiago sin permiso del DIF municipal “por la parte de afuera” de la villa, y aunque el 12 de marzo cuando se emitió otra sentencia también acudió al DIF en esta ocasión no quiso ver al niño, y desde entonces Santiago no quiere contestar las llamadas de su padre biológico sin importar que ella le pide que hable con él.

“Yo lo que les pido es que se respete que mi hijo por el simple hecho de ser hijo de una mexicana es mexicano también, y que se le trate como tal, que defiendan sus derechos, pido a gritos que las instituciones que tengan que tomarse un poquito de tiempo para revisar el caso, lo hagan, yo no pidiera esto si no supiera que mi hijo quiere estar con nosotros, yo no lo voy a dejar ir tan fácilmente, yo voy a seguir luchando y voy a llegar hasta donde tenga que llegar por defender a mi hijo”, indicó.

Pidió la intervención de las autoridades mexicanas, el gobernador Ángel Aguirre Rivero, y los jueces federales y magistrados estatales ante todas las irregularidades del caso.

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