Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Remonta Monterrey y gana 4-2 al Santos; irá por tercera vez al Mundial de Clubes

Staff / Agencia Reforma

Monterrey

¡Épico! Monterrey es tricampeón de la Concacaf e irá una vez más al Mundial de Clubes.
Una auténtica gesta se vivió ayer en el estadio Tecnológico ya que los Rayados se repusieron de una desventaja de dos goles para alzarse con el título tras el 4-2 sobre Santos en la final.
En sólo 31 minutos los Rayados hicieron que temblara toda la Sultana del Norte, que el “sí se puede” dejara de ser un mensaje de optimismo a una realidad y así obtuvieron el boleto para Marruecos 2013, para su tercer Mundial de Clubes del que estuvieron lejos durante 59 minutos.
Porque ahora los goles de Darwin Quintero al 38’, en cuya acción previa había fuera de lugar, y de Felipe Baloy al 50’ quedaron para la historia y todo porque una vez más Víctor Manuel Vucetich tuvo la varita mágica, cuando más se necesitaba, pero para que la magia surtiera efecto fue fundamental Aldo de Nigris, quien le dedicó la hazaña a su fallecido hermano Antonio.
Al 60’, Aldo le devolvió la ilusión a todos los Rayados con la primera anotación, pero aun así la misión lucía más que complicada porque requerían ganar el partido; cualquier empate le daba el campeonato a Santos por gol de visitante.
Fue entonces cuando los Guerreros apostaron por cuidar la ventaja, por ampararse en su solidez defensiva por la que son los mejores en el rubro en la Liga, pero su zaga flaqueó en el momento más inoportuno, aunque quizá ni el más optimista pensaba en este escenario.
Los Rayados se adueñaron del partido. De nada bastó el que los laguneros apostaran por reforzar la media cancha si a final de cuentas tras el gol de Baloy se olvidaron de que aún faltaban minutos en el reloj.
Fue al 83’ cuando un tiro de Neri Cardozo se le escurrió a Oswaldo Sánchez. En el Tec la afición estaba entregada, aferrada a un final de novela, de esos que se contarán de generación en generación.
Faltaba lo mejor, aquel momento en que De Nigris mandó un sólido cabezazo al 86’ tras un centro de Suazo, el gol que inclinó la balanza y que acercó a Monterrey a su conquista, que derrumbó las esperanzas de los laguneros y de su técnico Pedro Caixinha, que en su primer torneo al frente llegó a la final, pero no supo cómo conservar una gran ventaja.
El momento anímico ya era de Rayados que había apostado a matar o morir, y mató. Así desbordó Jesús Zavala por izquierda y mandó el servicio para el gol del Chupete Suazo, el que coronó al cuadro regio y los mandó directo a Marruecos como los monarcas de la Concacaf.

468 ad