Presenta la Universidad de Veracruz La virgen loca, obra que aborda la soledad y la absurdo

Oscar Ricardo Muñoz Cano

Taxco

En un escenario oscuro y oculto tras una pantalla semi trasparente, La virgen, montaje de la Universidad Veracruzana, habló para sí misma de la soledad y de la locura, conduciendo al público a la risa o a la franca carcajada.

Carente de efectos y sostenida por el trabajo del actor Hosmé Israel, la historia dio cuenta de un día en la vida de una solterona sola, abandonada, salpicada de angustias y que pasó el tiempo platicando con su San Antonio, santo de toda su devoción y confidente, al que alababa con fe al tiempo que lo criticó, lo ofendió y le pidió perdón.

Este monólogo en el que abundan el humor y las situaciones amargas, cómicas y  absurdas, fue un trabajo dirigido por Enrique Pineda, miembro de la Compañía Titular de Teatro de la Universidad Veracruzana, y se presentó como última actividad de este sábado de las Jornadas Alarconianas en el teatro Juan Ruiz de Alarcón en el Hotel Posada Misión.

De profunda reflexión sincera por no tener compañía, a la amargura y la frustración por ser virgen, pasó de la súplica a San Antonio a la exigencia de conseguirle uno, el que sea, pues sus mejores tiempos han pasado.

Un general revolucionario, un jardinero y otros hombres más son los que según lo dicho por la virgen la sedujeron, pero ninguno se quiso quedar con ella a pesar de su dinero y sus arrebatos carnales, lo que causó la risa entre la gente, misma risa que se multiplicaba con escenas tales como el sueño de querer ser una madrota con muchas señoritas, o una sesión espiritista que termina cuando el fantasma de un militar huye de las pasiones de la virgen.

Así también, cuando narró que quería ir a doctor a que le realizara su séptima cirugía estética, pero se arrepintió por temor a que le dijera que no.

Apoyada por su sirvienta Anastasia, que no aparece, y su chofer, Macario, que tampoco aparece, la virgen va a misa tan sólo para encontrarse a la gente del pueblo que a decir de ella la odia: señoras que le deben dinero o algún favor. Gente, personas, a las que critica ella misma llamándolas burras.

Ya de regreso, aunque cabe señalar que toda la acción ocurre dentro de la recámara de la virgen, en el epítome de la locura, se puso un vestido de novia con ayuda de su sirvienta, y arremetió contra San Antonio, a quien le terminó hablando de tú cuando, de algún lugar escondido sacó las cenizas de quien dijo, fueron sus enamorados, con las que se bañó para tirarse sobre la cama y tener un orgasmo para terminar con la función.

Cabe mencionar que la Compañía Titular de Teatro de la Universidad Veracruzana desde 1953 reúne a actores y actrices experimentados así como a jóvenes talentos organizados en una compañía profesional con el apoyo institucional de la Universidad Veracruzana.

Asimismo, a decir de su carpeta de presentación, La virgen loca ha alcanzado más de mil representaciones y está registrada en el libro de los récords Guinness como la de mayor permanencia en el mundo.