La confrontación entre las Cámaras frena reformas del Pacto y Peña Nieto

Claudia Salazar y Claudia Guerrero / Agencia Reforma

Ciudad de México

La confrontación que viven las Cámaras de Diputados y Senadores afectó la aprobación de por lo menos cuatro reformas clave tanto para el Pacto por México, como para el presidente Enrique Peña Nieto.

En el primer año de la LXII Legislatura, la polémica entre los legisladores ha estado presente desde las reformas laboral y educativa.

En el segundo periodo de sesiones, las diferencias llevaron al fracaso de acordar una agenda legislativa común para avanzar en las reformas.

Los roces han estado vinculados al contenido de los proyectos, al procedimiento parlamentario de las minutas entre Cámaras y a la división interna que registran los partidos.

Por la rivalidad, la reforma de telecomunicaciones fue aprobada en el límite del periodo ordinario de sesiones, exhibió división interna del PAN y desató señalamientos y acusaciones entre legisladores del PRI y el PRD.

Los diputados recibieron la iniciativa firmada por el presidente Enrique Peña Nieto y los dirigentes de los partidos PRI, PAN, PRD y PVEM, a la cual se le dio un tratamiento de fast track, ampliamente criticado en el Senado.

“Aquí no habrá filas de senadores firmando la reforma”, criticó en su momento el coordinador del PRI en la Cámara alta, Emilio Gamboa.

La iniciativa fue presentada el 11 de marzo y el día 21 fue aprobada por el pleno de la Cámara de Diputados. Sólo dictaminó la Comisión de Puntos Constitucionales y tuvo pocos ajustes en relación a la iniciativa.

En contraste, los senadores decidieron organizar audiencias y foros de consulta, manteniendo un discurso público en contra de “legislar al vapor” como lo hicieron los diputados.

La diputada del PRD Purificación Carpinteyro acusó a los senadores de defender a las televisoras en su interés de convertirse en gobernadores y la reforma fue regresada a San Lázaro con 27 cambios agrupados en 18 temas que aparentemente habían sido “planchados” con los diputados.

De vuelta en San Lázaro, las fracciones del PAN y PRD pugnaron por corregir el párrafo mediante el cual se podían obtener suspensiones en juicios de amparo en todas las resoluciones de la Comisión Federal de Competencia Económica, lo que desató otro enfrentamiento.

“Tenemos que congratularnos porque a pesar de las 27 modificaciones que fueron realizadas por el Senado de la República, la verdad es que no existen más de cuatro que tengan alguna trascendencia, lo penoso es que esas cuatro son un retroceso”, manifestó en tribuna Carpinteyro.

“Le dimos dientes a la Comisión Federal de Competencia para actuar en contra de ellos, el Senado se los quitó, pero no se preocupen, porque habrá eventualmente las leyes secundarias en donde tendremos la oportunidad de, efectivamente, rehacer aquello que el Senado deshizo”.

También del PRD, Fernando Zárate cuestionó la actitud del Senado.

“Se legisla por responsabilidad, no por vanidad”, dijo en la tribuna.

Cuando la reforma fue regresada por última vez al Senado, los legisladores respondieron a las críticas.

En conferencias, en comisiones y hasta en el pleno de la Cámara alta, acusaron a los diputados de actuar como “exquisitos”, ironizaron sobre las  modificaciones “dignas de la Real Academia de la Lengua” y descalificaron su conducta al afirmar que sólo actuaron movidos por el ego y el protagonismo.

“Lo que resulta absurdo es que se lleve a tal nivel de polarización entre cámaras y se traduzca esto en una corrección de estilo”, reclamó el perredista Alejandro Encinas.

“Es innecesario que se llegue a tal nivel de confrontación insustancial, donde parece que lo que está a debate es el ego y el protagonismo, y no quiero decir que los grupos de interés”.

El senador del PAN, Javier Lozano, incluso se dijo avergonzado de la posición que habían asumido sus correligionarios en la Cámara de Diputados, lo que exhibió diferencias entre los grupos al interior del blanquiazul.