Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Anituy Rebolledo Ayerdi

Botica 9

Un abrazo solidario para los colegas David Páramo y Martha González por la pérdida de sus hijos David y Alejandro, acribillados vilmente en Chihuahua

 

 

El Día de la Madre

 

“Se trata de una idea bellísima y la comparto con entusiasmo” –la de fijar el 10 de mayo de cada año como Día de la Madre–, opinó el secretario de Educación Pública, José Vasconcelos, al tiempo de felicitar la iniciativa del diario Excélsior y su director don Rafael Alducin. “Sin titubeos la aplaudo y la apoyo en las esferas de mis actividades”, rubricó el filósofo oaxaqueño.

El periódico de la vida nacional aceptaba haber copiado la celebración del calendario de festividades de los Estados Unidos (segundo domingo de Mayo), y lo justificaba aludiendo a situaciones coyunturales. Particularmente a “una campaña suicida y criminal contra la maternidad desatada en Yucatán por su gobernador Felipe Carrillo Puerto”. Se refería Excélsior a un folleto titulado Regulación de la natalidad o Brújula del hogar, distribuido por el gobierno peninsular y en el cual describían los métodos mas eficaces para evitar la concepción. Mismo documento que aconsejaba a las yucatecas a suprimir el matrimonio civil o religioso optando por la unión libre y natural. “Así lo exige la moral de los tiempos modernos”, puntualizaba.

Las voces de condena procedentes principalmente de grupos católicos serán burladas por los autores del proyecto. Preguntan: “¿Que no el sexto de los 10 Mandamientos tiende a la restricción de la familia, del género humano y aun más al abatimiento total de la especie? ¿Cómo iba la especie humana a multiplicarse si cumpliera con el No Fornicarás ?”. E irán más allá recomendando a las mujeres “no asistir más a la iglesia y alejarse de los sacerdotes”. “Estos hombres criminales –acusaba el panfleto–, tienen necesidad de mantenerlas en una perenne ignorancia a fin de utilizarlas siempre como esclavas”.

Excélsior involucró en su campaña a instituciones clave de la sociedad mexicana y entre ellas la jerarquía eclesiástica, los tres niveles de gobierno y en particular la secretaría de Educación Pública, como se ha visto. De igual forma los promotores de espectáculos, la beneficencia pública y principalísimamente el comercio. Este sector será el encargado de orientar a los mexicanos sobre cómo y dónde festejar a las madrecitas el primer día dedicado a ellas, pero sobre todo qué regalarles. Ejemplo:

“Llévela a cenar a un restaurante de moda, donde los acordes de una buena orquesta dejaran un grato recuerdo en su memoria”. O bien, “invítela al cine o al teatro que ofrecerán en tal fecha programas especiales. Incluso, puede llevarla a un cabaret siempre y cuando la variedad no esté reñida con la moral pública”.

 

El 10 de mayo

 

Y llega el tan esperado día. El miércoles 10 de mayo de 1922, Excélsior dedica toda su primera plana para festejar el éxito de su iniciativa, a la que se ha sumado todo México. “Nunca como hoy –alardea– habremos de ver en las calles capitalinas y de todas las ciudades de la República, una demostración palpable de que en este país no han muerto los sentimientos maternos”. Pontifica: “Nada más ilusorio que glorificar la esencia de la madre a través de su aspecto fisiológico exclusivamente y aquí seremos portavoces de lo contrario. Lavar, dar de comer, educar ¡no es trabajo! Si el gozo y el sufrimiento están presentes son tareas que se hacen por amor, tareas femeninas por excelencia, con atributos que son heredados (¡O tempora o mores!).

 

Los regalos

 

A la pregunta general de ¿y ahora qué?, el diario, que vivirá su mejor época bajo la dirección de don Julio Scherer, responde con experiencias de otras partes del mundo. Es costumbre ese día colmar de felicidad a las progenitoras ofreciéndoles sorpresas agradables. Como éstas:

“Un reloj pulsera, un corset confortable, un fino corte de seda, un sombrero de moda, un vestido moderno, un frasco de perfume, un piano automático, unos gemelos para teatro, un impermeable de gabardina, una batería de cocina, un surtido de lencería, un par de guantes, un candil eléctrico, un fonógrafo nuevo, una alhaja valiosa y una bolsa de mano”.

