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Cientos de policías y acarreados rodearon el Congreso

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Cientos de policías estatales, transportistas y grupos civiles blindaron desde las primeras horas de ayer las instalaciones del Congreso local y sus alrededores, para impedir la llegada de los integrantes del Movimiento Popular Guerrerense (MPG) o grupos sociales inconformes que pretendieran protestar afuera, debido a que en el interior rendiría su segundo informe de labores el gobernador Ángel Aguirre Rivero.
Transportistas y trabajadores del gobierno del estado formaron una gran valla que comenzó desde la puerta uno de la residencia Casa Guerrero, siguió por la avenida de la Juventud, después por la avenida Lázaro Cárdenas y dio vuelta frente a Ciudad Universitaria para llegar al Congreso local, con el fin de proteger al gobernador a su paso por esa ruta.
Desde antes de las 9 de la mañana, personal de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Civil (SSPYPC), así como integrantes del equipo de seguridad del gobernador, cerraron con vallas metálicas todos los accesos al Congreso; la calle que da a las entradas principales fue bloqueada desde el puente que se encuentra frente a Ciudad Universitaria y la avenida José Francisco Ruíz Massieu, a la altura del restaurante Señorial.
Mientras tanto, por el lado sur fue cerrado el acceso desde el encauzamiento Alejandro Cervantes Delgado y a unos 50 metros de la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR).
Además, cerraron los accesos de la parte oriente por el lado del bulevar  Vicente Guerrero.
Así, todas las entradas fueron bloqueadas, y los invitados al informe o grupos sociales que iban a respaldar al gobernador, debían llegar con el riguroso gafete en la mano para que el personal de seguridad les cediera el paso, de lo contrario simplemente tenían que regresarse, o esperar a que algún conocido fuera por ellos para autorizar su ingreso.
A pesar de que la entrada fue restringida, poco a poco se fue llenando alrededor del Congreso local y aproximadamente a las 11 de la mañana, cuando llegó el gobernador,  ya se encontraba una muchedumbre; varios de los asistentes portaban mantas y pancartas con expresiones de apoyo al gobernador. También había bandas de música que amenazaban el ambiente.
Las estrictas medidas de seguridad alejaron todo intento de protesta. En el interior del cerco de seguridad más de 500 policías resguardaban el inmueble, y al exterior grupos de policías se apostaron a discreción en las áreas donde se pensó podrían filtrarse inconformes.
Pero no sólo policías preventivos estatales y ministeriales se encargaron de la seguridad del inmueble para que el gobernador rindiera su segundo informe de labores; en la avenida Lázaro Cárdenas, que a la altura de Ciudad Universitaria da acceso al Congreso local, cientos de transportistas que llegaron de varias ciudades del estado fueron colocados en valla con sus respectivas unidades. Destacaban entre ellos “los rudos” de Ciudad Renacimiento, la colonia Laja y la Zapata de Acapulco.
La valla en la que fueron intercalados empleados del gobierno del estado y grupos de ciudadanos a quienes al final les entregaron una bolsita con una torta, jugo y agua, comenzó desde la puerta uno de la Casa Guerrero, y siguió por la avenida de la Juventud, paralela a la Ruffo Figueroa, donde se encuentra el plantón de integrantes del Movimiento Popular Guerrerense.
Después dobló hacia el norte por la avenida Lázaro Cárdenas frente a Ciudad Universitaria, por donde dobló hacia la izquierda hasta llegar abajo del puente, donde estaba el primer bloqueo con vallas metálicas y policías preventivos estatales.
Esa fue la ruta de aproximadamente tres kilómetros que tomó el gobernador Ángel Aguirre para llegar al Congreso local.
La misma ruta fue recorrida hasta en dos ocasiones la noche del domingo; una a las 12 de la noche y otra a las 2 y media de la madrugada, en una ocasión por el secretario de Seguridad Pública, Guillermo Jiménez Padilla, y en otra por el secretario de Gobierno, Humberto Salgado Gómez, a manera de ensayo y para prever cualquier contingencia durante el paso de Aguirre Rivero ayer.
La noche del domingo los dos funcionarios fueron resguardados por un aparatoso operativo de seguridad compuesto por policías de la preventiva estatal y ministerial, con sirenas y torretas encendidas, lo que llevó a pensar a los plantonistas del MPG, que se encuentran a sólo a una calle, así como a algunos periodistas, que se trataba de un operativo para el desalojo. Sin embargo, tanto el ensayo como el recorrido del gobernador ayer transcurrieron sin incidentes.

Vuelven los acarreados

Por el lado sur del Congreso local, alrededor del Museo Interactivo La Avispa, en las laterales del encauzamiento Alejandro Cervantes Delgado, frente al Palacio de Gobierno y el Tecnológico, decenas de camiones comenzaron a estacionarse desde las 10 de la mañana, y de ellos descendieron cientos de personas que se concentraron frente al museo.
Allí les entregaron un lunch, una playera con la leyenda de Guerrero Cumple, así como un banderín o una pancarta con expresiones de apoyo al gobernador Ángel Aguirre.
Casi todas tenían la misma letra y decían lo mismo: “Aguirre Rivero, te apoyamos” o “Gobernador, amigo, el pueblo está contigo”. En este lugar amenizaban el ambiente bandas de música y danzas. También bailaba un grupo de mujeres de Zitlala vestidas con sus trajes de acatecas.
Los grupos de personas que fueron traídos de varios municipios partían de allí en grupos hacia el Congreso local; adelante iba el salvoconducto que les abría el paso, aunque solamente pudieran llegar a la calle que pasa frente al Congreso, pues ese era su lugar para cumplir con su función: decorar o embellecer el escenario exterior del inmueble en donde el gobernador rendía su informe.
Al término del informe, los grupos de ciudadanos regresaron nuevamente frente al museo de La Avispa, donde los esperaron con canastones de bolillos y atole.
Una mujer acapulqueña, quien con el brazo aprisionaba sobre el pecho cuatro bolillos, recriminó a un fotógrafo que le tomó una placa: “sí, tómala, para que vean qué es lo que nos da de comer tu gobernador muerto de hambre”.
Independientemente de los policías, transportistas y grupos de ciudadanos que blindaron los alrededores del Congreso local, una caravana de cinco patrullas con elementos de la Policía Estatal a bordo permanecieron realizando recorridos por las calles cercanas al Congreso desde que comenzó y hasta que terminó el informe del gobernador.

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