Trunca estudios en Nueva York por falta de respaldo económico jazzista de Tixtla

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

El baterista tixtleco de jazz, José Ricardo Placencia Gómez, acaba de regresar de Nueva York en donde estudió por dos meses batería en la escuela New York Jazz Academy, pero tuvo que suspender debido a la falta de apoyo, pues se aventuró con sus propios recursos económicos.

El joven estudiante originario de Tixtla se ha dedicado desde los 18 años de edad a estudiar percusiones, pues su sueño ha sido ejecutar la batería en el género de jazz, pero debido a la falta de una escuela en el estado tuvo que emigrar a la ciudad de México.

Señaló que tuvo que salir del estado en el 1998 pues no existía una escuela de música que pudiera instruirlo en la ejecución de la batería para interpretar jazz, y reiteró que aún en estos días sigue sin existir una carrera de música contemporánea o de jazz en el estado.

Placencia Gómez también ha estudiado durante un año en Alemania y seis meses en Cuba, además de estudiar en la ciudad de México en el conservatorio de Música, y como última estancia sólo duró dos meses en la ciudad de Nueva York, porque no contó con el apoyo de una beca para culminar sus estudios que durarían ocho meses en la ciudad anglosajona.

Agregó que es necesario que en el estado se cuente con apoyos suficientes para los músicos y cualquier artista en general, pues si no existen los medios para desarrollar el arte en el estado, entonces los artistas tendrán que acudir a escuelas especializadas para aprender las técnicas y regresar al estado para compartirlas y forjar artistas con una mentalidad más amplia y contemporánea, pero con el respaldo de las instituciones encargadas del desarrollo cultural y artístico.

“Es importante regresar al estado y compartir los conocimientos y las técnicas que se aprenden en otro lado, para que la gente conozca cosas nuevas y ayude al desarrollo de la interpretación del jazz en nuestra entidad”, subrayó.

Comentó que en él nació la curiosidad por la música y por su instrumento, la batería, pero en Guerrero no existía alguien que respondiera a sus preguntas como ¿qué era un baterista?, ¿para qué ser un baterista?, y si era una actividad que se pudiera estudiar, pero sobre todo ¿qué diversidad musical existía más allá de lo que podía ver y escuchar en su región?.

“En aquel tiempo, tal vez no sabía qué quería hacer con mi vida, que tan solo la música era un pasatiempos”, agregó.

Relató que después de rogarle a sus padres para que le compraran una batería a sus 11 años y tocar por primera vez su batería lo hizo sentirse el niño más pleno y no pasó mucho tiempo para darse cuenta que la música lo había escogido a él, pues en su familia no hay músicos.

“Pero en aquel tiempo en mi ciudad de Tixtla y la capital Chilpancingo, no contaba, ni cuenta, con alguna institución que oriente cómo emprender un desarrollo en ese instrumento y sobre este tema en música popular contemporánea”, reiteró.

Señaló que somos un estado que por su mezcla racial y sociocultural, específicamente en la región de Costa Chica, se tiene la raíz de la música popular que hoy en día en el mundo es la “cumbre en desarrollo”; es decir el jazz.

Afirmó que nuestra música es muy fácil de adaptarse al desarrollo jazzístico, como en otros países, y lograr buena calidad musical como ocurre en lugares que poseen gran diversidad y estilos en su música, pues hoy en día cuentan con un nivel muy desarrollado en sus ejecutantes que rigen la industria musical popular contemporánea.

Enfatizó que dos de las razones por las que nuestra música no se ha desarrollado como en otros países como Cuba, Brasil o Colombia, es por la educación y el trabajo.

“No tengo una sola respuesta del por qué nuestar música no se ha desarrollado como en otras partes; dos de las posibles respuestas son por la educación y el trabajo, No por algo Guerrero es el estado con mayor número de analfabetas del país, uno de los más pobres y con mayor índice delictivo”.

El baterista Placencia resultó seleccionado por la convocatoria del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico de Guerrero (PECDAG), en la disciplina de Música con el proyecto titulado Futuros bateristas, dentro de la categoría de Formación artística individual.

El artista comentó que su proyecto lo había trabajado desde años anteriores, pero no contaba con el apoyo de alguna institución para realizarlo en el estado para lograr algún cambio en el desarrollo de los niños de Tixtla.

Dijo que su proyecto ha sufrido un retraso porque aún no se concreta el apoyo que requiere del gobierno municipal de Tixtla, pues los niños beneficiarios contarían con batería para que sigan practicando lo aprendido, pues para que las familias adquieran el instrumento es cara su adquisición.

Comentó que el proyecto lo había presentado hace un año en la Secretaría de la Juventud, pero hasta el momento no ha recibido ninguna respuesta por parte de la institución.

Agregó que para este proyecto acaba de solicitar el apoyo del presidente municipal de Tixtla para que lo apoye en la compra de una batería, que se le quedará a los niños que participen.

“Creo que es indispensable que cualquier actividad a la que nos dediquemos la hagamos con el afán del progreso, por nosotros mismos y por nuestra comunidad”, destacó.

Comentó que los talleres que impartirá en Tixtla y Chilpancingo se realizarán en tres trimestres durante un año, dos días por semana y con una duración de tres horas por clase, en la que enseñará conceptos básicos de la música.

El artista espera que se puedan reunir 30 niños entre los 8 y 15 años de edad, para que los niños que participen logren integrar las dos técnicas principales en la ejecución marcial de la batería, además de la identificación y la ejecución de los valores de escritura del solfeo.

Dentro del taller enseñará a los interesados los patrones para que ejecuten la batería latina como Samba, Bossa Nova, Timba, Songo, Mozambique, Bembe, Cumbia y Danzón.

En su segundo timestre del taller se aprenderán estilos americanos como el Swing, Funk, Soul, Hip-hop, y en el tercer trimeste se analizará y ejecutarán ritmos guerrerenses como sones de artesa, chilena, sones de tarima, y se experimentará sobre la música buscando innovar en la rítmica guerrerense.