Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Hay un renovado interés por el libro como objeto, coinciden escritores

Staff / Agencia Reforma

Ciudad de México

Ninguno lee en un Kindle ni en una tableta y sólo se plantan frente a la pantalla para trabajar. Ambos son escritores nacidos en los años 60 y ninguno tiene cuenta de Twitter. Aunque Internet no ha cambiado sus hábitos de lectura, tanto el argentino Rodrigo Fresán como el suizo Peter Stamm reconocen que ha traído algunos cambios en la escritura y los procesos literarios.
Aprecian un renovado interés por el libro como objeto: “Es un nuevo romanticismo del libro como objeto precioso”, apunta Fresán. Mientras que a Stamm no le cabe duda que los editores están cuidando más la producción de sus libros.
Ni a Fresán ni a Stamm les interesa crear ficción en 140 caracteres. “Me parece paradójico que un medio que nace y se presenta como liberador te ponga un límite. También te obliga a cierta cosa aforística, zen, occidental, de una línea que como género no me interesa”, añade el narrador argentino. Tampoco, insiste, ha surgido la gran novela del blog.
Ambos escritores participarán junto a Sergio González Rodríguez y Enrique Serna en el coloquio Nuevas escrituras, nuevas lecturas, que inicia hoy, coordinado por Mauricio Montiel Figueras, organizado por el fmx-Festival de México en el Centro Histórico.
“Cuando todo el mundo cree estar hablando del futuro del libro, a mi me parece que en realidad están hablando del libro del futuro, de un artefacto y no el tema del libro que es un poco esta identidad inasible, un poco espiritual, que no es muy importante su aspecto físico más allá de una cuestión anecdótica o afectiva”, opina Fresán.
El narrador argentino rechaza ser un purista. Dice no estar en contra de que la ficción circule de manera más rápida. Pero la piratería y las descargas ilegales no le causan ninguna gracia. Stamm concuerda en que a raíz de internet, como escritor le preocupa más la piratería. Apenas hace unas semanas en Colombia, se le acercó una mujer para que le dedicara uno de sus libros, sólo que en fotocopias, eso si, cuidadosamente engargolado.
Fresán compara a internet con el Lejano Oeste: un territorio sin ley. No tiene ni Twitter ni Facebook, pero sí impostores que suben contenidos a las redes sociales usando su identidad. No protestaría si no fuera, dice, porque están muy mal escritos. Denunció el caso a Facebook pero la respuesta que obtuvo es que nada podían hacer.
Stamm actualiza su perfil de Facebook cada dos meses, no tiene tiempo para más. “Twitter puede ser para gente con una vida interesante pero yo solo me levanto cada día a escribir”, ironiza Stamm.
El coloquio Nuevas escrituras, nuevas lecturas se llevará a cabo a partir de hoy en el auditorio Dr. Pedro López del museo Franz Mayer (Hidalgo 45, Centro) a las 7 de la noche, con la participación de Enrique Serna y Peter Stamm.
El miércoles 15 a la misma hora se presentarán Rodrigo Fresán y Sergio González Rodríguez.

468 ad