Ningún regalo a la madre estará completo sin una tarjeta con diseños especiales para la ocasión. Hoy el sumum de la cursilería.

Por su parte, la Corsetería Francesa, en 16 de Septiembre 65, ofrece un paquete de seis artículos indispensables para la madre moderna: faja marca Princesse, combinación Warners, portabusto Maiden Form, par de medias de nylon, camisón americano y fondo importado.

No se queda atrás el Centro Comercial Odontológico Metropolitano con su oferta de una rifa de 50 dentaduras postizas entre las madrecitas “molachas”.

 

El brindis del bohemio

 

La celebración del 10 de Mayo será acompañada desde su primera versión (y seguramente hasta la de mañana viernes) por la expresión poética de amor y amargura contenida en El brindis del bohemio, del periodista sanluiseño Guillermo Aguirre y Fierro (1887-1949). Cuando sea declamado con voz trémula en un ámbito cantinero, entre humo de tabaco y efluvios de alcohol, no faltará un reto como este: “Van estos mil pesos para el cabrón que no chille…”.

 

Por mi madre bohemios!,

¡Por esa brindo yo,

dejad que llore

que en lágrimas desflore

esta pena letal que me asesina;

dejad que brinde por mi madre ausente

por la que llora y siente

que mi ausencia es fuego que calcina….

 

Y, por supuesto, nadie los ganará.

 

Monumento

 

Excélsior se saldrá con la suya cuando, cinco lustros más tarde, el presidente Miguel Alemán inaugure en la ciudad de México el Monumento a la Madre, que a muchas de ellas les parecerá ¡ho-rri-pi-lan-te!

 

Invento siniestro

 

Aquel dichoso 10 de mayo de 1922 será para no pocas madres un invento siniestro que les aumentará el trabajo y las preocupaciones , además de mermarles el sustento diario. Al acercarse el Día de la Madre comenzaban las exigencias laborales y económicas para el festejo escolar dedicado a las “jefitas”. Ya fuera que ellas mismas pedalearan la Singer o que lo encargaran con la vecina, el trajecito o disfraz para el festival escolar debía estar listo con tiempo. Barato si se trataba de la Sanmarqueña, por ejemplo, caro si de Manola en España cañí, con peineta, castañuelas y rizo en la frente.

Aquello era un cuento de nunca acabar. Quién sino la madre deberá forzar al párvulo la memorización del clásico Mamá, soy Paquito, no haré travesuras, además de entrenarlo en el movimiento de los brazos lanzados siempre del pecho al cielo. Ella era la indicada de tiznar con polvo de carbón a la pequeña escogida para bailar la Negrita cucurumbé, o al chocoyote en la caracterización del Negrito sandía. Será suya la responsabilidad de que la chiquilla luzca los cairelas rubios a la Shirley Temple y sea tan entonada como la más popular estrella infantil del cine “jolibudense”. Tan buena en lo suyo que no faltarán quienes la acusen de ser “enana”.

Toda aquella carga emotiva se vaciaba finalmente con los primeros acordes del Madre querida, de José Agustín Ramírez, cantado por toda la escuela:

 

Madre querida

madre adorada

tesoro inmenso

de todo bien

 

Tú que me diste

con tu amor, vida,

bendita seas

santa mujer

 

Tú que en mi cuna

frágil velaste

desde la noche

al amanecer

(El escribidor no recuerda más. Sorry.).

 

La noche de la víspera y la madrugada del mero 10, la chamacada recorría las calles de Acapulco cantando el himno de Ramírez y Las Mañanitas del rey David. Hoy, ya no.

