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Atlético de Madrid derrota 2-1 al Real Madrid y gana la Copa del Rey

DPA

 

Madrid

 

El Atlético de Madrid tocó ayer el cielo al conquistar su décima Copa del rey ante su máximo rival, el Real Madrid, que cayó por 2-1 en la prórroga y despidió la temporada sin títulos importantes.

Y no sólo eso, sino que el equipo de Diego Simeone lo logró en el estadio Santiago Bernabéu, la casa de su vecino. Rompió su particular maldición de 14 años sin ganar al Real Madrid cuando más importaba.

A cambio, el equipo de blanco cerró una temporada para el olvido, en la que no dio alegrías a sus hinchas. Además, su entrenador, José Mourinho, fue expulsado. Una mala manera de cerrar una etapa, si se confirma su muy probable salida del Real Madrid en los próximos días. También fue expulsado Cristiano Ronaldo.

“Este equipo ha trabajado muchísimo para este partido y nos lo merecemos”, dijo el capitán del equipo rojiblanco, Gabi. “Esto sabe a gloria. Va para esta gente que ha sufrido durante 14 años”, añadió.

Al comienzo del duelo, el Real Madrid asumió su papel de favorito con naturalidad y mandó ante un Atlético de Madrid que pareció acomplejado por su estadística previa de 14 años sin victorias sobre su vecino.

El Real Madrid no creaba ocasiones, pero el control de la pelota y la pronta recuperación del balón le servía para vivir tranquilo, a la espera de la oportunidad propicia. Y ésta llegó a los 14 minutos, con un saque de esquina de Özil que sirvió para ver a Cristiano Ronaldo colgado de una nube. El portugués se elevó y remató impecablemente de cabeza para adelantar a los suyos.

Pero el conjunto de José Mourinho tiene un conocido vicio: suele retroceder 20 metros cuando va por delante en el marcador, fiando su juego a su poder en el contraataque. Pero esta especulación también le crea disgustos, sobre todo cuando delante aparecen buenos delanteros. Y el Atlético los tiene, sin duda.

El gol pareció despertar al equipo de Simeone ante su perezoso rival, que pasó a defender. Las buenas sensaciones cambiaron de bando y el Atlético comenzó a pisar el área contraria. Hasta que llegó el empate.

A los 35 minutos, Falcao realizó una jugada de crack. Recibió de espaldas en la medular, volvió loco a Raúl Albiol y dibujó un gran pase profundo hacia la carrera de Diego Costa, quien marcó con un disparo cruzado que Diego López llegó a tocar, aunque no lo suficiente como para evitar el tanto.

Y de nuevo varió el rumbo del choque, tan caprichoso. El Real Madrid pareció reconocer su error y volvió a asumir el mando del duelo ante un Atlético que regresó a su plan inicial de jugar amontonado atrás. Al conjunto blanco le alcanzó para crear su segunda ocasión de la primera parte, con un disparo de Özil que se estrelló en un palo. Así terminó una primera mitad que castigó al miedo.

El Real Madrid volvió a asumir el mando en la segunda parte, aunque esta vez el Atlético no se replegó tanto como en sus peores momentos de la primera mitad. El equipo blanco creció al amparo de Modric, su mejor futbolista junto a Cristiano Ronaldo, mientras su rival buscó los agujeros que dejó Essien en su banda diestra.

Y más que la oposición del Atlético, el Real Madrid se estrelló con los caprichos de la madera, con dos lanzamientos estrellados en el palo en esta segunda parte.

A los 61 minutos se le presentó una doble ocasión cuya resolución le supo a milagro al Atlético. Cristiano Ronaldo progresó hasta la línea de fondo, centró atrás y Benzema remató a un palo. El balón le fue a Özil, quien con todo el arco para él estrelló el cuero en Juanfran. Y a los 68 minutos, Cristiano Ronaldo mandó otra vez a la madera, esta vez en un astuto lanzamiento de falta.

“Hemos tenido la suerte que hay que tener para salir campeón”, reconoció Simeone después del partido.

En vez de aprovechar la inercia ante un Atlético desconcertado, el Real Madrid se enredó en las protestas al árbitro. Y ahí Mourinho, cómo resistirse, reclamó su cuota de protagonismo con una protesta exagerada que le sirvió para ser expulsado. Por ahí salió la ansiedad con la que el equipo blanco está viviendo el final de esta temporada.

Por esta circunstancia, más que su propio futbol, terminó el Atlético los primeros 90 minutos en área del Real, que sufrió tres saques de esquina consecutivos. Pero no pudo evitar la prórroga.

Los técnicos del Real Madrid asumieron riesgos al introducir tres cambios de golpe para empezar el tiempo añadido, con los ingresos de Alvaro Arbeloa, Angel Di María y Gonzalo Higuaín.

Y fue el Atlético el que tuvo la primera gran ocasión de la prórroga, cuando Costa se quedó en el mano a mano con Diego López, quien sacó dos remates consecutivos del brasileño.

El equipo rojiblanco no perdonaría después. A los 98 minutos, Koke centró al primer palo, Essien se tragó el desmarque de Miranda, Diego López no salió y el central brasileño Miranda cabeceó a la red.

La hinchada atlética se apoderó del estadio Santiago Bernabéu. También sus jugadores, cuyo estado de ánimo se elevó al cielo. Incluso dio la impresión de que físicamente estaba muy por encima de los blancos a pesar de que a esas alturas Simeone no había hecho ningún cambio.

Sin dirección en banquillo ni en el campo, al Real Madrid sólo le quedó el orgullo para intentar voltear el marcador. E Higuaín tuvo la oportunidad, en un remate cercano que sacó Courtois. Pero quedó en poca cosa comparado con la tremenda parada que le hizo a Özil a los 109 minutos. Una intervención memorable.

El final del partido fue penoso, con una expulsión a Cristiano Ronaldo por una supuesta agresión a Gabi, un tumulto en los banquillos, empujones entre jugadores y Courtois recibiendo el impacto de un objeto caído desde la grada de los ultras blancos.

A la postre, Gabi aupó la Copa en el palco de autoridades del Bernabéu, el Atlético levantó los brazos y celebró su gran noche.

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