Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Impresiona Cruz Azul, vence 3-0 a Santos y acaricia una nueva final en su historia

Edgar Contreras / Agencia Reforma

 

Torreón

 

Cruz Azul casi acaricia una nueva final en su historia, casi…

La Máquina está a un paso de pelear por eliminar esos 15 años de frustraciones y de burlas en la Liga luego de derrotar ayer 3-0 a Santos en la semifinal de ida en el estadio Corona.

El domingo, el cuadro celeste puede darse el lujo de perder por el mismo marcador y aun así ser finalista por el criterio del gol de visitante y la mejor ubicación en el torneo.

Para seguir con vida, los Santos requieren marcar 4 goles en el Azul (incluso el 4-1 les sirve), por lo que tendrán que prender algunas veladoras.

Con el estandarte como la mejor ofensiva del torneo, Cruz Azul fue letal en el momento preciso y después tuvo la intensidad para soportar el vendaval de los Guerreros en el segundo tiempo.

Quizá este equipo tenga pasta de campeón porque todo le sale bien, ¿o cómo explicar que a los 2 minutos ya ganara el partido con un gol de Gerardo Flores, que instantes después Pablo Barrera victimara a Oswaldo Sánchez al aprovechar un pase que ni siquiera iba para él y que al final Rafael Figueroa metiera un autogol de antología?

El equipo celeste fue muy práctico, tocó el balón con rapidez al sentirse agobiado, hizo “chiquita” la jugada, cerró los espacios en la media cancha, tuvo en Christian Giménez al hombre para desahogar la presión y a una zaga que frenó, como pudo, cada ataque del rival.

Apenas al 2’ Flores conectó un cabezazo sin marca, ante la complacencia de Rodolfo Salinas y Rafael Figueroa, tras un centro del “Chaco”.

Mientras Santos extrañaba la solidez de Juan Pablo Rodríguez y el peso ofensivo de Oribe Peralta, los cementeros ni se inmutaron por la ausencia de Mariano Pavone y fue precisamente su sustituto, Javier Orozco, el que mandó un pase a Giménez que a final de cuentas le quedó a modo a Barrera para el segundo tanto, al 24’.

La Máquina vivió sus mejores momentos con aproximaciones del “Chuletita” y de Teófilo Gutiérrez, antes de poner a todos sus seguidores con el rosario en la mano en un segundo tiempo en el que Hércules Gómez, Néstor Calderón y Darwin Quintero hicieron que Jesús Corona mostrara sus mejores dotes.

Al 88’, Rafael Figueroa hizo que la misión del domingo sea casi imposible al puntear el balón a su arco, para cerrar una noche de pesadilla para los Santos, pero el más dulce sueño desde hace mucho tiempo para los cruzazulinos.

 

Santos va por el milagro

 

Los Santos tendrán que apelar a un milagro porque requieren 4 goles para seguir con vida en el torneo.

Ayer, ya con el 2-0 en contra en el Estadio Corona, el técnico Pedro Caixinha jugó todas sus cartas al ingresar a Néstor Calderón, Mauro Cejas y Mario Cárdenas, todos ellos con cualidades más ofensivas que los sustituidos Gerardo Lugo, Marc Crosas e Iván Estrada.

Esa alineación que agobió todo el complemento a La Máquina quizá sea muy parecida a la que participe de inicio el domingo en el Estadio Azul porque los Guerreros tendrán que jugar a matar o morir, no hay otra opción.

Cruz Azul jugó en los últimos minutos con la desesperación del rival. Jamás se salió de su esquema, fue un equipo que demostró sentirse cómodo con el 4-4-2, que tocó de primera intención, que se encerró en los momentos de agobio.

El cuadro cementero fue inteligente incluso para consumir tiempo, como cuando al percatarse de que la amonestación era evidente el portero Jesús Corona despejó el balón para gastar más segundos en lo que le regresaban la pelota.

 

Corona supera a Oswaldo

 

Guillermo Vázquez trató de cuidar la ventaja con el ingreso de Israel Castro, pero como su rival se peleó con la fortuna, Rafael Figueroa se encargó con un autogol de que el partido del domingo en el Azul quizá sea llame “misión imposible”.

Jesús Corona le ganó la batalla a uno de sus referentes, Oswaldo Sánchez.

El portero de Cruz Azul mostró su mejor versión en el momento más importante, para dejar su marco en cero pese a las sendas aproximaciones de Carlos Darwin, Hérculez Gómez y Néstor Calderón en el complemento.

Corona supo enfriar el partido en los momentos de agobio, fue seguro en las salidas y preciso en sus decisiones.

Oswaldo, quien siempre ha alabado al guardameta celeste, careció de buena fortuna. Al portero le remataron a placer en el primer gol, lo fusilaron en el segundo y lo clarearon en el tercero.

Sánchez descargó su coraje contra el cuerpo arbitral al finalizar el primer tiempo, pero cuando culminó el partido ya no le quedaron ganas de nada porque ayer la mejor defensiva del torneo se comió 3 goles, casi una quinta parte de los 14 que había recibido en 19 duelos.

 

Contra la maldición

 

La maldición de Cruz Azul en los últimos años comenzó en Torreón, donde ayer el equipo sacó un gran botín.

La Final del Clausura 2008, en La Comarca Lagunera, fue la primera que el cuadro celeste perdió desde aquella de la Copa Libertadores ante Boca Juniors en 2001.

De aquel equipo, sobreviven en La Máquina Gerardo Torrado, Julio Domínguez y Yosgart Gutiérrez, que tuvieron su revancha ante Oswaldo Sánchez, Iván Estrada, Osmar Mares y Rafael Figueroa.

468 ad