Abelardo Martín M.

La tentación irresistible
El dilema más difícil de cualquier funcionario de Estado, desde el más encumbrado al más modesto, es caer en la tentación de utilizar los recursos del gobierno para fines electorales.
Es peor, quizá, que las tentaciones de la carne tan cuestionadas y advertidas por los libros sagrados, pero cuyas penas pueden llegar a ser peores que la condena eterna al infierno mismo.
Por alguna distorsión de la llamada democracia a la mexicana, los programas de asistencia social, trátese de caridad o emancipación, se vinculan siempre a inconfesables o muy ocultas ambiciones electorales.
Se les da el carácter de artículo promocional como si fueran bolsas, cubetas, camisetas o chamarras. Los programas asistenciales tienen también una innegable connotación paternal o, en la jerga de la grilla, fines u objetivos populistas.
Cómo no vincular la decisión del jefe de gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, de otorgar una mensualidad a los adultos mayores (ancianos es más directo y claro), con la asistencia a mítines partidistas y jornadas electorales.
Ya desde la aplicación de Progresa y después Oportunidades se afirmó sin rubor que sus promotores pretendían no tanto el beneficio del destinatario como los votos para la próxima elección.
Independientemente del partido que detente el gobierno, sus funcionarios sucumben a la tentación de manipular los programas sociales. Es una debilidad, como la de la carne.
Ahora, la administración del gobernador Ángel Heladio Aguirre, anunció la desaparición del programa social Pensión Guerrero, el cual tenía la finalidad de apoyar económicamente a personas adultas mayores de 65 años cada dos meses.
La Secretaría de Desarrollo Social guerrerense, informó que el programa estatal para adultos mayores Pensión Guerrero será absorbido por el nuevo programa Pensión para Adultos Mayores del gobierno federal, por lo que este mes será el último que pague el gobierno estatal.
En un comunicado, la dependencia estatal invitó a los adultos mayores de 65 años a inscribirse en el nuevo programa para recibir una pensión bimestral de mil 50 pesos, la cual, estimó, comenzaría a pagarse en un plazo no mayor de dos meses.
De la misma manera, quienes quieran recibir el beneficio de este nuevo programa forzosamente deberán solicitar su incorporación ante la delegación en Guerrero de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), de lo contrario no serán incluidos en el pago.
Los aspirantes a este programa, estén o no en el padrón de Pensión Guerrero, deberán cumplir los requisitos que exige la federación: 65 años cumplidos, presentar acta de nacimiento, credencial para votar con fotografía, Clave Única de Registro de Población (CURP) y comprobante de domicilio. Posteriormente, aunque los beneficiarios ya estén en ese padrón, tendrán que reinscribirse, acompañados por un familiar que deberá presentar original y copia de su credencial del IFE y CURP.
No faltarán quienes vean en estas modificaciones el oculto interés de la manipulación electorera y el populismo, término que no acaba bien a bien de mostrar la fisonomía de a quien se endilga.
¿Renunciará el gobernador al listado de los adultos mayores? Si es así demostrará que no cayó en esa tentación.

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