Festejan familias el Día de las Madres con música, flores y comida en el panteón de Las Cruces

Yee Trujillo

Con música de chile frito, tríos, cohetes, flores y comida, o tan sólo pasando unos minutos a solas y en silencio frente a los sepulcros, ayer cientos de hijos, nietos y hasta bisnietos se reunieron en los panteones del puerto para celebrar a las mujeres que ya fallecieron pero siempre serán recordadas como “la mejor mamá”.

Aunque ayer el panteón de Las Cruces no lució repleto como en años anteriores y unos diez montones de basura se observaron en los pasillos principales, desde muy temprano decenas de familias llegaron al lugar con escobas, cubetas y machetes para limpiar las tumbas de sus madres y adornarlas con nuevas flores, cadenas de cempazúchil, cruces, globos o coronas multicolores.

Mientras sonaba la canción Amor eterno en un celular, con ojos llorosos mientras sus “nuevas madres” limpiaban la tumba de su mamá María Angélica, un joven de 17 años llamado Ernesto Manuel Durán contó que su mamá murió hace apenas siete meses a los 38 años de edad después de una lucha contra el cáncer, por lo que él y sus hermanos menores de 11 y 10 años de edad quedaron al cuidado de su tía y abuela.

“Significa algo muy bonito porque es un día del año en que estamos con ella juntos, pero también es muy triste porque ya no la tenemos más a nuestro lado, es un gran vacío que uno tiene al perderla y pues venir aquí es feo pero a la vez bonito porque recuerdas a tu ser querido y que se te ha ido, es el primer 10 de mayo que paso aquí con ella”, lamentó.

“Es un día especial, acostumbrábamos a celebrarlo también en familia siempre cuando ella estaba en vida y acostumbramos a eso hacerlo todavía, que no se pierda la costumbre, ahorita vamos a estar aquí festejándole a mi mamá y después nos vamos a la casa con mis hermanas también que son mamás a seguir festejando; la recordamos con mucho cariño, con mucho amor, fue la mejor mamá”, contó la señora Leticia Vega en compañía de tres de sus ocho hermanos, quienes ya habían desayunado en el lugar después de limpiar y decorar la tumba y en ese momento escuchaban la música de un trío y pedían que hicieran sonar la canción La Sanmarqueña.

En otra tumba, la señora Patricia Vera quien llegó desde la ciudad de México para la celebración realizaba labores de limpieza para colocar nuevas flores para su mamá y comentó que acudió con su hija, sus sobrinos y nietos para que no se pierda esta importante tradición mexicana que sus padres le enseñaron.

“Falleció mi mamá el 21 de abril, apenas este 21 de abril, desafortunadamente es el primer 10 de mayo, has de cuenta que la venimos a acompañar un ratito, que no esté sola, nosotros somos mamás también pero a la mejor el próximo año celebramos, está tan sola, venimos a dedicarle un ratito de tiempo”, dijo con voz entrecortada la señora Juana Rodríguez Maganda, mientras observaba la tumba de su madre en compañía de su hermana que vino desde de Los Ángeles y su hermano de Chilpancingo, recordó que falleció exactamente un mes antes cumplir 86 años.

Los vecinos de la colonia Zapata, Jesús Téliz y su esposa María de Jesús acudieron a limpiar la tumba de la mamá de él que murió hace diez años para recordarla, mientras que la vecina de la colonia Simón Bolívar, Elizabeth Cortés, su hermana, su mamá e hija, acudieron a visitar a su bisabuela que falleció hace más de 30 años. En otra tumba una familia de doce personas cantaba las mañanitas para su abuelita, su mamá y dos tías que estaban sepultadas en el mismo lugar.

En el panteón no se observaron tantas familias como en años anteriores ni tampoco policías que recorrieran el camposanto o empleados de la CAPAMA que prestaran cubetas y escobas como ocurrió el año pasado, aunque había una patrulla de la policía estacionada afuera y una ambulancia del Cuerpo de Bomberos hizo un recorrido en el interior. En los pasillos principales había unos 10 montones de basura apilados que rebasaban el metro de altura y de acuerdo con algunas de las personas que venden cubetas de agua el abastecimiento por parte de la CAPAMA fue deficiente.

Ocupan vendedores la banqueta del bulevar Vicente Guerrero

Afuera del panteón, decenas de floristas y arreglistas, vendedores de bolillos con relleno de puerco, aguas frescas y chilate ofrecían sus productos abarcando toda la banqueta y parte de un carril en dirección Vacacional-Cima del bulevar Vicente Guerrero, por lo que la mayoría las personas tenían que caminar sobre la vialidad.

Las flores eran ofrecidas con una gran variedad de precios, desde 15 pesos por una cadena de cempasúchil, 22 pesos por un ramo de claveles, 40 o 60 por uno de rosas, o hasta 200 pesos por seis docenas de rosas rojas que se vendían en una camioneta foránea. Los globos y coronas artificiales costaban hasta 60 pesos.

Debido a la gran afluencia hacia los panteones de Las Cruces y El Palmar, los panteones privados Valle de la Luz y Eterno Descanso, y las obras del Acabús que se ubican en esta zona del puerto, ayer por la mañana los vehículos tardaban hasta 40 minutos en cruzar el bulevar de La Vacacional al trébol de Las Cruces.

Frente al camposanto, decenas de automóviles fueron estacionados en cuatro de los carriles centrales y laterales de la vialidad en largas filas que iban de la tienda Aurrerá hasta la entrada del Maxitúnel.