Analizarán hoy el conflicto por la comida chatarra en una primaria de la capital

Lourdes Chávez

Chilpancingo

Hoy se discutirá en asamblea el conflicto de la primaria federal Vicente Guerrero, luego de la toma de instalaciones la semana pasada, donde padres de familia denunciaron la venta de comida chatarra y bullying a los estudiantes.

Sin embargo, un padre, quien se reservó sus datos, señaló que el problema comenzó hace dos meses, cuando el director prohibió la entrada a la escuela de madres de familia que les llevaban de almorzar a sus hijos, como una medida de protección para los alumnos.

Tras la protesta del miércoles, el director Ramón Ramírez Zolache explicó que un padre de familia, de oficio taxista, fue asesinado y su esposa llamó a la escuela para pedir que no dejaran salir a sus hijos, pues temía que algo les pasara, pero su argumento no convenció a las madres que insistieron en llevar alimentos a sus hijos.

La escuela Vicente Guerrero, ubicada en la colonia Jardines del Sur, tiene seguridad privada, dos vigilantes que al parecer son pagados por la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) desde hace tres años, porque había muchas denuncias por robo.

Se solicitó un recorrido por la escuela, pero el vigilante indicó que el director había salido, al insistirle señaló que ni la secretaria se encontraba en la dirección escolar, y negó el acceso.

Afuera, los padres de familia poco a poco fueron llegando a recoger a sus hijos, y aunque la mayoría se negaba a hablar sobre la situación en la escuela, poco a poco comenzaron a revelar algunos datos.

En la calle se habían instalado los primero puestos ambulantes, que continuaron llegando, prácticamente sobre el arroyo vehicular para ofrecer sus productos, donde destacaban algunos puestos de fruta, pero no faltaron las frituras ni los dulces.

Entre los padres, se informó que la escuela alberga a más de 900 estudiantes, y al parecer un comité se encarga de cobrar una cuota a los vendedores que están adentro de la escuela, pero confirmaron que los productos no son de buena calidad.

En la protesta pasada, los padres llevaron cinco demandas, entre las que está que los padres o tutores puedan seguir llevando el almuerzo a sus hijos en la parte del estacionamiento, que también está cercado y bajo el resguardo de la seguridad  privada.

Asimismo, que se vendan alimentos calientes en la hora del recreo y que los elaboren los padres de familia, porque los actuales vendedores son ajenos a la escuela, y sólo ofrecen tacos, tostadas y quesadillas.

También exigieron que les permitan el paso a los padres a la escuela, previo al horario de salida, para que pregunten sobre el aprovechamiento de sus hijos; porque la escuela no está cerrada como dicen las autoridades, los maestros y trabajadores salen en el momento que quieren, así como vendedoras de catálogo que llevan a ofrecer y a entregar sus productos.

En su pliego, también exigieron que las reuniones de maestros, que han sido constantes y continuas, se realicen en horas que no perjudiquen a los estudiantes. Y para la SEG, que se agilice la reparación de los sanitarios, que representan un problema de salud para los niños.

Se indicó que el director se negó a dar una respuesta por escrito a esos sus planteamientos, porque puso en entredicho la relación de firmas que respaldaban el pliego petitorio, pero serán discutidos en la asamblea con la asistencia de autoridades educativas.

Aunque algunos padres señalaron que la comida había mejorado tras la protesta, otros dijeron que todo seguía igual y los problemas serían discutidos en una reunión de padres de familia hoy a primera hora.

Una de las madres consideró que sus peticiones no ponen en riesgo la integridad los niños, aunque reconoció que otros padres no están de acuerdo con las acciones, porque tiene que ir a sus trabajos y no tienen otro lugar para dejar a sus hijos.