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Sigue la protesta de padres de familia de una primaria por la venta de comida chatarra

Lourdes Chávez

 

Chilpancingo

 

El director de la primaria Vicente Guerrero, Ramón Ramírez Solache, señaló que los alimentos que ofrecen en esta escuela son los mismos que se expenden en otras, como tortas de jamón, salchicha, tacos dorados, quesadillas, enchiladas, jugos industrializados y naturales.

Consideró que la protesta de algunos padres de familia la semana pasada fue por un tipo de alimentos de la marca Sabritas, especificados en la norma de la Secretaría de Educación Pública (SEP) como botana escolar, por lo tanto la protesta de la semana pasada por la venta de comida chatarra no tenía razón de ser.

Aunque este martes no se pudo constatar esta información, porque tampoco se permitió el acceso a la escuela por acuerdo del Consejo Técnico, que integran todos los trabajadores, y que también cerró el paso a los padres que llevaban almuerzo a sus hijos.

El director precisó que sólo si lo padres presentan una prescripción médica de que tienen que observar la alimentación de sus hijos, entonces se les permitirá el paso; de lo contrario sólo pueden entregar desde la calle el almuerzo a los niños, quienes entrarán al comedor escolar que se construyó dentro o en las mesas de la Coca-Cola en la cooperativa.

Sin embargo, los integrantes del comité de padres y de participación de la escuela, Juan Martínez Rodríguez y Julián de Jesús Hernández, denunciaron que los maestros y el director sin consultarlos toman decisiones que afectan a los padres y a los alumnos.

Ratificaron que mantendrán sus demandas, para que los padres ingresen al menos al estacionamiento bardeado y separado de la escuela, a dar de almorzar a sus hijos y porque mejore la calidad de los alimentos de la cooperativa.

También aseguraron que existen casos de bullying a los que no se les ha dado la atención adecuada, pero que el director minimizó y declaró que tuvieron un problema el año pasado, que no implicó una campaña de agresiones y se resolvió después de que hablaron con los padres.

En entrevista por separado, Ramírez Solache aclaró que hoy se revisará en asamblea con los padres las denuncias y se leerá un informe del Consejo Técnico.

Aclaró que el Consejo Técnico tomó medidas de seguridad, porque hubo algunos incidentes en la vía pública y en el estacionamiento de la escuela.

Aseguró que en febrero hubo una persecución y cuando los maestros salieron a la calle, encontraron autos chocados con el aceite y anticongelante saliendo de los vehículos; luego un padre de familia, en estado inconveniente, agredió verbalmente a los guardias.

Asimismo, confirmó que hace unos días, fue asesinado uno de los padres de familia y su esposa le pidió que no abriera la puerta de la escuela, porque la situación era delicada. También señaló que la mujer le pidió los documentos y se llevó a sus niños.

En la calle, frente a la secuela, los representantes del comité reconocieron que ha habido problemas de seguridad, por ejemplo, que el año pasado se presentaron denuncias de extorsión a los maestros y se gestionó ante el Ayuntamiento que una patrulla hiciera recorridos para cuidar a los maestros, en los horarios de entrada y salida.

Sin embargo, señalaron que la mitad de los profesores salen a comer a la calles y en noviembre del año pasado de pronto dijeron que los padres no podrían pasar a la escuela, sólo al estacionamiento a dejar alimentos a sus hijos.

En otra decisión arbitraria, indicaron que hace un mes el Consejo Técnico resolvió que los 30 padres y madres que llevan alimentos a sus hijos ya no podrían entrar ni al estacionamiento, porque los niños comían arriba de los autos y porque presuntamente rayaron un vehículo.

Aseguró que los padres se sintieron agredidos porque han constatado que la puerta sí está abierta a gente externa, como vendedores y personas que les llevan refrescos o comida, pero a ellos se les negó todo tipo de información.

Aseguraron que la protesta se realizó porque el director desconoció los acuerdos de una asamblea, donde discutieron los problemas, “se sienten dueños de la escuela”.

Señaló que en el plantel se venden muchos dulces, galletas y los estudiantes se quejan de la falta de higiene en la preparación y venta de los productos. Agregó que los casos de bullyign comenzaron porque los maestros realizan muchas reuniones y dejaban solos a los alumnos en los salones de clases, y ahí se suscitaban las peleas y agresiones a los más indefensos.

Por lo tanto, demandaron que las reuniones se realicen fuera de los horarios de clases, “pero no quieren perder un minuto de su tiempo libre”, reclamaron.

Aseguraron que existen otros problemas, pues los niños de un grupo de sexto grado no tienen clases desde hace 15 días, pero independiente de la causa por la que los maestros no ha ido a la escuela, la dirección es la responsable de darles atención o poner a otra persona.

Además, denunciaron que no hay rendición de cuentas por la renta de un auditorio, que se utiliza para clausuras, y por el que cobran entre dos y tres mil pesos.

Finalmente, informaron que los comités van a respaldar las demandas de los padres y si el director y los maestros no quieren acatar los acuerdos de la asamblea, podrían ir a un paro de labores.

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