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Arrastra la lluvia una casa en Tulimán, Huitzuco; mueren ahogados cuatro menores

Zacarías Cervantes

 

Tulimán / Huitzuco

 

Una tromba azotó la noche del miércoles a esta comunidad indígena nahua y arrastró una casa con dos niños y dos adolescentes, quienes murieron ahogados.

Heriberto de 3 años y Rosa de 7, así como Sandra de 13 y Cecilia de 15, de apellidos Montaño Rueda murieron cuando una barda que hizo represa cayó sobre su casa y el agua almacenada arrasó con ellos y los condujo a una barranca que atraviesa el barrio Zicapa de esta localidad.

Los muertos son cuatro de siete hijos de Heriberto Montaño Quiñones y de Apolonia Rueda Ortiz, quienes resultaron heridos y tuvieron que ser trasladados al hospital de Huitzuco para que recibieran atención médica.

Aproximadamente a las 9:30 de la noche del miércoles comenzó aquí un aguacero con fuertes vientos. En minutos, las calles se convirtieron en cauces de torrentes de agua que impidieron el tránsito de vehículos y personas, comentaron ayer los vecinos.

Después de que el agua invadió las calles, desembocó en las dos principales barrancas que atraviesan el poblado, pero en algunos lugares atravesaron terrenos baldíos y se metieron a algunas casas.

La corriente pasó a través del hogar de don Fernando Quiñones Astudillo y llegó a su patio trasero en donde una enorme barda le impidió el paso, pero en minutos el agua rebasó el nivel de la barda y comenzó a derramarse hacia la casa de don Heriberto Montaño Quiñones, luego el torrente derribó la barda y arrastró toda la casa, los muebles y a los cuatro hijos de don Heriberto y doña Apolonia.

La fuerza de la corriente llevó los cuerpos de los menores hacia la barranca que atraviesa el barrio, a 20 metros abajo de la casa de don Heriberto, y de allí fueron llevados por la corriente de la barranca a unos 800 metros.

Los vecinos narraron que el agua cesó aproximadamente a las 11 de la noche y entonces comenzó la búsqueda de los cuerpos, mismos que fueron rescatados entre las 12:00 y la 1:00 de la madrugada, de ahí los llevaron a la iglesia del lugar, donde fueron velados.

Los padres de los jóvenes resultaron con golpes en diferentes partes del cuerpo, además, don Heriberto tiene una herida en el pie producida por el filo de una lámina galvanizada. Todos fueron trasladados al hospital de Huitzuco.

En la mañana fueron regresados ya estables a ésta localidad, sin embargo después del medio día, doña Apolonia cayó en una crisis emocional y tuvo que ser trasladada al mismo hospital, en donde todavía por la tarde de ayer se encontraba internada.

De los tres hijos que le quedaron a la pareja, el mayor de 17 años había ido a traer agua a un pozo que se encuentra a medio kilómetro de su casa y se encontraba en ese lugar cuando comenzó la lluvia, cuando intentó regresar no pudo atravesar la barranca que pasa a unos 20 metros abajo de su casa.

Por eso, desde el cerro de enfrente, observó cuando el agua que se represó en la barda de su vecino comenzaba a derramarse hacia la suya, entonces comenzó a gritarle a sus familiares que se salieran, pero éstos no no escucharon por el ruido del aguacero que caía sobre el techo de lámina galvanizada.

El joven observó cuando la barda, de aproximadamente 4 metros de alto, se vino a bajo sobre su casa y el agua que había almacenado arrasó con todo.

Los otros dos hijos de la pareja, de 9 y 11 años alcanzaron a evadir la corriente y resultaron ilesos.

La tarde de ayer, en el pueblo todavía se podían observar los rastros del torrencial: se veían las calles destrozadas, patios anegados y algunas bardas que habían sido levantadas sin cemento fueron derribadas. Sin embargo, en este pueblo, no hubo ninguna otra tragedia más que la de la familia Montaño Rueda.

A las cuatro de la tarde, las calles y las casas lucían solitarias, a simple vista parecía un pueblo abandonado y es que los habitantes se volcaron a la iglesia en donde más de 500 personas participaron en el rosario en honor a los cuatro difuntos.

Afuera, dos bandas de música esperaban la hora de la partida del cortejo fúnebre hacia el panteón.

 

Ayuda tardía e insuficiente

 

Afuera de la iglesia estaba don José Montaño, compadre del papá de las víctimas, quien contó que desde que la población se dio cuenta de la tragedia comenzó a hacer llamadas a las autoridades municipales y estatales, solicitando ayuda para el rescate de los cuerpos, sin embargo nadie llegó.

Fue hasta a las 8 de la mañana cuando llegó personal de Protección Civil del municipio, pero su presencia ya no era necesaria pues los cuerpos habían sido rescatados por los vecinos.

A las 9:30 de la mañana llegó el presidente municipal de filiación priista, Norberto Figueroa Almazo, quien llevó ocho despensas a la familia y los cuatro ataúdes.

A las 5:00 de la tarde ninguna autoridad estatal había llegado para conocer del caso o para saber si los habitantes requerían de algún tipo de ayuda.

Tulimán es una comunidad de aproximadamente 3 mil 500 habitantes que se encuentra a 45 minutos de la capital del estado, a orillas de la Autopista del Sol.

Uno de sus principales problemas es la falta de agua y sus habitantes, principalmente en esta época, tienen que caminar entre 2 y 5 kilómetros en busca de manantiales para usarla para el consumo, el aseo personal y la limpieza de sus casas.

“Aquí, lo más que anhelamos es que comience a llover, por eso desde el 8 de abril fuimos a hacer la petición de lluvias al cerro, pero mire lo que nos vino a hacer”, dijo con tristeza don José, ya cuando los cohetes reventaban en lo alto y los redobles de la campana de la iglesia se escuchaban en señal de que la marcha fúnebre emprendía hacia el panteón con los cuerpos de Heriberto, Rosa, Sandra y Cecilia; mientras su padre convalecía en la casa de un vecino y su madre en el hospital de Huitzuco.

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