Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

México, de los países más peligrosos para el periodismo policiaco: The Miami Herald

Redacción

 

 

En una nota publicada ayer en el portal web del periódico The Miami Herald, se describen algunas de las viscisitudes que sortean día a día los reporteros Aurora Harrison y Carlos Alberto Carbajal, de nuestro periódico El Sur, respecto a la captación de noticias policiacas en el puerto.

El artículo, escrito por su corresponsal en México Tim Johnson McClatchy, titulado On the crime beat in Mexico, danger lies in knowing too much (En el día a día del crimen en México, el peligro radica en saber demasiado) se narran las actividades “desde este paraíso turístico de criminalidad. Nos situamos en la sede principal de la policía. Allí está Francisco Robles, un fotógrafo independiente lee un mensaje de texto en su celular que reza: “cuatro muertos, tenemos que ir”.

Tim Johnson agrega que “Robles es secundado por Carlos Alberto Carbajal, un fotógrafo de El Sur, uno de los diarios de esta ciudad. Ellos caminan cuatro calles de la avenida principal y llaman a un destartalado taxi azul de los llamados vochitos”

Prosigue el corresponsal que “ya en el auto se dirigen con destino a un río situado en las afueras de Acapulco, donde varios hombres fueron ejecutados a plena luz del día. Las luces de la ambulancia todavía parpadean cuando los dos fotógrafos llegan. Decenas de policías federales se arremolinan alrededor. Los investigadores de la escena del crimen ya han colocado una cinta amarilla alrededor de la choza al aire libre donde los cuerpos yacen.  Todos los casquillos de una .9 mm y una .38 Súper están esparcidos. Un quinto cuerpo no se encuentra muy lejos. Los dos comienzan a tomar fotos”.

“Con ello y el peligroso trabajo, el resplandor del candente sol choca directamente sobre sus cabezas. Al mismo tiempo que los periodistas cubren la escena del crimen, llegan algunos policías con fama de informantes de organizaciones criminales”, agrega.

Johnson McClatchy asegura que “México es, sin duda, uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el oficio de periodista. Muchos han sido asesinados o desaparecidos por saber demasiado. Recientemen-te se lanzaron bombas a las afueras de una estación de radio o se rafaguearon las fachadas de un canal de televisión en el norte del país. Es evidente que a algunas bandas criminales no les gustan las noticias que se emiten sobre el clima de inseguridad en algunas regiones de México”.

“Por todo eso, estoy de nuevo en la sala de Redacción de El Sur, donde la reportera Aurora Harrison, quien sobrevivió a múltiples amenazas mientras cubría la fuente policiaca por dos años, nos comparte que hay algunos hechos que usted no debe hacer historias, tampoco hacer demasiadas preguntas, no quedarse en la escena del crimen, no dar el número telefónico celular, siempre viajar en grupo y no subirse a un vehículo policiaco porque puede ser acribillado”, indica.

Según la nota, en algunas partes de México donde el crimen organizado ha penetrado profundamente, un reportero o el fotógrafo pueden encontrarse a sí mismo en estrecha colaboración con los delincuentes, muchos de los cuales quieren que los periodistas escriban sus historias y tomar fotos cuando el grupo ejecuta sus rivales.

“Para los periodistas que ganan dinero mediante la historia o la foto es difícil no colaborar. Pero los mafiosos quieren más –mucho más– que la publicidad. Ellos también quieren asegurarse de que una noticia no hace los papeles y los noticieros”, señala.

Finalmente, el corresponsal Tim Johnson McClatchy argumenta que “cuando los pandilleros se acercan a un periodista, la negativa no es realmente una opción: Si dices que no, aquí está una foto de su esposa y sus hijos. Usted sabe qué esperar ¿qué haces? expresa Rodrigo Bonilla Hastings, de la Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias, una organización con sede en París que representa a 18 mil publicaciones de todo el mundo”.

468 ad