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Llama la OEA a regular mariguana, cocaína y heroína para reducir la violencia en la región

Diana Baptista / Agencia Reforma

 

Ciudad de México

 

La Organización de los Estados Americanos (OEA) propondrá a los jefes de Estado de la región la regulación de drogas como la mariguana, cocaína, heroína y otras sustancias psicoactivas, a fin de reducir la violencia a nivel internacional.

Así lo establece el Informe sobre el Problema de Drogas en las Américas, que será presentado hoy en Bogotá ante el Presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y que contempla cuatro diferentes escenarios sobre las políticas antidrogas en América.

“Se establece la legalización y regulación como un proceso gradual, con controles estrictos de quién produce, quién distribuye y quién consume,  para quitar a las organizaciones criminales el monopolio que tienen en estos mercados. La regulación no elimina los problemas inherentes a la inseguridad, pero facilita el control del Estado”, señaló Lisa Sánchez, coordinadora del Programa de Políticas de Drogas de México Unido Contra la Delincuencia, y miembro del equipo que elaboró el informe.

Al considerar que el Estado puede controlar un negocio que genera altas ganancias y que está a manos únicamente de criminales, la OEA propone la legalización del cannabis; para 2025, se sugiere la regulación de mercados de otras drogas como cocaína y heroína.

La regulación se sustenta en una perspectiva de reducción de riesgos y daños, la cual disminuiría la violencia causada por el tráfico de drogas, los problemas de salud generados por las adicciones, y la corrupción dentro de instituciones de seguridad pública por parte de grupos criminales.

La OEA basa la recomendación en hechos actuales, como la legalización de la mariguana con fines recreativos en dos entidades de Estados Unidos (Colorado y Washington), y la regulación en otros 18 estados del cannabis medicinal.

El informe –dividido en una sección de escenarios y un reporte analítico sobre desarrollo y salud– exhorta a los jefes de Estado a consensuar una política antidrogas que, aunque diferente por las características de cada país, tenga una base acordada a nivel internacional: una alternativa a la política antidrogas punitiva y prohibitiva.

“El reporte surge de un sentimiento compartido de los jefes de Estado del hemisferio, que han visto en este enfoque punitivo, de guerra contra las drogas, una política que no ha alcanzado los resultados que buscaban y, al experimentar el fracaso de la política, se piden alternativas que puedan permitirnos regular los mercados, atender los problemas de salud pública que se derivan del abuso de drogas, y reducir la violencia”, indicó Sánchez.

Los otros tres escenarios contemplados en el informe, los cuales no son mutuamente excluyentes, incluyen una política con un enfoque de seguridad, en el cual se mantenga la punición, pero con miras a los derechos humanos; una política centrada en el fortalecimiento del tejido social y participación de la sociedad civil, y un escenario en el que cada país adopte una política nacional distinta, y en el cual se minimizaría la cooperación internacional.

De acuerdo con Sánchez, México debe aprovechar la publicación del informe para jugar un rol de liderazgo regional, valiéndose del distanciamiento de Brasil en la discusión, y generar una postura sobre alguna política antidrogas que tenga un impacto a nivel hemisférico.

“A solicitud del ex Presidente Felipe Calderón, en 2016 habrá en México una sesión especial de la Asamblea General de la ONU enteramente dedicada al tema de drogas, por lo que México debe llevar una postura nacional clara que responda a las necesidades de salud y seguridad de los mexicanos”, concluyó.

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