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Clausura Profepa muelle en Revolcadero cuya construcción comenzará en verano

Karla Galarce Sosa

 

Por incumplir las reglas de construcción, inspectores de oficinas centrales de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuraron el muelle de la empresa Jar Estate y que operará Performance Boats, en playa Revolcadero.

La empresa anunció en su portal de internet que la obra comenzará en el verano de este año.

El coordinador de delegaciones federales de la dependencia, Fernando Reina Iglesias, declaró en una breve entrevista telefónica que “hay varias condiciones para poder construir y la Subprocuraduría de Recursos Naturales, a través de la Dirección General de Impacto Ambiental, estuvieron allá en Acapulco”, explicó el funcionario federal.

Fueron colocados tres sellos de clausura adheridos a los pilares y a la escalera que se conectará con el muelle, además que penden de la estructura de metal dos anuncios que advierten de la clausura de la obra.

En el procedimiento que comenzó la Profepa porque la empresa no informó sobre el cambio de materiales, se emitió un acuerdo para ese trámite, para que la empresa presentara la autorización de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para la modificación del material empleado en el atracadero a base de tubos de acero en forma de espigón.

En junio de 2011, el representante de condóminos de residencial Playamar I, Florentino Guzmán Mejía, y el representante de la mesa guerrerense para el cuidado, protección e investigación de la tortuga marina, Víctor Manuel Verdejo Ramírez, manifestaron su oposición a la construcción del muelle en playa Revolcadero por afectaciones a la zona de desove de tortugas marinas de la especie golfina.

La Profepa informó que el proyecto consistirá en la construcción de un atracadero fijo con una longitud de 276 metros de largo y 3.5 metros de ancho, que tenía el título de concesión desde agosto de 2007 con vigencia de 15 años.

Al proyecto se le autorizó la construcción del muelle con 117 pilotes de concreto reforzado, aunque se utilizan pilotes prefabricados de acero.

En enero de 2011, caballerangos de los hoteles Mayan Palace y Princess mantuvieron un plantón en las obras en el muelle de la playa Revolcadero, en protesta por la edificación que afectaría el libre tránsito en esa zona. La protesta estuvo encabezada por Praxedis Guillén Palma.

Los caballerangos de Revolcadero solicitaron la revocación del título de concesión ese año ante la Profepa.

En junio del año pasado, el representante de los condóminos de Residencial Playamar I, Florentino Guzmán Mejía, pidió que las obras se detuvieran y la concesión fuera revocada.

De manera paralela, el presidente de la Mesa Guerrerense para el Cuidado, Protección e Investigación de la Tortuga Marina, Víctor Verdejo Ramírez, denunció una afectación severa en la zona de arribo de tortugas marinas.

Además, integrantes de la organización ambientalista Costa Salvaje también señalaron que con la construcción del muelle un gran número de quelonios dejarían de arribar en esa franja de arena.

La empresa Jar Estate, empresa a la que está asociada Performance Boats, intentó edificar un muelle con características similares en playa Icacos, sin embargo, en febrero de 2009, prestadores de servicios turísticos de la zona Dorada se inconformaron por la construcción en la zona e integraron el Frente Opositor al Muelle Icacos (FOMI).

Encabezados por Marco Antonio Suástegui Muñoz, vocero del FOMI, sus miembros solicitaron que fuera revocado el título de concesión.

Aunque la Profepa hizo inspecciones durante 2007, el proyecto Construcción de Embarcadero en playa Icacos el proyecto no ha iniciado.

En el portal de internet de Jar Estate Corp, se informa que el muelle de playa Revolcadero podría quedar concluido en verano de éste mismo año.

Se abunda que Jar Estate busca “mediante la construcción de este muelle de más de 250 metros de longitud, permitir el acceso al mar y facilitar la transportación náutica a los usuarios de embarcaciones de placer de toda la zona de Acapulco Diamante”.

Se explica que el muelle Revolcadero es un proyecto que “busca consolidar la infraestructura de las playas mexicanas, para mejorar las facilidades del turismo náutico del país. Es un muelle que proporciona el servicio único de embarque y desembarque para personas a embarcaciones menores. No es un atracadero, ni es tampoco una marina”.

Se puntualiza que es un muelle privado, para todo aquel que quiera adquirir una membresía de uso. “La venta de membresías es abierta al público o a cualquier interesado. Las membresías son por cinco años de uso y las primeras 25 tienen un precio de 15 mil dólares americanos”.

Se acota que “el muelle cuenta con todos los permisos necesarios para ser construido y operado como lo son Congruencia Urbana, Concesión de Zofgemat (Zona Federal Marítimo Terrestre), Permiso de SCT (Secretaría de Comunicaciones y Transportes), MIA (Manifestación de Impacto Ambiental) autorizada por la Semarnat (Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales; y permiso de vertimiento de la Semar (Secretaría de Marina). Estos permisos fueron tramitados a lo largo de cinco años.

En el sentido ambiental, ha sido determinado por expertos, no solo de la Semarnat, que no trae ninguna afectación al medio ambiente, especialmente a las tortugas pues la iluminación que las pudiera desorientar, es más intensa la de los edificios de condominios de la zona”.

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