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Interrumpe la lluvia la representación de la obra La Marquesa de Sade de Mishima

Cuando la obra La marquesa de Sade estaba por llegar al final, la primera lluvia fuerte de la temporada cayó sobre la Corrala del mitote el jueves, obligando a que se suspendiera la puesta en escena de Gajuca International Company.

Tras enterarnos de que un grupo de mujeres giraban sus pláticas en torno a un hombre llamado Sade, que es vicioso y perverso, emergió un conflicto entre inmoralidad y castidad, pues mientras unas lo repudiaban, otras lo querían, en especial su esposa, Madame de Sade, quien soportó a pie firme las burlas.

Una a una, entre el chisme y la burla, revelaron secretos sexuales y de manera explícita por lo que provocaron que varios asistentes salieran de la Corrala, en especial aquellos que llevaban niños.

Y es que la obra, escrita por el japonés Yukio Mishima, busca explicar por qué el espíritu humano tiende hacia la inevitable atracción de violar lo que es prohibido, cosa muy normal en el Marqués de Sade.

Con una aproximación al mal por todas sus puertas, y el hecho de que Madame de Sade estuviese al lado del marqués durante sus 27 años de prisión para luego abandonarlo apenas recuperó su libertad, fueron los puntos de partida con los que Mishima escribió esta pieza teatral.

Lamentablemente, para cuando se pretendía desarrollar el último acto, hizo su aparición la lluvia, inundando la plaza borda, impidiendo así que los espectadores supieran las razones, y la lógica de la misma, que tuvo la marquesa para esperar a Sade tanto tiempo luego de una repentina desaparición, previa a su captura. (Oscar Ricardo Muñoz Cano / Taxco).

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