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Marchan 7 mil maestros en Chilpancingo; hacen pintas contra el presidente, el gobernador y partidos políticos

Lourdes Chávez

 

Chilpancingo

 

Alrededor de 7 mil profesores  marcharon en la capital para conmemorar el Día del Maestro, y advirtieron que aún existe una cuenta pendiente en el Congreso local y con los partidos políticos, que les negaron el derecho a proponer una reforma a la Ley Estatal de Educación.

Durante la protesta, los manifestantes hicieron algunas pintas en bardas contra el gobernador Ángel Aguirre Rivero y los partidos políticos, y en un hotel del primer cuadro de la ciudad dejaron escrito: “No llores hotelero, el gobierno es el palero”, en alusión a la cuenta que dejaron sin pagar unos 2 mil policías federales que fueron enviados a Chilpancingo ante el conflicto magisterial.

También escribieron “pendejos, no les pagaron”, pues los empresarios de Chilpancingo han sido de los sectores más críticos del movimiento magisterial y estudiantil en contra de la reforma educativa.

Las oficinas del gobierno municipal y del Palacio de la Cultura, en la plaza Primer Congreso de Anáhuac se volvieron a cubrir de leyendas de protesta, aunque poco después de que concluyó el mitin político, las brigadas comenzaron a cubrirlas con pintura.

En el Ayuntamiento, que ahora se encuentra en lo que fue el Palacio de la Cultura, se leía: “15 de mayo combativo”, “PRI, PAN, PRD, su tumba”, “nuestros muertos serán vengados”, “Ayotzi vive”, y también pegaron caricaturas del gobernador y del presidente Enrique Peña Nieto, alusivas a la reforma educativa.

La marcha partió a las 11 de la mañana del plantón de maestros frente a la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), que encabeza el Movimiento Popular Guerrerense (MPG).

En la vanguardia volvió a marchar el personaje de la muerte, con su máscara de calavera, con un hacha y una rosa roja en las manos, además de una leyenda en la playera que decía “por una educación que nos enseñe a pensar, no a obedecer”.

Unas cuadras antes del Zócalo de Chilpancingo, se unieron los dirigentes Gonzalo Juárez Ocampo y Minervino Morán Hernández, desaparecidos durante las últimas semanas, pero con los amparos en la mano de la justicia federal para evitar una detención por las demandas en su contra, que anunció el gobernador Ángel Aguirre, por los destrozos a oficinas partidistas y de inmuebles públicos de sus últimas protestas.

Los dirigentes fueron bien recibidos por sus bases, porque en el último trayecto de la movilización se tomaron decenas de fotos con quienes se los solicitaron.

La marcha avanzó por poco más de una hora de la avenida Lázaro Cárdenas al zócalo de Chilpancingo, y en esa vía sólo dejaron pintas en un hotel y en la barda de la Auditoría General del Estado: “Aguirre, traidor del pueblo”, “revolución ya”, “PRI, PAN, PRD y los demás, la misma porquería”,  “El Charco, 12 de diciembre no se olvida”, “poder popular”. Más adelante, en las oficinas del Poder Judicial, gritaron “en ese edificio, hay gente sin oficio”.

Al llegar al Zócalo se informó que no participó el contingente de La Montaña, que ha sido de los más numerosos en las acciones de la CETEG, porque se quedó a protestar en la región por el festejo que organizó el alcalde de Tlapa, explicaron los voceros a través de los altavoces.

Acudieron principalmente contingentes de la zona Centro, Costa Chica y Costa Grande, donde se destacó un grupo de Zihuatanejo, además de las sección 18 del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), que se sumó al movimiento popular desde que comenzó el paro de labores, hace tres meses, y algunos representantes del Frente Único Estatal de Representantes Sindicales Autónomos (FUERSA).

A las 12:30 comenzó el mitin en el Zócalo, que luego de unos minutos fue interrumpido porque cortaron la energía eléctrica, pero usaron una batería de automóvil mientras se restablecía la electricidad.

