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Bayern Múnich remata al Barcelona en el Camp Nou y completa la final alemana en la Champions League

DPA

Barcelona

El Bayern Múnich completó ayer la final alemana en la Liga de Campeones europea de futbol al golear al Barcelona con facilidad por 3-0 también en el Camp Nou.
Los bávaros se enfrentarán el 25 de mayo en el estadio londinense de Wembley al Borussia Dortmund, que el martes pasado logró el pase tras dejar atrás al Real Madrid.
Será la cuarta final entre dos equipos de la misma nacionalidad y la tercera del Bayern Múnich en las cuatro últimas ediciones de la Liga de Campeones.
“Un 4-0 en casa y un 3-0 aquí: ¡esto hace historia!”, dijo el holandés Arjen Robben, autor de uno de los goles alemanes. “Pero ahora tenemos también que ganar esto”.
El Barcelona fue la otra cara de la moneda, la de un equipo hundido, apaleado y aturdido que perdió las semifinales por un global de 7-0.
“Cuando un equipo es tan superior, sólo hay que felicitarlo”, dijo el defensa español Gerard Piqué. “Ahora queda ganar el título de Liga cuanto antes y esperar al final de temporada para tomar algún tipo de decisión”.
La hinchada del Barcelona acudió en masa al Camp Nou en su sueño de remontada, pero éste se desvaneció ya minutos antes de comenzar el encuentro: Lionel Messi no estaba en el once inicial.
El ausencia del argentino acabó rodeada de misterio, pues tras el partido el entrenador Tito Vilanova admitió que el delantero argentino no está lesionado.
“No hay lesión, pero después de tantos días sin entrenar un jugador no se siente cómodo”, explicó. “No se sentía bien, no tenía buenas sensaciones, tenía la sensación de que encontrándose así no iba a ayudar a su equipo”.
Fue un duro golpe en el ánimo local, que había fundado casi todas sus esperanzas de milagro en la presencia del argentino.
A cambio, el Barcelona propuso una delantera compuesta por David Villa, Cesc Fábregas y Pedro, tres futbolistas que no pasan precisamente por su mejor momento.
El Bayern Múnich se presentó en el Camp Nou con toda su grandeza, la propia del favorito a ganar la Liga de Campeones. Lejos de especular con el 4-0 de la ida, salió a presionar al rival, a buscarlo a su área, mostrando sin reservas su extraordinario despliegue físico.
Sustentado en la solidez de Bastian Schweinsteiger y Javi Martínez en la medular, más el vértigo de Franck Ribery y Arjen Robben en las bandas, el conjunto alemán mandó desde el primer tramo del encuentro. Al rescate del Barcelona apareció Gerard Piqué, providencial en un par de cortes en su área.
El Barcelona echó de menos una mayor incidencia de Andrés Iniesta y Xavi Hernández, las brújulas del conjunto azulgrana, quienes apenas entraron en juego en las zonas trascendentes del campo. Su mayor peligro llegó con disparos lejanos de Pedro o Dani Alves.
La primera parte fue vertiginosa por el ritmo de los dos equipos, aunque los arqueros apenas intervinieron. En este escenario, y sin la amenazante presencia de Messi, el Bayern Múnich ya se sintió ganador cuando se marchó al descanso.
Y ese sentimiento lo acrecentó al comienzo de la segunda mitad, cuando marcó el primero. El lateral austríaco David Alaba realizó un magnífico cambio de juego hacia la banda derecha, desde donde arrancó Robben. El extremo holandés orientó su carrera hacia su pierna zurda y realizó un disparo brutal que entró como un obús.
Entonces los hinchas del Barcelona comenzaron a abandonar progresivamente el estadio, pues preveían una segunda parte muy larga para sus colores. Con todo a favor y con un rival persiguiendo sombras, el Bayern Múnich movió el balón a su antojo.
Vilanova no sólo pareció dar por perdida la eliminatoria, sino también el partido. Así se dedujo al quitar del campo a Xavi e Iniesta, mientras Messi seguía viendo el partido desde la primera fila del banquillo.
La relajación no le impidió al Bayern Múnich aumentar su renta. El segundo tanto apareció a los 72 minutos, con la progresión de Ribery por la izquierda, su pase atrás y el autogol de Piqué entre el silencio de la hinchada local y la fiesta visitante.
Y cuatro minutos después llegó el tercero, con una nueva maravilla de Ribéry. El francés volvió a entrar como un cuchillo por la banda de Alves, centró al palo alejado y Thomas Müller marcó de cabeza. Ahí pisó el freno el conjunto de Jupp Heynckes.
Fue una noche muy dura, casi cruel, para el Barcelona, que quedó fuera de la Liga de Campeones por un resultado global de 7-0. Todo un golpe para un equipo que no hace mucho se exhibía en el continente. Un margen extraordinario para unas semifinales de la Liga de Campeones, en la que el conjunto azulgrana se vio arrollado.
El cambio de guardia en el fútbol europeo quedó constatado esta semana con el pase de los dos equipos alemanes a la final. Ahora el Bayern Múnich es el gran favorito al título, y más después de arrollar de esta manera a un Barcelona aturdido. Hace una semana con Messi y ahora sin él. El conjunto alemán lo aplastó.

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