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Están más expuestos a contraer VIH sida niños y jóvenes con discapacidad: Unicef

Natalia Vitela Paredes / Agencia Reforma

 

Ciudad de México

 

Los niños y jóvenes con discapacidad están más expuestos al peligro de contraer VIH sida, pues se cree que no son sexualmente activos, que no consumen drogas ni alcohol y que padecen un menor riesgo de ser víctimas de violación, así que se les ha excluido casi por completo de los programas de salud sexual y de la reproducción y del programa de VIH sida, advierte la Unicef.

A través del informe Estado mundial de la infancia 2013. Niñas y niños con discapacidad, la Unicef asegura que éstos no reciben ni siquiera información básica sobre cómo sus cuerpos se desarrollan y cambian.

“Pocas veces en los planes de estudios se ofrece educación estructurada acerca de la salud sexual y de la reproducción y las relaciones y, en los casos en que sí se ofrece, se suele excluir a los niños y niñas con discapacidad. A muchos de ellos se les ha enseñado a callar y a ser obedientes, con lo que carecen de toda experiencia acerca de fijar límites en cuanto al contacto físico en sus relaciones con los demás”, señala el reporte presentado recientemente.

En México no existe información sobre la prevalencia de VIH entre la población con discapacidad, de acuerdo con el Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/Sida (Censida).

Para Irene Torices, presidenta y directora del Grupo Educativo Interdisciplinario en Sexualidad Humana y Atención a la Discapacidad, esto se debe a que no es una población que al Censida le interese estudiar o atender.

En entrevista, precisó que en la actualidad esta dependencia no cuenta con un programa de prevención y atención para este sector de la población.

Indicó que el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva tampoco tiene un programa específico para la atención de la salud sexual y reproductiva de personas con discapacidad.

“Ellos son los responsables o cuando menos lo fueron, en el Plan Nacional de Desarrollo del sexenio pasado, de darle atención a este rubro”, señaló.

Torices indicó además que en las escuelas no hay programas de educación de la sexualidad dirigidos a esta población, que permitan prevenir el VIH y cualquier otra infección de transmisión sexual, así como embarazos no deseados.

Indicó que esto sucede a pesar de que México cuenta con la Ley General para la Inclusión de Personas con Discapacidad, que establece en su artículo séptimo la orientación, consejería y atención a la salud sexual y reproductiva de las personas con discapacidad y sus familias.

Aseguró que el país además ratificó en 2007 la Convención Sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, donde también se considera este compromiso y, sin embargo, tampoco ha habido impacto al respecto en las políticas públicas de la nación.

A esto se suma, agregó, el hecho de que en el país apenas se cuenta con 56 sexólogos especializados en la atención de necesidades de personas con discapacidad.

Explicó que la mayoría de los papás creen que al haber un retraso en otras áreas del desarrollo, ya sea motor o cognitivo, por ejemplo, la sexualidad de sus hijos también presenta un retraso, y esto es un error.

“Cuando trabajamos con adolescentes y jóvenes con discapacidad de cualquier tipo, por supuesto que la referencia es que sí tienen actividad sexual, pero lo hacen sin protección porque no han recibido la información y la educación que requieren para saber algo tan simple cómo la forma de usar un condón”, dijo.

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