En el acto político, Juárez Ocampo destacó que el movimiento de Guerrero permitió abrir la negociación nacional en la ciudad de México, para exigir que se incorporen sus planteamientos en las leyes secundarias de la reforma educativa.

Recordó que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), que dirige la lucha ante la federación, nunca había establecido una mesa diálogo con un secretario de Gobernación, y el gobierno federal tuvo que dar un paso atrás, para considerar las demandas que en Guerrero se plantearon.

Añadió que se tienen muchas tareas pendientes, fortalecer el movimiento nacional para empujar las propuestas que encabeza la CNTE, así como al Movimiento Popular Guerrerense, y la CETEG democratizar a la sección14 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) de la que son disidentes.

También destacó que ni toda la campaña de desprestigio que se ha venido desarrollando “de las cloacas del Estado” los pudieron dividir, y la participación de los maestros dignos de Guerrero.

En el acto, intervino un docente que se identificó como parte de las bases institucionales de la sección 14, que ahora llaman rebeldes porque se sumaron a la protesta contra la reforma educativa desde el 28 de febrero, cuando se proclamó el paro indefinido en Guerrero.

Sin dar su nombre, el maestro aseguró que van a continuar en el Movimiento Popular Guerrerense, “y les decimos aquí estamos, no daremos un paso atrás”.

En tanto, Morán Hernández declaró que están pendientes las cuentas con el Congreso local y con los partidos políticos, que les negaron el derecho a legislar y a proponer una reforma a la ley estatal de educación, aunque esa lucha ahora está en manos de la CNTE, que mantiene un plantón en la ciudad de México con las demás secciones del país, y advirtió: “Que le piense de una vez el gobierno federal, que si va a agredir al magisterio, se lo vamos a cobrar con creces”.

Recriminó el raquítico aumento salarial de 3.9 por ciento que aceptó sin discusión el nuevo dirigente del SNTE, y recordó que hace 23 años, con la lucha magisterial consiguieron romper el tope salarial y un aumento digno del 25 por ciento.

Recalcó que ahora la lucha del magisterio es por la defensa del empleo, por sus prestaciones, y van más allá con el Movimiento Popular Guerrerense, que van a empujar las demandas del pueblo.

Destacó que se mantienen en el movimiento el FUERSA, el SUSPEG, los normalistas y la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), que en este acto, ratificó su respaldo total al magisterio disidente. Después destacaron la participación de la organización Lucio Cabañas y de la comunidad indígena popular de Chilpancingo, Emperador Cuauhtémoc.

Morán Hernández insistió en que la única garantía de que realmente haya libertad, trabajo y justicia, es que el pueblo sea gobierno “porque los partidos sólo sirven a sus intereses mezquinos, como se demostró en el Congreso local”.

Una madre de familia de la Normal Rural de Ayotzinapa, proveniente de Cuajinicuilapa y a quien presentaron como la mamá de uno de los jóvenes detenidos por federales en el punto conocido como Casa Verde, denunció que “si vieran la situación en que está mi hijo, golpeado porque no dieron las contraseñas de sus celulares, y este es el tipo de gobierno que tenemos gracias al voto que le dimos. Ese es el coraje que tengo, que servimos como escalones cuando (los candidatos) vienen mendigando el voto a nuestras comunidades”.

Denunciaron la situación en Tlapa, donde del alcalde Victoriano Wences Real organizó un festejo para los maestros con la rifa de cinco automóviles, y como representante de FUERSA, el líder del Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad Autónoma de Guerrero (STAUAG), Jorge Peto Calderón, recordó que esta lucha tiene que ser generosa y abrazar toda la demanda de los pueblos.

Los marchistas se manifestaron a través de consignas, que cantaron durante toda marcha, y pancartas, entre las cuales una decía: “Mugrosos insurgentes. En el magisterio nos sentimos orgullosos de que nos comparen con los héroes que nos dieron patria”.

 

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