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No atiende la SEG la discriminación a alumnos de la tarde en una primaria de Chilpancingo

Lourdes Chávez

 

Chilpancingo

 

Los representantes de la primaria Revolución, del turno vespertino, denunciaron que las autoridades educativas se niegan a atender el problema de discriminación y maltrato que padecen sus alumnos, a pesar de que existen acuerdos en minutas firmadas, pero que son cotidianamente violentados por el director de la escuela Morelos, Fulgencio Cabrera Salgado, del turno matutino.

Ante la apatía de los funcionarios, advirtieron que van a recurrir a un proceso legal para garantizar el derecho a una educación sin marginación de sus estudiantes, pues en una campaña de desprestigio por parte de algunos directivos, hasta los padres de la mañana agreden verbalmente a los alumnos de la tarde llamándolos “piojosos”.

En conferencia de prensa, la presidenta del Comité de padres, Josefina Popoca Viveros, denunció que Cabrera Salgado presume que todos los padres de sus alumnos son funcionarios, por lo tanto ni el gobernador Ángel Aguirre Rivero puede intervenir en esta escuela. Mientras los niños de la tarde son hijos de obreros y las aportaciones son menores, porque tiene una matrícula más pequeña.

La maestra Guadalupe Pastor señaló que como en el turno de la tarde son menos, piensan que no merecen acceso a todos los espacios de la institución, pero “queremos aclarar que no pedimos acceso a todas las áreas, sólo a las necesarias para el desarrollo de los niños”.

Hace un año, maestros y padres de la escuela Revolución denunciaron que no tienen acceso a un aula multimedia y a los nuevos sanitarios, por la negativa del director de la escuela Morelos a compartir los espacios con los niños del turno vespertino, a pesar de que se firmó un acuerdo para distribuir los espacios, el que nunca se respetó.

Asimismo, recordaron que el último Día de las Madres, el turno matutino realizó su festejo en la tarde, a pesar de que había un acuerdo firmado en 2012, para realizar las celebraciones en sus propios horarios, pero a Cabrera Salgado no le importó que hubiera clases, y obligó a los maestros y alumnos a protestar en la calle.

En respuesta a ese hecho, el director de la Morelos denunció el jueves, en conferencia de prensa, que los alumnos de la tarde son los responsables de todos los desperfectos del inmueble y no hacen aportaciones para las reparaciones.

Este martes, los maestros de la tarde denunciaron que las autoridades no quieren intervenir en el conflicto y el director de Educación del estado, José Ángel Bolívar Galeana, les pidió que sean tolerantes a todas las arbitrariedades, a pesar de que esta violencia está dañando la autoestima de sus alumnos.

Aseguraron que tienen videos de cómo se burlan de los niños que están tomando clases en medio del festejo del 10 de mayo, y de la forma en que los llamaron por micrófono, para que abandonaran las instalaciones.

La maestra Guadalupe Pastor recordó que al mismo tiempo que Cabrera acusó a los niños del turno vespertino de maltratar los edificios, el gobernador dijo que nada era más importante en su gobierno que la educación, pero la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) no ha mostrado ningún interés en resolver este problema. Exigió que se haga valer la palabra del gobernador en esta escuela.

Popoca Viveros indicó que el conflicto viene de muchos años atrás, pero se agravó cuando se habilitaron los edificios y la construcción de nuevas áreas en 2012.

Indicó que durante la construcción recibió una llamada de Cabrera Salgado, para pedirle 10 mil pesos “para los refrescos” de los trabajadores de la obra, pero ella sólo le entregó tres mil pesos, y mostró un recibo de pago simple firmado por el director de la mañana.

Denunció que está exigiendo que todo lo que se recaude en el turno de la tarde, se le entregue, cuando las cuotas no son obligatorias, y todas las minutas firmadas con las autoridades no han servido para nada.

Señaló que en la escuela Revolución toman clases 365 niños, mientras en el turno matutino acuden más de mil estudiantes, pero no por esa razón merecen un trato discriminatorio.

Sobre las arbitrariedades, señaló que ante la falta de espacios, colocaron la dirección y los archivos de la escuela en la cancha de frontón, y Cabrera Salgado les tiró todos los documentos al suelo. Asimismo, dijo que han encontrado excremento en las áreas que usan, pero no lo habían denunciado, porque esperaban resolver los problemas de manera interna, pero no han tenido resultados.

Señaló que recurrieron a la denuncia pública para buscar la solidaridad de los ciudadanos ante la incapacidad de las autoridades, y se reservaron los detalles del proceso legal que realizarán con el respaldo de la asociación estatal de padres de familia.

La escuela que alberga a la Revolución y Morelos se encuentra en la calle Antonia Nava de Catalán, cerca de la clínica del Seguro Social en la capital.

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