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Recuperan una de las primeras obras del Siglo de Oro español con críticas al gobierno

Oscar Ricardo Muñoz Cano

 

Taxco

 

Con escenas inspiradas en imágenes renacentistas del siglo XVI y alegorías escenificadas por los actores de la Compañía de Teatro Clásico Fénix Novohispano, la tarde del martes fue presentada la obra Coloquio III, del dramaturgo del Siglo de Oro, el español Fernán González de Eslava, en el escenario de la Corrala del mitote, aquí en el Zócalo de Taxco.

La puesta en escena es una de las obras más importantes del teatro mexicano del siglo XVI, señalaron previamente los organizadores, y fue escrita por Fernán González de Eslava con motivo de la consagración como arzobispo de Don Pedro Moya y Contreras.

Coloquio III fue escenificada por primera vez en la Catedral Metropolitana de la ciudad de México el 8 de diciembre de 1574 y a ella asistió el Virrey Martín Enríquez, el Cabildo Catedralicio y el Cabildo de la ciudad.

En aquella función se suscitó un gran escándalo porque se representó un entremés que criticaba al virrey, diciendo “Al nuevo virrey nuevos impuestos” (mismo que también se repitió en esta actuación) por lo cual González de Eslava fue llevado a la inquisición, con lo que se convirtió en el primer autor crítico del teatro mexicano.

Los asistentes presenciaron la historia de la celebración de una boda, entre la Iglesia y Pedro Moya y Contreras, y la de un grupo de personajes, entre absurdos y divertidos, que deseaba entrar a la fiesta, pero no les era permitido.

Hay que resaltar el hecho de que los personajes son alegorías, es decir, representan virtudes, vicios o estados de ánimo como la alegría, la fortaleza y la prudencia, por un lado y por el otro, la vanagloria, la adulación y la diligencia.

Al no poder entrar a la boda, personajes como la vanagloria y la adulación, fueron combatidos por la prudencia y la fortaleza, moradores de la Iglesia, lo que causó risas entre los asistentes por lo divertido de los combates, para que al final los primeros fueran echados de dicho lugar por el perro del conocimiento de sí mismo que los devora.

En su momento, la pieza fue escrita como diversión y para entretener a una esfera social alta, tal como lo eran los gobernantes de la época; Coloquio III, al igual que las obras El Gorigori, de Luis Quiñones Benavente, y El galán liberal, de autoría desconocida, fue censurada por la Santa Inquisición.

Ahora, tras 400 años, la obra ha vuelto a escenificarse ante cientos de personas, quienes a pesar de que algunas líneas estaban recitadas en latín, para respetar el texto original, se admiraron tanto por el vestuario de época del siglo XVI como por el trabajo de los actores de la Compañía de Teatro Clásico Fénix Novohispano, que dirige el dramaturgo Francisco Hernández.

Actualmente, el trabajo de Fernán González de Eslava, en especial sus coloquios que son la base de su prestigio, está siendo revalorizado, y muestra de ello es la presentación de Coloquio III en las Jornadas Alarconianas.

Poco se sabe del autor: se tienen datos de que volvió sacerdote e incluso, que murió a manos de la inquisición, además de que su obra sólo está compuesta por unos dieciséis coloquios, nueve loas y cuatro entremeses.

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