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Son erróneas las proyecciones demográficas del sexenio anterior, advierte especialista

Silvia Garduño / Agencia Reforma

 

Ciudad de México

 

El gobierno federal corre el riesgo de establecer metas inalcanzables en el Plan Nacional de Desarrollo (PND), no por falta de voluntad sino por partir de datos equivocados, advierte el especialista Carlos Galindo.

Se prevé que la administración de Enrique Peña Nieto tome como base para el PND las proyecciones demográficas del sexenio anterior, explica, las cuales son erróneas, si se contrastan con el Censo de Población y Vivienda 2010.

Mientras las proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo) calculaban una población de 108.4 millones de habitantes para el año 2010, el Censo de Población y Vivienda arrojó que México cuenta con 112.3 millones de personas, es decir, 4 millones más.

La diferencia se explica fundamentalmente por la subestimación de la tasa de fecundidad realizada por Conapo, de 2.29 hijos por mujer, cifra menor al resultado censal, de 2.39.

“Aunque la diferencia nos parezca pequeña, esos puntos decimales representan cientos de miles de nacimientos al año. Y las implicaciones de esos cientos de miles de nacimientos sobre las metas programáticas siguen siendo considerables”, señala Galindo en un análisis sobre la base estadística del PND.

“Si la nueva administración toma estas cifras sin revisar, sus metas programáticas estarán demasiado alejadas de la realidad nacional”.

Aunque las proyecciones en materia de fecundidad han sido cuestionadas en los últimos años –la subestimación de la fecundidad tiene que ver con una tasa más alta de embarazo adolescente que el previsto–, las cifras oficiales todavía no están ajustadas.

De hecho, en el sexto y último informe de gobierno del presidente Felipe Calderón, presentado en septiembre de 2012, las cifras no coinciden con los resultados del Censo de 2010.

Haber publicado las cifras del Censo, considera Galindo, hubiera demostrado el incumplimiento de algunas de las metas programáticas.

El sexto informe de gobierno considera una población de 108.4 millones para el año 2010 y arroja cálculos erróneos en indicadores tales como el saldo neto migratorio, las tasas de crecimiento y el número promedio de hijos por mujer.

Por ejemplo, se estima un saldo migratorio negativo cercano a medio millón de personas, aunque se sabe que desde 2010 es de prácticamente cero.

Las proyecciones erróneas del Conapo implicaron una subestimación de 4 millones de nacimientos entre 2000 y 2012, lo que tiene un impacto directo en políticas públicas orientadas hacia la población infantil.

El informe reporta que la cobertura de vacunación entre los niños de 1 a 4 años es superior a 98 por ciento, pero al recalcular este indicador con los resultados del censo, la cifra cae 10 puntos porcentuales.

Más allá de buenas intenciones, remarca el especialista, el PND guía la labor de todas las dependencias gubernamentales federales durante todo el sexenio. A partir de este plan se establecen metas programáticas para evaluar el desempeño de las dependencias y funcionarios públicos, y su incumplimiento puede derivar en sanciones.

“Aunque los funcionarios tuvieran voluntad de escuchar y colaborar con las organizaciones civiles, no importa que tan buenas sean las ideas y los proyectos que éstas les presenten, ni siquiera importa cuanta presión social ejerzan, pues el campo de acción de los funcionarios públicos es sumamente reducido: se circunscribe a cumplir con las metas programáticas. En este sentido es que, influir en estas metas es más efectivo que hacer cien marchas”, apunta.

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