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Marchan normalistas en protesta por la liberación de los acusados de matar a sus compañeros

Lourdes Chávez

 

Chilpancingo

 

Seguidos por unos 300 antimotines y observados por un helicóptero de la Policía Federal, alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa marcharon y protestaron ayer en la Autopista del Sol, en el punto donde el 12 de diciembre de 2011 fueron asesinados los estudiantes Jorge Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús.

En la vanguardia, la banda de guerra de la escuela no dejó de tocar, y los padres de los jóvenes asesinados en la manifestación reprimida a balazos hace un año con cuatro meses, volvieron a exigir castigo para los responsable intelectuales de la muerte de sus hijos, en respuesta a la liberación de los únicos dos detenidos por los homicidios el miércoles de esta semana, los policías ministeriales Ismael Matadamas Salinas y Rey David Cortés Flores.

Portando la fotografía de Jorge Alexis, su padre, el señor Jorge Herrera, denunció que el secretario general de Gobierno, Humberto Salgado Gómez, dio la orden de que mataran a sus hijos, porque el desalojo ya estaba planeado.

Confirmó que van a recurrir a instancias internacionales, “porque este gobierno que tenemos es pura corrupción, pura cochinada”.

Asimismo, María  Amadea de Jesús Tolentino, madre de Gabriel, reiteró su demanda de justicia, “porque hasta ahorita no ha habido nada”.

En la protesta llena de símbolos, los estudiantes llevaron a Lucio Cabañas en una pintura de tonos intensos en rojos, dos coronas de flores blancas y cajas forradas de negro, para representar los ataúdes de los jóvenes asesinados, y detrás de ellos, en hileras de tres, caminaron los estudiantes a paso lento.

Asimismo, un contingente de alumnas de distintas escuelas normales se manifestó con pancartas y crisantemos blancos y amarillos, así como maestros e integrantes del movimiento Yosoy132.

Se estimó una participación de unos 2 mil manifestantes, además de unos 300 antimotines estatales que siguieron la protesta prácticamente desde el inicio, cuando partió a medio día del norte de la ciudad, en el crucero del Caballito, al sur, hasta la Autopista del Sol.

Los uniformados se trasladaron en 15 camionetas y tres camiones, apenas atrás de los camiones del servicio público en que se trasladaron los estudiantes, pero el encargado del operativo, que más tarde se supo era el coordinador Operativo de la Policía Acreditada, Leonardo Vázquez, avanzó a pie.

Los estudiantes caminaron por avenidas de la ciudad y por la calle lateral del bulevar Vicente Guerrero —que es parte de la Autopista del Sol—, hasta las 2:20 de la tarde, cuando bloquearon ambos sentidos de la carretera federal.

En el punto donde se divide la carretera federal y la de cuota, los manifestantes realizaron un acto político y los familiares colocaron flores en las cruces que en las orillas de la carretera recuerdan que ahí cayeron muertos. A las 3 de la tarde volvieron al plantón estatal de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación.

La señora María Amadea limpió el pasto que crecía alrededor de la cruz de su hijo, junto al carril de sur a norte, la adornó con flores y dejó una veladora encendida; mientras Jorge Herrera, con el apoyo de los estudiantes, sujetó la corona de rosas en la insignia en el sentido contrario.

A las 3 de la tarde, anunciaron el regreso al plantón de la CETEG, por una calle lateral del bulevar, mientras denunciaban el acoso policiaco, de los policías estatales y de un helicóptero de la Policía Federal que al parecer tomaba fotografías desde el aire, y que no dejó de sobrevolar la protesta hasta que se diluyó la manifestación.

De regreso, los estudiantes lanzaron piedras, con resorteras y buen tino, a los cristales de unos ocho camiones del servicio público que transitaban sobre la vía rápida, provocando abolladuras y en uno de los casos, la caída del cristal de una ventana.

 

La protesta

 

En general, la manifestación se realizó con incidentes menores, una señora de la tercera edad recriminó que dejaran de ser “huevones” y que leyeran la reforma educativa, y unos metros adelante una madre de familia les pedía “ánimo”.

Los policías recibieron aplausos en una de las avenidas, porque su presencia pronosticaba un desalojo.

La presencia de los uniformados obligó a reorganizar la protesta, que integró un nuevo bloque que se colocó en la retaguarda, con una mayoría de hombres que comenzaron a recoger piedras durante el camino.

Aunque al inicio de la manifestación no había grupos con palos ni tubos entre los maestros.

Algunos estudiantes, con el rostro cubierto, realizaron pintas en el recorrido, en el Palacio de la Cultura y en camellones; en la PGJE dejaron la leyenda “Procuraduría de injusticia”, “malditos corruptos”, “oficina de asesinos”. Adentro de las instalaciones, aguardaron el paso de los manifestantes policías antimotines.

Sobre el paso a desnivel de la Autopista del Sol, donde ya se habían borrado las consignas que dejaron durante sus protestas los maestros, los estudiantes volvieron a escribir “mientras ustedes pintan de blanco, nosotros le damos voz a nuestros muertos”.

Fueron constantes las consignas de “no hay justicia en Guerrero para los pobres”, “no más sangre, no más 12 de diciembre”, “ni perdón, ni olvido, castigo a los asesinos”.

Mediante pancartas, las estudiantes normalistas y maestros también reclamaron: “sueltan a los asesinos de normalistas y persiguen a dirigentes del magisterio”, “si los ciudadanos fueran banqueros, los policías los cuidarían”, “Art. 26 para una ley reforma, al pueblo de debe consultar”.

 

El mitin político

 

Por la presencia de la policía, el sobrevuelo bajo del helicóptero y de un avión no tripulado de los conocidos como drones, el mitin en la Autopista del Sol se realizó con premura.

A través de  un altavoz, un estudiante hizo una reseña de las demandas que en diciembre de 2012 los obligaron a manifestarse en la Autopista del Sol, la agresión de los policías, el saldo de la represión y la liberación de los dos únicos señalados como responsables del homicidio de sus compañeros.

También denunciaron el “hostigamiento” del gobernador Ángel Aguirre Rivero, que envió a los antimotines a inhibir la protesta, y ratificaron su demanda de juicio político al Ejecutivo por las ejecuciones extrajudiciales de los dos estudiantes.

A las 3 se indicó el desalojo de la autopista que en unos 20 minutos después fue liberada por los manifestantes que avanzaron por la calle lateral del bulevar Vicente Guerrero, y los policías antimotines se apresuraron a adelantarse a los manifestantes y en el sentido contrario se observó que algunos ingresaron a la PGJE.

Mientras salían de la carretera, los manifestantes pasaron frente a los uniformaron, a quienes dirigieron sus consignas.

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