Festejan madres su día al lado de sus hijos de capacidades diferentes

Karina Contreras

Para Ana Luisa Silva Martínez no es un sacrificio llevar, desde hace cuatro años, diariamente  a su hijo Ricardo de Jesús, de siete años, al Centro para el Desarrollo Integral del Cerebro Humano (CDICH), pues su dedicación ha logrado que éste tenga movimiento cuando le habían dicho que permanecería en estado vegetal.

Como Ana Luisa, otras 102 madres acuden al centro de desarrollo integral, y donde  por esa gran dedicación a sus hijos con capacidades diferentes fueron festejadas por el Día de las Madres por parte de la presidenta del DIF municipal, Claudia Walton Álvarez.

Abrazada a su hijo Richard –como cariñosamente lo llama– Ana Luisa dijo que le daba gracias a Dios porque “sino me hubiera mandado un niño como él, especial, no hubiera conocido a éstas personas, a las maestras, a las mamás, somos muy unidas”.

Recuerda que hace algunos años le dieron el diagnóstico de que su hijo permanecería en estado vegetal, pero –dice– “mírenlo, ya habla, se sienta solo sin irse de lado, canta, juega, es muy alegre” y añade que se sabe los colores, entonces su mamá le pregunta qué color es su bermuda a lo que Richard contesta acertadamente que es azul.

Y esos detalles, esos avances en Richard hacen que Ana Luisa no desfallezca ni un solo día, pues desde hace cuatro años diariamente acude con su hijo para recibir su terapia y ejercicios y reconoce que es algo pesada la situación, pero “me levanto y me digo tengo que ir con un propósito de que él avance; y sí se ven los avances, la verdad”. Se muestra orgullosa de Ricardo de Jesús, pues ahora tiene siete años y va en preescolar y, además, como regalo del Día de las Madres le dedicó una canción.

En el Centro para el Desarrollo Integral del Cerebro Humano (CDICH) que se encuentra en el interior del Parque Merle Oberón, en el fraccionamiento Costa Azul, se vive un ambiente de fiesta, pues la presidenta del DIF Claudia Walton festeja el Día de las Madres con las mamás que diariamente luchan por hacer independientes a sus hijos. Mientras suena el karaoke y cantan, ninguna de ellas descuida a sus hijos, pues los tienen en sus rodillas haciéndoles partícipes del festejo.

Claudia Walton reconoció que falta mucho por hacer, pero que se está trabajando en equipo con las madres, a quien –dijo– se les debe reconocer su dedicación y ese compromiso que tienen con sus hijos. Reconoció que es caro, que los recursos no son siempre suficientes y ejemplifico que las equinoterapias son caras, pues por 60 niños tienen que pagar hasta 25 mil pesos y en el centro falta material.

Dijo que se están gestionando recursos para hacer una alberca terapéutica porque eso ayudará mucho a la rehabilitación de los niños, y “entonces recursos nos van a faltar siempre, pero ahí vamos picando piedras, buscando recursos para ver la manera de hacer la alberca”.

Mientras que la coordinadora del CDICH, Rossana Falconi Oliva informó que actualmente se atienden a 102 niños más 50 familias foráneas, y aseguró que no se rechaza a ningún niño porque “la principal función es de capacitar a los padres de niños con problemas en su desarrollo para que ellos se integren a la rehabilitación de tiempo completo con sus hijos”.