Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jorge Camacho Peñaloza

De fundamentalismos, acuerdos y palazos

Un fundamentalista destruye su libre albedrío y por ello se cree con el derecho de destruir el de los demás. Luis Gabriel Carrillo Navas.
Aunque mi colega articulista de esta noble casa editorial de El Sur Tomás Tenorio Galindo me defina como un fundamentalista, seguiré insistiendo que en México y Guerrero hace falta que la ley tenga más vigencia para poder dar el salto a una sociedad más segura, con más progreso y gobiernos más honestos y obedientes de la sociedad, pero también en que no es a palazos ni toletazos como debemos dirimir nuestras diferencias ni imponer nuestra voluntad a la sociedad, y lo que han estado haciendo los maestros de la CETEG es precisamente eso, tratar a palazos de evitar que haya una reforma educativa y de imponer asimismo, a palazos, lo que ellos creen que debe contener una reforma a la educación.
A partir de que cada quien cree que tiene su verdad o la razón, todos seríamos fundamentalistas, sólo que hay unos que son más porque creen tener la verdad absoluta y descalifican a la de los demás, quieren que se aplique su ideología por encima de las leyes de la sociedad y porque creen que las cosas se pueden resolver a palazos, ante éstos yo me considero un demócrata y si ellos creen tener toda la verdad y tener argumentos casi santos de tan justos, ya no es mi problema, aunque yo sea fundamentalista.
Los políticos debemos ser capaces, tener la capacidad, de sentar a todo aquel que tenga una incomodidad, protesta, inconformidad, desacuerdo, rebeldía, acerca de cómo se están manejando las cosas públicas, y no cerrarnos al diálogo, pero de igual modo quien tenga una protesta debe tener la capacidad de canalizarla por las diferentes convenciones, instituciones, que hemos creado la sociedad para dirimir nuestras diferencias, y no irse a palazos a todo lo que se atraviese y parezca gobierno. Cerrarse al diálogo e irse a palazos contra todo lo que huela a gobierno eso sí es ser fundamentalista, puede llegar a ser hasta criminal y delincuencial.
Lo que quiero hacer en esta ocasión es llamar a todos a hacer a un lado nuestro fundamentalismo y seguir insistiendo en la construcción de un acuerdo por Guerrero, por lo menos las fuerzas político partidistas más importantes del estado ya se han pronunciado favorablemente al respecto o así lo dejaron entrever en sus posicionamientos con motivo de la presencia del gobernador del estado en el Congreso el pasado lunes en Chilpancingo, falta saber lo que dicen las demás organizaciones e instituciones sociales, niveles de gobierno, actores políticos y sociales y por supuesto los maestros de la CETEG. Fuera fundamentalismos y sentémonos a dialogar.
Como diputado integrante de la actual legislatura del Congreso del estado estoy dispuesto a defender la permanencia de los maestros en su trabajo, pero mostrando disposición a capacitarse y actualizarse en su desempeño, y a que su mejora sea evaluada a partir de las condiciones actuales de su capacidad; estoy dispuesto a defender la gratuidad de la educación en el sentido de que no se debe obligar por ningún motivo a los padres de familia a cooperar con el funcionamiento y operación escolar; estoy dispuesto a defender el derecho de los maestros a ocupar cargos de dirección y supervisión en el sistema educativo pero a partir de un sistema escalafonario de competencias.
Pero también estoy dispuesto a discutir estos temas con los demás actores políticos y sociales, a escuchar otras voces, opiniones, razones, argumentos, a construir coincidencias, a aportar mi parte, a ceder, a dar y pedir la razón, a ver el beneficio más allá de lo personal, a ver el beneficio para la sociedad, para Guerrero, sobre todo para la educación de nuestras niñas y niños para que sean mejores que nosotros y tengan la posibilidad de construir un mejor Guerrero que el que tenemos.
No podemos seguir por la ruta de las demostraciones de fuerza, de los fundamentalismos, la cerrazón, los palazos, del fomento de la polarización, de la confrontación. Hagamos una pausa, convoquémonos a un nuevo diálogo basado en la confianza, en los beneficios para los niños y niñas, para la sociedad, para Guerrero.
Detengamos esta violencia pero no con más violencia, dejemos todos nuestros fundamentalismos a un lado y construyamos todos un nuevo acuerdo por lo esencial, que traiga estabilidad, paz, seguridad y armonía a todos, y a partir de ahí una nueva relación política y social en Guerrero, en la que todos respetemos la ley y le apostemos a justicia y a la democracia.
Vuela vuela palomita y ve y dile: a los maestros de la CETEG que vayamos haciendo foros de cara a la reglamentación de la ley de educación para especificar ahí los puntos de su preocupación en beneficio de la nación.

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