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Piden perdón pandillas del M18 y Salvatrucha y están dispuestos a detener la violencia en Honduras

EFE

 

Tegucigalpa

 

Líderes de las pandillas Mara Salvatrucha (M-13) y M-18, a las que se les atribuyen múltiples crímenes en Honduras, anunciaron ayer que están dispuestos a detener la violencia y pidieron perdón a la sociedad.

“Queremos pedirle a Dios que nos ilumine (…), que nos ayude en este proceso que nosotros queremos, más que todo ante Dios pedirle perdón por todo, pedirle también perdón a la sociedad si en algún momento hicimos daño, pedirle también perdón a nuestras autoridades”, dijo uno de los integrantes de la M-13.

El anuncio de lo que sería una “tregua” para frenar la violencia lo hicieron líderes de las dos bandas, por separado, en el presidio de San Pedro Sula, en el norte del país centroamericano, donde están recluidos.

Junto a los pandilleros estuvo el obispo auxiliar de San Pedro Sula, Rómulo Emiliani, quien desde hace varios años viene intercediendo para que cese la violencia entre los miembros de la M-13 y la M-18, tanto dentro como fuera de la prisión.

Emiliani llegó ayer al presidio junto al secretario de Seguridad Multidimensional de la Organización de Estados Americanos (OEA), Adam Blackwell, quien el lunes recibió en San Salvador, de seis pandillas, 154 armas y artefactos explosivos como parte de una “tregua” que ha contribuido a rebajar los homicidios en ese país.

“Nosotros lo que queremos es paz con Dios, paz con la sociedad, paz con nuestras autoridades, nada más”, dijo un pandillero de la M-13, que no se identificó.

Además, solicitó ayuda del gobierno para que los pandilleros dentro y fuera del presidio cuenten con talleres de manualidades para trabajar, ganarse la vida honradamente y reinsertarse en la sociedad.

Otro miembro de la M-13, que se identificó como Isaac Morales, señaló que el cese de la violencia que proponen sería “a partir de ayer en todo el país, porque Dios así lo permitió”.

“Buscamos lo mejor para cada uno de nuestros hombres, nosotros lo que queremos es trabajar, queremos sembrar una semilla, queremos enseñar cómo nos podemos ganar la vida”, enfatizó.

Los líderes de las dos pandillas dejaron claro que no es una tregua entre ellos mismos lo que están proponiendo, aunque dejaron abierta la posibilidad de dialogar.

Uno de los representantes de la M-18, que tampoco se identificó, dijo que la voluntad de ellos “no sólo es palabra”, sino que quieren demostrar con hechos la disposición de “colaborar para bajar el índice de violencia”.

“Estamos conscientes de que hemos hecho algo malo, por eso estamos pidiendo perdón a la ciudadanía, necesitamos que nos escuchen y nosotros les damos la palabra que vamos a reducir el índice de violencia y vamos a tener un mejor control”, subrayó.

Agregó que el accionar de las pandillas lleva varios años y que ellos han sido “perseguidos policial y judicialmente, lo que ha generado más violencia, pero que ahora están resueltos a “dialogar”.

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