Cruz Azul mantiene en la liguilla su paso ganador; vence 4-2 a Monarcas

Agencia Reforma

Ciudad de México

A Cruz Azul nada lo apaga…
Ni siquiera la falta de luz que duró 19 minutos ayer en el Estadio Azul impidió el triunfo de La Máquina 4-2 sobre Monarcas en la ida de los Cuartos y que lo tiene con un pie en la semifinal.
Hace tiempo que los cementeros vieron la luz al final del túnel. Por eso consiguieron su sexto triunfo al hilo ante un equipo que no había perdido en 10 partidos con Carlos Bustos al mando; los capitalinos pueden perder por un gol el domingo y aún así avanzar a la siguiente fase, aunque el segundo gol de los michoacanos le puso suspenso a la serie.
En Cruz Azul parece que ya no hay fantasmas, que los pasajes oscuros se acabaron. Para muestra, el levantarse del golpe anímico por el gol de Héctor Mancilla apenas al minuto 1, mediante un sólido cabezazo de Héctor Mancilla luego de anticiparse a Luis Amaranto Perea.
El propio chileno estuvo cerca del segundo, pero se topó con Jesús Corona, quien no falla en los momentos clave.
Mientras el creativo de Monarcas, Aldo Leao, dejó de pesar en el partido, el capitán cruzazulino Gerardo Torrado tomó la batuta del ataque y recuperó balones, repartió juego e incluso filtró el esférico a la llegada de Julio Domínguez, quien puso el centro a Mariano Pavone para el empate al 23’.
Cruz Azul ganó confianza, su mejor vitamina desde el título de la Copa MX. La Máquina borró a Morelia, tocó el balón a placer. Al 50’, Mariano Pavone dribló al portero, pero se topó con el egoísmo de Teófilo Gutiérrez quien falló con el marco abierto por quitarle el esférico a su compañero.
La revancha llegó rápido. Dos minutos después, “Teo” marcó el 2-1 tras una falla de Enrique Pérez y Federico Vilar.
Cruz Azul fue amo y señor. Al 58’, Christian Giménez marcó el tercero con un zurdazo, luego de que Rodrigo Salinas no pudo cortar el balón. Minutos después, el Chaco estrelló el esférico en el travesaño.
Se fue la luz por segunda ocasión en este inmueble en lo que va del año, pero cuando el duelo se reanudó los locales se dieron el lujo de marcar el cuarto tanto con otro de Pavone al 97’, asistido por Javier Orozco en su primera incursión al ataque tras sustituir a Pablo Barrera.
Los celestes pudieron liquidar la serie, pero Pavone y Nicolás Bertolo fallaron sus respectivas opciones. Ya en el 107’, Carlos Ochoa le dio a Monarcas el segundo gol, oxígeno puro, aunque aun así requiere vencer por 2 tantos a Cruz Azul (siempre y cuando el marcador sea menor a 5-3) el domingo en el Morelos, aunque hace 2 años tenían la misma misión y la superaron.

Le apagan el ritmo

El apagón que se vivió ayer no fue el primero en el Estadio Azul este semestre.
Al minuto 62’ del choque entre La Máquina y Morelia se apagaron las lámparas de la puerta 13, como le pasó a las del acceso uno en el cotejo ante Jaguares, en Cuartos de Final de la Copa MX.
Anoche esa carencia de luz frenó el ritmo de una Máquina que estaba encima  de Monarcas, pues el cuadro michoacano se volcó al volver la luz, a las 22:54 horas, tras casi 20 minutos de oscuridad parcial en el inmueble.
La pastilla de uno de los controles de las lámparas, la que se ubica cerca de la puerta 13 tronó, pues no era nueva, tras el apagón en Copa sólo se había cambiado la de la uno.
Durante el lapso que se detuvo el partido, la afición no dejó de alentar y organizó la ola, además de que muchos sacaron su celular para moverle de un lado a otro como si estuvieran en un concierto.
Mientras, Guillermo Álvarez, presidente del club, esperó en su palco, hizo una llamada y se entretuvo con su celular.
Cuando la luz volvió, el cuarto árbitro Jorge Antonio Pérez mostró en la pizarra electrónica los 22 minutos de reposición.
Aunque el reloj del estadio se había detenido al 27’ del segundo tiempo, es decir al 72’, la luz se fue al 69’, pero conforme ésta volvió con mayor intensidad, La Máquina retomó el ritmo, aunque vio disminuir su ventaja.