 

La madre universal

 

Junto con México, se festejan a la madre el 10 de mayo en Guatemala, India, Singapur, Omán, Malasia, El Salvador, Emiratos Arabes Unidos, Pakistán, y Qatar. Mayo es también el mes festivo en el mayor número de países, aunque en días diferentes. No faltan otros donde se imponen razones particulares como en Tailandia cuyo festejo coincide en agosto con el cumpleaños de la soberana. O en Paraguay, donde la celebración se da al alimón con la Independencia nacional ¿no se trata acaso de la madre Patria? En tanto que en Panamá se festeja el 8 de diciembre con la Inmaculada Concepción.

También, fuera del mes de mayo en Bélgica, Costa Rica, Argentina, Bielorrusia, Indonesia. Noruega, Irlanda, Reino Unido, Albania, Bosnia,y Herzegovina, Rumania, Serbia, Bulgaria, Rusia, Arabia Saudita, Egipto, Líbano, Marruecos, Palestina y Siria.

 

Cinco de Mayo de 1920

 

El desfile del 5 de Mayo de 1920 discurre en Acapulco frente al palacio municipal donde el alcalde Juan H. Luz y su Cabildo encabezan los festejos conmemorativos de la Batalla de Puebla. Los contingentes más aplaudidos han sido los de las escuelas Ignacio M. Altamirano, para señoritas, y Miguel Hidalgo, para varones.

Un primer estallido hace retumbar la tierra y todo mundo lo cree parte de la celebración. Hay incluso gritos de júbilo por parte de la chiquillería. Un segundo trueno provoca un eco sordo proveniente del cerro de Las Iguanas, en cuya línea recta se localiza el palacio municipal. Cuando un tercer bramido haga cimbrar la techumbre del inmueble, voces potentísimas alertan:

–¡Son bombas de verdad, son bombas de verdad!… ¡Corran muchachillos, corran, pónganse a salvo!… ¡Nos atacan…nos atacan!.. ¡No tiren, hijos de la chingada, que hay mujeres y niños!

El pánico se apodera de todo Acapulco. Los espectadores del desfile y sus participantes huyen despavoridos y en un minuto las calles del centro lucirán fantasmales. A no ser por el deambular de mujeres angustiadas que apenas bajan de los cerros llamando con gritos a sus hijos. Muchos de ellos se han recogido en casas particulares y otros en la parroquia de Nuestra Señora de la Soledad, donde el párroco Florentino Díaz asiste a mujeres con agudas crisis nerviosas.

 

Cañonero Guerrero

 

El cañonero Vicente Guerrero, antes de penetrar a la bahía, había lanzado sus obuses sobre la península de Las Playas. Tan bárbara acción tenía como objetivo destruir la antena de radio inalámbrica sembrada en el cerro de La Pinzona, opuesto diametralmente al de Las Iguanas.

–O el artillero del Guerrero es bizco, el cabrón, o es “dialtiro” muy pendejo –sentencia más tarde el coronel Antonio Martínez, jefe de la guarnición del puerto.

A él mismo, le bastarán diez disparos de los cañones Chaumont Mondragón, de la fortaleza de San Diego, para dejar fuera de combate al Guerrero. El viejo cañonero mexicano abandona la bahía humillado y con un gran boquete en su línea de flotación. Ninguno de sus 20 fogonazos había dado en el blanco pues la Inalámbrica se mantenía enhiesta.

Una vez que se conozca que tan brutal ataque no había dejado ninguna víctima, la algarabía de los porteños no tendrá límites. El Zócalo semejará un carnaval y los oficios en La Soledad lucirán pletóricos como nunca.

La fiesta subirá de tono cuando se anuncie el rescate de un grupo de jóvenes empleados de la Capitanía de Puerto, tomados como rehenes por las fuerzas del general atoyaquense Silvestre Mariscal, luciendo en aquel momento chaqueta carrancista. Ellos eran Heraclio Yaco Bermúdez, Julio Vélez, José Díaz, Luis Mayani, Benjamín H. Luz, Jesús García y Faustino Vélez.

–¡Pinche loco, enfermo de poder! –opina el coronel Martínez del militar atoyaquense y festeja la chinga que le puso a su barquito.

 

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