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Con narcotráfico y autodefensas México va para cosas peores, advierte experto colombiano

Daniel Velázquez

 

 

Los grupos de autodefensa son una señal de que la violencia derivada de la delincuencia organizada se ha extendido y forman un círculo vicioso, pues “cuando eso aparece es síntoma de que la cosa se va a empeorar”, dijo el sociólogo y sacerdote Leonel Narváez Gómez.

“La violencia y la rabia de los pobres está generando grupos de autodefensa, los grupos de autodefensa, se van a dar cuenta ustedes, van a generar otros grupos de autodefensa, ocurre con frecuencia que es el mismo Ejército y la policía que para luchar contra esos grupos generan otros grupos de autodefensa y todo se vuelve un círculo perverso de perpetuación de violencia y Colombia es un triste ejemplo de todo eso, llevamos 60 años de violencia”, expuso.

Leonel Narváez, originario de Colombia, es filósofo, sociólogo, teólogo, sacerdote y director de la Fundación para la Reconciliación.

Ayer en la Casa de la Cultura Jurídica de Acapulco impartió la conferencia “Cultura política del perdón y la reconciliación”, organizada por la Universidad Loyola que forma parte del sistema de educación de la orden de los jesuitas, donde señaló que los grupos de autodefensa son la muestra de que el Estado no ha sido eficaz en garantizar la seguridad.

Opinó que es una “urgencia” que en Guerrero se frene el ciclo de violencia para evitar que el estado se convierta en un infierno de venganzas, porque la aparición de grupos de autodefensa es el síntoma más claro de que la enfermedad de la violencia “se está expandiendo”.

Convocó a los ciudadanos a no dejar que el miedo domine sus acciones, porque “es un malísimo consejero”.

En declaraciones a reporteros antes de la conferencia, dijo que en la medida en que los ciudadanos se familiarizan con las armas que ven con la constante presencia militar en las calles, comienzan a utilizar las armas, por eso es importante que se entienda que la violencia no se combate con armas sino que se debe generar una política de convivencia y reconciliación.

Agregó que el ingrediente de narcotráfico que se vive en el país augura que México va para cosas peores, porque no ha tocado fondo en el tema de la violencia.

“Los grupos de autodefensa no es más que el síntoma claro, el brote de que se está generando subcultura de venganza, y cuando se generan esos ciclos de venganza las cosas van creciendo y creciendo y como ocurrió en Colombia, se van a encontrar con balas de un lado y de otro, con balas de izquierda, balas de derecha, balas de autodefensa, en fin, la violencia se multiplica de forma dramática”, dijo.

Sobre los grupos de autodefensa surgidos en el estado como respuesta a la inseguridad generada por la delincuencia organizada, opinó que la justicia por propia mano no sirve, porque “la justicia tiene que ser un estricto derecho del Estado”.

Agregó que el gobierno del estado al tolerar los grupos de autodefensa incurre en un error, “jamás se debe tolerar”.

Insistió en que los grupos de autodefensa son una evidencia de que la violencia ha perjudicado al pueblo y lo que generan es perpetuar el problema.

Además, dijo que el gobierno debe estar atento a que los jueces, policías y Ejército no sean corrompidos por el narcotráfico.

Dijo que las iglesias y ONG’s se han demorado en atender el problema de la violencia.

En la conferencia propuso que cada vez que se cometa un asesinato “miles” de acapulqueños deben de concentrarse en el lugar donde ocurrió el homicidio y protestar “contra la violencia y a favor de la vida y del monopolio de las armas únicamente por parte del Estado”.

Dijo que los narcotraficantes y terroristas a lo que más le temen son a las manifestaciones públicas. “No se vayan a encerrar a sus casas, allá donde se cometa un crimen reúnanse 15, 20, 30, dos mil personas y hagan una manifestación y aunque sean dos personas con un cartel que diga protestamos contra la violencia, eso sirve y eso infecta a otras personas”, dijo.

“Cuando la gente no cree en la justicia, cuando la gente no cree en el monopolio de las armas únicamente por el Estado y la gente comienza a utilizar las armas por su propia cuenta, eso es síntoma de que la cosa pinta mal”, advirtió.

Indicó que en Colombia también surgieron grupos de autodefensa y es cuando hay violencia de todas partes.

Consideró que México “está ya tarde para comenzar a responder a las necesidades de los pobres”, que son los primeros seducidos por los narcotraficantes para emplearlos en el narcomenudeo, después les dan armas para que hagan secuestros y aprovechan “la rabia” de los pobres contra los ricos para secuestrarlos y extorsionarlos.

Dijo que en Monterrey se pueden observar los extremos de quienes son muy ricos y quienes son muy pobres. “¿Cómo es posible que el gobierno se haga el ciego ante realidades tan injustas como esta?, ¿cómo es posible que no nos demos cuenta que ante esta situación la única respuesta no puede ser simplemente la bota militar y el ejército y el fusil?”

Planteó que la violencia en las calles se genera en la violencia intrafamiliar y escolar, por eso es necesario que se promueva el perdón para evitar que eso genere violencia.

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