Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Hay desinterés del GMD y de las autoridades para resarcir daños: restauranteros

Karla Galarce Sosa

 

 

Propietarios de los restaurantes afectados por la construcción de la Marina Majahua, en Puerto Marqués, se quejaron porque ninguna autoridad gubernamental o representantes de Grupo Mexicano de Desarrollo (GMD) les han dicho cómo resarcirán los daños que el cambio de corrientes marinas causó a sus negocios.

Los restauranteros se deslindaron del Corporativo de Comercio y Gastronómico de ese poblado, encabezado por Miguel Ángel Martínez Ibarra, y cuyo asesor legal es el líder de la Confederación de Trabajadores Campesinos (CTC) en Guerrero, Eduardo Román Guzmán, y aseguraron que no han sido invitados a participar en las reuniones que los miembros de esa organización han tenido en Protur con autoridades de los tres ámbitos de gobierno y con integrantes de GMD.

Aseguraron que tienen pérdidas de hasta 700 mil pesos y gastos mayores, debido a que los cobros por el derecho de uso y goce de Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat) siempre llegan, aunado a que debido a la falta de ingresos se han retrasado en sus pagos y los requerimientos y multas son elevados.

Asunción Zequeida Urzúa, propietaria del restaurante Elizabeth –ubicado en el tercer bloque, uno de los más afectados por el cambio de corrientes marinas– declaró que en la única ocasión en la que participaron en algún tipo de reunión fue cuando las autoridades recorrieron la obra hace unas tres semanas.

Explicó que antes de que se comenzara con la marina a un costado de playa Majahua, entre el muro de su restaurante y la zona donde rompe la ola cabían mesas para alojar hasta 50 personas, pero que ahora ya no hay playa en esa superficie.

Reclamó también que cuando se hizo la remodelación el año pasado se vertieron desechos al mar y que ahora la fuerza del agua los va a dejar frente a su negocio. “Ahora en vez de playa tenemos bloques de concreto”.

El señor Federico Martínez Morales, esposo de la señora Asunción Zequeida, señaló que la distancia entre el único escalón que queda de su negocio y la arena del mar es de más de un metro de altura y que los visitantes “cuando se quedan” bajan por una escalera improvisada para nadar, hecha con costales rellenos de arena.

Federico Morales declaró que “el ingeniero de la empresa que vino en el recorrido se echó la responsabilidad de que en el mar se iba a construir un rompeolas para que volviéramos a tener la playa, pero  seguimos esperando”.

Mencionaron que son 11 restaurantes que no se sienten representados por el Corporativo de Comercio y Gastronómico de Puerto Marqués, entre los que se hallan Amparito, El pulpo, Delfa, Elizabeth, Linda, Charlie Brown, Lucerito, El Caracolito, Pepe’s Club, Perlita y María de Jesús.

468 ad