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Se enfrentan precaristas y policías municipales en el desalojo del predio irregular Valle Grande, Zihuatanejo

Brenda Escobar

Zihuatanejo

Durante un intento de desalojo policías preventivos de Zihuatanejo se enfrentaron a precaristas del asentamiento irregular Valle Grande y una mujer embarazada resultó lesionada durante el forcejeo con los uniformados.
Poco después de las 10 de la mañana de ayer trabajadores de las direcciones de Obras Públicas, Desarrollo Urbano, Gobernación, la Secretaría del Ayuntamiento, Comunicación Social, Protección Civil y Bomberos, así como policías preventivos municipales encabezados por el director de Asuntos Jurídicos, César Sotelo Guillén, llegaron al predio de 12 mil 593 metros cuadrados que desde hace 15 meses ocupan 150 familias, ubicado en la parte alta de la colonia 6 de Enero, en uno de los cerros de la parte poniente de este puerto, con la intención de desalojar el área.
Según Sotelo Guillén los invasores se han negado a entregar un censo con la información completa de cada uno de los ocupantes, con la finalidad de que se verifique que realmente tienen la necesidad de un terreno.
Dijo que en múltiples ocasiones y en repetidas visitas se les ha solicitado a los habitantes de ese predio, propiedad del gobierno municipal, que busquen otro sitio pues ese lugar se encuentra sujeto a otra disposición pero no para vivienda.
El funcionario comentó que era válida la resistencia que pusieron los precaristas al armarse con palos para impedir el desalojo, “pero nosotros de alguna manera vamos a ver la posibilidad de si existe alguna reubicación, pero de entrada, creo que esta reacción de ellos a la autoridad municipal cuando están concientes de que están en un ilícito no se vale, creo que lejos de solucionar se complica más”.
El funcionario confió en que habrá condiciones para dialogar, “obviamente que nosotros tenemos que dejar todos estos antecedentes para efecto de que en un futuro no seamos objeto de invasiones, todos ellos saben que lo que hacen es un delito, sin embargo no lo quieren ver de esa manera”.
Los precaristas ya esperaban a los servidores públicos municipales con palos y con dos mantas que decían “Eric Fernández Ballesteros, la colonia Valle Grande lo hará responsable de lo que pudiera pasar a cualquiera de sus habitantes en caso de desalojo ya que hasta la fecha no ha querido dialogar con nosotros para llegar a un acuerdo en base a los artículos 8, 4, 9 y 115. Atentamente, Asociación con registro federal denominada Crees que es un Sueño”.
Los funcionarios municipales llegaron por el lado poniente de la colonia, es decir, por la carretera escénica La Majahua, ahí tuvieron el primer altercado verbal con los precaristas, quienes con los palos en la mano dejaron en claro que no iban a permitir que derribaran sus viviendas, por lo que los trabajadores de Obras Públicas procedieron a destruir tres viviendas deshabitadas.
Minutos más tarde, un grupo de policías preventivos resguardaron a trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para que pudieran llegar hasta el poste del que se abastecen de energía eléctrica, a unos 300 metros de donde se encuentra el asentamiento irregular Valle Grande.
Los precaristas siguieron a los trabajadores de la CFE y a los policías preventivos quienes hicieron un cerco para evitar que se acercaran, sin embargo, empezaron a acordar entre ellos que no iban a dejar que se bajara el trabajador de la CFE que subió al poste para cortar el cable, por lo que uno de los invasores burló el cerco de seguridad en cuanto vio que el empleado bajó se le fue encima a golpes y lo derribó sobre un montón de piedras.
Entonces empezó la trifulca pues el resto de los precaristas, que duplicaban en número a los policías, se les fueron encima y empezaron a empujarse y jalonearse. En la revuelta, una mujer en visible estado de gestación, Elvia Ramírez Bacio, recibió empujones y golpes, así como Dionisia Martínez Santiago, Nicolás Hernández y Jorge Bustos Murillo.
El intercambio de golpes y empujones duró escasos minutos pues entre los mismos invasores se llamaron a la cordura, sin embargo, pretendieron enfrentar al uniformado que golpeó a la mujer embarazada y siguió entonces una discusión verbal con los policías, quienes les pedían que acudieran a la instancia correspondiente a presentar su denuncia pero los precaristas reprocharon que otro de los municipales cortó cartucho de su arma y otro más los amenazó con que se las cobraría cuando se encontraran en la calle.
Los vecinos hicieron responsable públicamente al alcalde Eric Fernández de lo que le ocurra a la señora Elvia Ramírez, “hubiera venido a ver el licenciado Eric de todo lo que están ocasionando aquí y no se vale que toda la gente que confió en él y en el PRI porque no tenemos ninguna necesidad, si nos hubieran hecho caso porque se les ha ido a hablar y nunca nos han hecho caso y no se vale”.
Después del altercado con los policías, los vecinos corrieron a enfrentar al director de Asuntos Jurídico, César Sotelo, quien volvió a solicitarles que le entreguen un censo para analizar quiénes de los que tienen una casa en ese lugar verdaderamente necesitan un terreno y quiénes no, para que el gobierno municipal busque alguna alternativa para reubicarlos pero ellos se mantuvieron en su negativa argumentando que ya no confían en el gobierno porque durante muchos años les han mentido.
Una de las líderes de este asentamiento irregular, Lilia Luna Martínez, reprochó que el presidente municipal Eric Fernández no les haya dado la cara e incluso se negó a que una comisión de precaristas acudiera hoy al Palacio Municipal para reunirse con los dos síndicos procuradores y el secretario del Ayuntamiento para hablar sobre esta situación, como se lo propuso en ese momento César Sotelo Guillén, “nosotros queremos que personalmente nos atienda el presidente municipal, si no está, no hay diálogo”.
“Que cheque bien su agenda, cuando él tenga tiempo nos avisan y con mucho gusto estamos ahí, queremos al presidente municipal y no hay ningún problema”.
Ante esa postura, el funcionario municipal decidió ordenar el retiro de todos los trabajadores que acudieron al frustrado desalojo y les dijo a los vecinos “les agradezco, seguimos siendo amigos, somos los mismos”.

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