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Maestras celebran el Día de las Madres con una marcha contra las reformas de Peña

Lourdes Chávez

 

 

Chilpancingo

 

Maestras del Movimiento Popular Guerrerense encabezaron una marcha del plantón de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación Guerrero (CETEG), en la colonia Burócratas, a la alameda Granados Maldonado, para conmemorar el Día de las Madres con un acto de protesta en contra de las reformas estructurales que impulsa el gobierno federal.

 

Las profesoras denunciaron abusos a las mujeres, por la condición de serlo, y en particular mencionaron el caso de una reclusa de la prisión de Chilpancingo, que de manera anónima denunció hace unos días en la estación de Radio Universidad Autónoma de Guerrero que las mujeres son obligadas a prostituirse, pero no hay información oficial al respecto.

Antes del salir del plantón en contra de la reforma educativa, que se instaló en Chilpancingo el 25 febrero, las maestras señalaron en un mitin que una prisionera denunció por teléfono que varias prisioneras eran sacadas por la madrugada por custodios a las calles de la ciudad, para venderlas sexualmente.

En el acto donde participaron cerca de 200 manifestantes, una profesora denunció que en los actos públicos les exigen que no hablen de la política del estado, por las movilizaciones de trabajadores del sector en contra de la reforma educativa, y a pesar de que les están quitando todos los derechos ciudadanos con las reformas estructurales, recriminó.

De la UAG, Roberta Campos recriminó que al gobernador Ángel Aguirre Rivero haya dicho en un programa de televisión que detrás del Movimiento Popular Guerrerense esté el narcotráfico y la guerrilla, sólo para desprestigiar esta lucha.

Otra de las voceras señaló que las “deformaciones” a la Constitución promovidas por el gobierno federal en materia laboral, educativa, del ISSSTE y próximamente la de hacienda, pretende una esclavitud de los trabajadores.

La protesta partió casi a las 11 de la mañana por la calle Ruffo Figueroa y Lázaro Cárdenas, de sur y norte, y durante la marcha las manifestantes pedían a las madres sumarse al contingente.

Con el apoyo de un altavoz, una de las manifestantes insistía en que la lucha social ha producido muchos muertos a lo largo de la historia, “donde las madres han sacrificado a sus hijos”.

Y cuestionaban que los festejos de la Revolución Mexicana y la Independencia se realicen con actos cívicos en el zócalo, cuando las mujeres deben enseñar a sus hijos que la única forma de defender sus derechos es la lucha.

Del día de las madres, señalaron que no hay nada que festejar, porque “mientras sube la canasta básica, nos están desplazando todos nuestros derechos constitucionales y el pueblo no reacciona”, “repudiamos la reforma laboral que sólo traerá más carestía y hambre”, decían.

También mencionaron la huelga de hambre que realiza la señora Rosalinda Vargas Barrera en el Palacio de Gobierno, para exigir garantías de seguridad, y con quien se solidarizaron en su causa.

Como para responder a los cuestionamientos por los destrozos a las sedes estatales de partidos políticos y en oficinas y automóviles de gobierno, en las semanas anteriores, señalaron que no son violentos, y la lucha social no se debe criminalizar cuando nace del pueblo, sobre todo cuando las autoridades están haciendo reformas para “arrasar” con los derechos constitucionales.

Antes de llegar al zócalo de Chilpancingo, los manifestantes gritaron consignas alusivas a la fecha: “que sube, que baja, las madres no se rajan”, “las mujeres, se cansan de tanta pinche transa”, “las madres, luchando, su día festejando”, “las madres, unidas, jamás serán vencidas”.

En las pancartas se leía: “Aguirre golpeaste a nuestros hijos de Ayotzinapa”, “las madres son la base de la economía familiar”, “el pueblo que no lucha es delincuente”, y en alusión al Ejecutivo, “por una madre eres gobernador, por un billete represor”.

Después de la una de la tarde, en la alameda Granados Maldonado, junto al monumento a la madre cantaron el himno “Venceremos”.

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