Imparte la Compañía ImproTop un taller teatral a niños para hacerlos más creativos

Óscar Ricardo Muñoz Cano

Taxco

“Con el contexto violento en que vivimos, es necesario dejar esa energía negativa y cambiarla por positiva, declaró la actriz y maestra de la Compañía ImroTop, Daniela Arroio, quien imparte junto con el también actor Salvador Jiménez, y el director de la compañía, el actor y director Fabián Garza, un taller de improvisación teatral para niños.

El taller, impartido esta semana como parte de las Jornadas Alarconianas, utiliza técnicas novedosas de improvisación con las que se busca ampliar la capacidad creativa de los niños, además de incentivar el uso continuo de su imaginación; “la imaginación es la base”, acotó el actor Salvador Jiménez, quien destacó que al final del taller se presentarán pequeñas historias a propuesta de los participantes.

“Se imparten técnicas de improvisación teatral, basándose en el juego, en el trabajo de escuchar y aceptar las propuestas propias y del otro, priorizando la creación de historias y la capacidad de juego en ellos”, agregó el actor

Por su parte, la actriz Daniela Arroio comentó que no se entendería el teatro si no existiera el juego, “y los niños están acostumbrados a ellos, así que a partir de ejercicios teatrales, pequeños acercamientos al mundo escénico, ellos se sienten dentro de un juego”, y agregó que la intención del taller es mostrarles a los niños que todo es posible, que todas las ideas son buenas, imprimirles la cultura del “sí”; las sociedades se desarrollan a partir de las relaciones entre los seres humanos, y muchas veces éstas están llenas de inseguridades, de inhibiciones, y yo creo que las artes, el juego escénico te ayudan mucho a desinhibirte y hasta definirte como ser humano”.

Además, dijo, los niños son inquietos y curiosos, sin inhibiciones, “lamentablemente al crecer pierden esa chispa, sus intereses son otros”, y resaltó el hecho de que el taller es impartido adrede por tres maestros en los distintos días, quienes aportan con ello diversos puntos de vista sobre los temas.

El actor Salvador Jiménez refirió que esto es para el desarrollo humano; “llegar a adulto tras participar en un taller de estos, vas a tener menos problemas para expresarte frente a las personas; ni siquiera se trata de que estos chicos se vuelvan actrices o actores, o creadores escénicos pero seguramente esto les va a ayudar en su desarrollo personal”.

La Compañía ImproTop, es originaria de la ciudad de México y es dirigida por el actor y director teatral Fabián Garza; se presenta como parte de las actividades de las Jornadas Alarconianas donde ofrecen además de este taller, obras infantiles como Cuentos revueltos para niños perversos, y La feria.

Involucra el grupo  a taxqueños en la actuación en las empedradas calles

Los integrantes del grupo Impro calle de la Compañía Liga Impro, entre atropellos, gritos, carcajadas y errores involuntarios, contaron la historia de un sujeto que vive en una granja y contrata a un electricista que le da por escupir al piso.

El primer ejercicio teatral que presentó el grupo lo llamaron Alfapláticas, consistente en armar una historia con palabras en el orden de las letras del abecedario y con la participación del público.

Los asistentes, en su mayoría jóvenes, asistieron a la plazuela Chavarría, donde se presentaron Gloria Ramírez, Alejandro Mendoza, Shandré Villanueva e Ilian Blanco, director de grupo, dentro de las actividades de las Jornadas Alarconianas de este martes.

En entrevista, Blanco comentó que el espectáculo: “se arma con lo que la gente va proponiendo por lo que terminan siendo historias únicas e irrepetibles, al igual que los personajes, pues sus características son dadas por los mismos espectadores que son forzados de alguna u otra manera a participar”.

Otro de los ejercicios que se presentaron se llamó Contra reloj, donde se relató la historia del robo de una maleta en un aeropuerto primero en 30 segundos, luego 15 segundos y finalmente cinco segundos.

El cambio, ejercicio donde con un aplauso del actor en turno se cambiaba la última palabra de cada frase, hizo que la historia de un sujeto que esperaba a una muchacha en una fuente, terminara ayudando a su abuelita a subir a la misma, entre las carcajadas de los jóvenes que se dieron cita en la plaza.

Posteriormente siguió Estatuas, ejercicio en donde el público fue motivado a participar, al ser presentado por los actores como una estatua pero en posiciones incómodas, lo que generó más carcajadas que el ejercicio anterior, con lo que los actores lograron que el público participante compartiera un juego de su infancia conocido como Los encantados.

Finalmente llegó el turno a Qué estás haciendo, otro ejercicio donde los participantes seleccionados entre el público realizaron distintas acciones y fueron interrumpidos por los actores para preguntarles lo que estaban haciendo y éstos contestaban cosas que nada tenían que ver con lo que estaban haciendo, con lo que consiguieron llevar las pequeñas escenas hasta el límite de la actuación tanto de participantes como de actores.