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Conmemoran en Atoyac el natalicio del desaparecido Rosendo Radilla Pacheco

Francisco Magaña

Atoyac

Con una ceremonia celebrada en el Zócalo de Atoyac, junto a la placa que se develó por autoridades federales, estatales y municipales en seguimiento a las recomendaciones del caso del desaparecido Rosendo Radilla Pacheco emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Coidh) al gobierno de México, el Ayuntamiento recordó el natalicio del activista.
El evento fue presidido por el alcalde Armando Bello Gómez, la síndica municipal Guadalupe Galeana Marín y las regidoras Norma Mesino y Antonieta Castro Mondragon, quienes montaron una guardia de honor en un altar que se escenifico con flores rojas y blancas.
Rosendo Radilla Pacheco, quien nació un primero de marzo hace 95 años, fue desaparecido el 25 de agosto de 1974, por militares cuando iba en un autobús pasajero junto con su hijo Rosendo Radilla Martínez.
Fueron bajados del autobús por militares que estaban en un reten en las inmediaciones de la colonia Cuauhtémoc y Cacalutla, de donde se lo llevaron y dejaron a su hijo en el reten.
En la ceremonia estuvieron presentes las hijas del desaparecido, Tita Radilla Martínez y Romanita así como su yerno José Hernández Meza y nietos que viven en Atoyac.
El edil señaló que se recuerda la fecha para rendir homenaje a don Rosendo Radilla Pacheco al cumplirse 98 años de su nacimiento.
Dijo que “queremos perpetuar esta fecha, y que sea obligación de los gobiernos venideros para que este día rindan honores a los más de 400 desaparecidos del municipio de Atoyac”.
Citó que Radilla Pacheco era cafeticultor, ganadero, gestor público, hombre dedicado a su familia y compositor de corridos, algunos en honor a Lucio Cabañas.
Rosendo fue hijo de Agustina Pacheco Ramos y de Felipe Radilla Radilla y nació Las Clavellinas,  San Martin de las Flores.
Reseñó que “don Rosendo siempre estuvo dispuesto a ayudar a todo aquel se lo pedía, no escatimó esfuerzos para resolver las necesidades del pueblo, como líder campesino gestionó la creación de escuelas –donó los terrenos de la Modesto Alarcón.
Fue presidente municipal, trajo el primer carro de la basura y participó como actor en obras de teatro que se montaban en las escuelas en las que estudiaban sus hijos.
Lo definió como un hombre muy activo “por eso llegó a ser dirigente de la Asociación Cívica Guerrerense y luchó pacíficamente a lado de Genaro Vázquez Rojas. Como compositor siempre denunció los atropellos y la corrupción del gobierno. La de don Rosendo era una voz incómoda para los poderosos de ese tiempo, por eso decidieron acallarla”.
Dijo que al momento de su desaparición había una política de represión, los tres niveles de gobierno se confabularon para crear un estado de terror hacia la población, las fuerzas federales cercaban las comunidades, “mientras los funcionarios federales, estatales y municipales hacían el papel de espías y muchos campesinos fueron desaparecidos al salir de las reuniones con funcionarios federales”.

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