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Darán acceso al templo de Mixcóatl que en su niñez descubrió Octavio Paz en el DF

Yanireth Israde / Agencia Reforma

 

Ciudad de México

 

Antes que los arqueólogos, el poeta Octavio Paz descubrió un templo prehispánico consagrado a Mixcóatl, Serpiente de nubes, una de las principales divinidades de los mexicas, como rememoró el escritor hace 19 años en las páginas de este diario.

De aquella “diminuta pirámide”, como le pareció entonces al niño Paz –quien tropezó junto con sus primos con el antiguo montículo– surgió una zona arqueológica en el poniente de la ciudad, hoy oculta entre la lateral del Periférico, el distribuidor vial San Antonio y, más recientemente, el segundo piso de Periférico.

“Se ha hecho un trabajo fuerte para preservarla”, afirma Antonio Huitrón, director de Operación de Sitios del INAH, al comentar las obras de infraestructura vial que, prácticamente, le pasan encima.

Durante las labores para elevar el periférico pretendieron colocar pilotes cerca de los vestigios, plan que el INAH no autorizó, revela el arqueólogo.

Pero entre ese enjambre de vialidades, la zona arqueológica de San Pedro de los Pinos no se distingue, ni los vecinos la conocen, por eso el organismo comenzó un programa de visitas gratuitas, previa solicitud, antes de su apertura formal en los próximos meses.

Una malla ciclónica delimita el asentamiento prehispánico, cuyas puertas permanecen cerradas, aunque los vigilantes aseguran que, cuando personas interesadas se acercan, se les permite recorrer la zona. Ingresan, sobre todo, escolares, apunta Huitrón.

“Estamos trabajando en el diseño de un esquema de funcionamiento que articule a la zona con la comunidad, de tal suerte que la posicionemos como un espacio público con una vocación educativa. Esto se dará también en otros espacios (arqueológicos) de la ciudad de México”, anticipó.

Por lo pronto, se afina el guión del recorrido, porque “el edificio por sí mismo da poca información”, previene Huitrón.

La zona arqueológica contiene vestigios del centro ceremonial de Mixcóatl, contemporáneo al Templo Mayor de Tenochtitlán. Pero a diferencia del santuario mexica, el de la Serpiente de Nube no fue arrasado por los españoles porque sus habitantes lo cubrieron de tierra, se explica en la placa informativa del recinto.

Octavio Paz (1914-1998) conoció Mixcoac cuando todavía era un pueblo del México revolucionario; allí su abuelo Irineo Paz tenía una casa de campo.

“Una mañana de asueto, durante un paseo con mis primos por las afueras del pueblo, tropezamos con un montículo que nos pareció ser una diminuta pirámide. Regresamos alborozados y contamos nuestro hallazgo a los mayores. Sonrientes movieron la cabeza: creyeron que se trataba de otra invención de María Luisa, una de mis primas que había creado toda una mitología de seres misteriosos. Sin embargo, a los pocos días nos visitó el arqueólogo Manuel Gamio, amigo antiguo de nuestra familia. Oyó sin inmutarse nuestro relato y esa misma tarde lo guiamos hacia el sitio de nuestro descubrimiento. Al ver el montículo nos explicó que probablemente era un santuario consagrado a Mixcóatl, divinidad que dio nombre a nuestro pueblo antes de la conquista”, relata en el texto Octavio Paz por él mismo, publicado en Reforma el 6 de abril de 1994.

Según documentación del INAH, el sitio se excavó en 1920. No se sabe cuándo lo encontraron Paz y sus primos, o si el aviso de los niños fue determinante en las exploraciones arqueológicas a cargo de Eduardo Noguera, pues los primeros reportes del enclave arqueológico datan de 1915

No hubo otra intervención hasta 1968, cuando el arqueólogo Eduardo Pereyón presentó un proyecto de “restauración y embellecimiento” con motivo de los Juegos Olímpicos en México aquel año. Una década después se excavaron los alrededores para permitir la construcción del Centro Cultural La Pirámide que colinda con el asentamiento prehispánico.

Huitrón descarta más exploraciones en la zona y por ahora se concentra en su próxima apertura.

Las visitas pueden solicitarse en la Dirección de Estudios Arqueológicos con el arqueólogo Morrison Lason Limón al teléfono 55 22 44 46, o en el email morrison_limó[email protected]. Para recorridos en grupo se recomienda un máximo de 20 personas.

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